Preocupa el estado de salud del oso Arturo
El famoso animal, que ya tiene más de 30 años, manifiesta pérdida de apetito y disminución de peso, visión y olfato
En medio de la profunda crisis que vive el zoológico de Mendoza, por la seguidilla de muertes que se han producido desde comienzos de año, en las últimas horas volvió a saltar la arma por el estado de salud del reconocido oso polar Arturo, que ya tiene más de 30 años.
El famoso plantígrado, según informaron desde la Secretaría de Ambiente, se encuentra en "estado crítico", ya que se detectó pérdida de apetito, disminución de su peso así como de visión y olfato.
Especialistas del zoo, personal externo y de Temaikén realizaron hace un mes un estudio bajo anestesia para determinar la causas del decaimiento generalizado que presentaba Arturo. Los análisis reportaron la presencia de osteólisis -desgaste- del hueso nasal debido a una infección con bacterias y hongos, por lo que se lo sometió a un tratamiento antibiótico. Asimismo, se observó una pérdida de visión crónica en el ojo derecho, posiblemente por su avanzada edad. A pesar de que su estado general repuntó, en las últimas horas comenzó a evidenciarse una nueva recaída, acompañada de su rechazo a recibir la medicación, que se realiza de manera inyectable. Además, manifestó resistencia a ser alimentado.
El geronte animal ha tenido en vilo al mundo por las condiciones en las que sobrevivió en el paseo faunístico local durante varios años, lo que llevó a pedidos internacionales para su liberación y traslado a Canadá. Sin embargo, por su vejez, tras un minucioso estudio y consulta con especialistas, se decidió que debía permanecer en cautiverio en Mendoza. Es que trasladarlo podía significar que su muerte se anticipara.
Así, luego de un 2013 con reclamos internacionales para que sea enviado a otro país y un 2014 complicado, que llevó a la autoridades, junto con organizaciones ambientalistas, a mejorar las condiciones de habitabilidad, Arturo logró reponerse, aunque con los mesas, la edad comenzó a impactar en su estado.
Hace un mes el animal empezó a reportar "graves signos de decaimiento" con disminución de la actividad, lo que volvió a poner en alerta a las autoridades, pero también a las organizaciones que colaboraron con su cuidado, entre ellas la Fundación Amigos del Oso Arturo, que por estas horas piden tener cautela y tomar el caso con calma. "El oso polar no está muerto, no lo maten antes de tiempo. Se está alertando a la población como si Arturo ya estuviese muerto: consideramos que está delicado, pero no 'terminal'", indicó Irma Argüello, representante de la entidad, y aclaró: "Si estuviese a punto de morir lo tendrían en una situación más reservada, pero Arturo continúa yendo hacia la playa de pasto y tierra que donamos".
En el primer semestre de 2016 ya se han producido casi 80 fallecimientos de especies en el zoo provincial, lo que ha provocado la preocupación nacional. Han muerto desde ciervos gamos, cabras, ñandúes y pumas hasta una pantera, un loro y una guacamayo, entre otros animales. Las causas de la mayoría de los decesos aún son una incógnita. Mientras desde el Gobierno creen que se trata de posibles envenamientos, producto de un boicot interno, los empleados le achacan al Ejecutivo falta de gestión y desidia frente al hacinamiento, lo que le permitiría transformarlo en un ecoparque, proyecto que impulsa el oficialismo en la Legislatura provincial, pero que ha quedado frenado por "dudas" de la oposición. De hecho, frente a esta situación, que ha tomado cada vez mayor trascendencia, el propio gobernador, Alfredo Cornejo, no descarta la posibilidad de que el paraje sea cerrado definitivamente. Por ahora, desde mediados de mayo, el zoo se encuentra sin acceso al público "por tiempo indeterminado".
Hasta la diva de los teléfonos, Susana Giménez, se ha sumado al rechazo al manejo del zoo y le ha pedido al mandatario que "haga algo" por los animales para que dejen de morir.
El zoo provincial cuenta con más de 2000 ejemplares de las más variadas especies y ha sido noticia nacional e internacional en varias oportunidades. Además de la seguidilla actual de decesos y del reciente supuesto ataque a un hipopótamo, que tenía signos de haber sido baleado y tajeado, en noviembre del año pasado se conoció la muerte del hipopótamo Yanqui, luego de tragarse una pelota de tenis. Asimismo, en 2015 hubo decesos de leones. En el 2014, por el supuesto accionar de una jauría, se registró una matanza de guanacos, llamas y ñandúes. También al zoo local se lo recuerda por las pérdidas de cinco jirafas que se produjeron desde mediados de los años 90.
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