Postergaron la sentencia por el caso Schaerer
Por José Luis Zampa Para LA NACION
CORRIENTES.- El Tribunal Oral Federal de esta capital pospuso anoche el dictado de la sentencia contra los cuatro imputados por el secuestro del joven correntino Christian Schaerer, al argumentar que la complejidad de la causa impidió a los magistrados de la Sala Penal llegar a un veredicto en el plazo estipulado originalmente.
La audiencia de ayer, que comenzó a las 18.30, sirvió solamente para que hablaran por última vez tres de los cuatro imputados: el abogado Pedro Angel Barbieri, considerado el cerebro local de la banda, Néstor Barczuck, sindicado como custodio de Christian durante sus primeros meses de cautiverio, y Yudith Alvarenga, pareja de Barbieri e inquilina del departamento donde los secuestradores se reunían.
La sentencia se dictará en una nueva audiencia programada para mañana, a las 10.30. Los especialistas criticaron un descuido del tribunal: ayer por la tarde el acusado Barbieri, con un teléfono prestado, habló al aire por una emisora local, pese a la estricta prohibición de utilizar teléfonos celulares durante el debate.
"Soy inocente y éste es un proceso nulo por los errores cometidos en la investigación", sostuvo Barbieri frente a una indignada Pompeya Gómez, la madre de Christian que, en ese momento, comenzó a pedir de viva voz que se le impidiera "hablar como un ciudadano libre" a quien calificó de "sinvergüenza".
Un gendarme de la custodia exigió al imputado, por tres veces, que apagara el teléfono, que era de un cronista que había logrado burlar el cacheo y que alcanzó a pasarle el teléfono a Barbieri. "Esto fue una barbaridad; hace meses que vengo soportando risas y burlas de los que secuestraron a mi hijo y hoy me sometí al cacheo policial para que vean que no traigo teléfono, mientras que a Barbieri le permiten salir por una radio. Estoy más que indignada", se quejó ante LA NACION la madre de Christian.
Cuarto intermedio
El tribunal, para entonces, había decidido pasar a cuarto intermedio hasta mañana. "La complejidad de la causa y la voluminosidad del expediente hacen necesario que este cuerpo delibere hasta entonces para dictar sentencia", dijo la presidenta Lucrecia Rojas de Badaró para sorpresa del querellante Ernesto González.
Desde la óptica del abogado que representó a la familia Schaerer durante el juicio, se trata de una medida "desacostumbrada pero correcta, dado que el Tribunal tiene atribuciones para resolver sobre el momento en que dará a conocer un fallo. En este caso, evidentemente, estamos ante una causa muy amplia, con muchísimas pruebas y los jueces consideraron necesario tomarse más tiempo", añadió.
El fiscal federal Oscar Resoagli consideró: "Esta demora no nos preocupa demasiado porque los imputados no tienen más espacio para cuestionar nada y deberán someterse a lo que diga el tribunal. Confiamos en que las penas serán severas".
Resoagli, al igual que González, solicitaron para Barbieri, Néstor Barczuck y Yudith Alvarenga una pena de 25 años de prisión por el delito de secuestro extorsivo más una accesoria de diez años por la figura de la asociación ilícita, configurada en este caso, dada "la recurrencia de estos mismos personajes en distintos hechos delictivos".
Las pruebas más comprometedoras para los tres imputados tienen que ver con el aporte de automóviles, teléfonos celulares y hasta lugares de reunión a los principales cabecillas de la banda que raptó a Schaerer.