Qué significa usar un patito amarillo en la cabeza y cuánto cuestan
En las últimas semanas se vio este accesorio en niños, jóvenes y adultos; de dónde proviene esta costumbre y cuál es el costo promedio
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La nueva tendencia de niños, jóvenes y adultos de usar un patito amarillo sobre la cabeza o en la vestimenta se popularizó en el último mes y reúne cada vez más adeptos, atraídos por su significado histórico.
Esta particular tendencia se volvió viral en Asia y tardó pocos meses en replicarse en otras partes del mundo, como en Argentina, donde es el furor del momento.
Hace varios meses comenzaron a verse por las calles de Filipinas, China y Japón. Allí, las personas llevaban el patito amarillo sobre la cabeza, sujeto con una vincha o un broche, e incluso con bandanas y collares. Los videos e imágenes circularon rápidamente y la idea kawaii (bonito o tierno, en japonés) conquistó las redes sociales, lo que hizo que la costumbre no tardara en popularizarse en otros rincones del mundo.
Con un precio que ronda los $1.500 en territorio porteño, los patitos se pueden encontrar en puestos del Barrio Chino, tiendas de souvenirs, en mercados online y hasta con los vendedores ambulantes. Más allá de ser un accesorio “de moda” o amigable para algunas personas, la realidad es que esto se remonta a una tradición casi ancestral en Oriente. El peculiar complemento tiene una supuesta serie de simbolismos que llevan a que cada vez más personas elijan llevarlos con orgullo mientras caminan por la calle.
El origen del patito amarillo
En Asia, el color amarillo se asocia con la felicidad, la alegría y la energía positiva, por lo que llevar este juguete podría representar una señal de optimismo, bajo la idea de estar feliz y de contagiar esa sensación a los demás. El origen de esta tendencia también parece estar vinculado con el adjetivo japonés “kawaii”, que se traduce como “lindo” o “tierno”, y describe a una cultura que busca celebrar todas las cosas lindas y adoptar a algunos personajes como la “encarnación de sentimientos positivos”.
Al mismo tiempo, en algunas culturas -como en Taiwán- los patitos amarillos representan la buena suerte, por lo que al usarlos se están atrayendo buenas energías. Este país asiático tiene incluso una celebración que rodea a la figura del pato de goma, con un inflable gigante que se ubica en la costa de la ciudad de Kaohsiung, y por la que los ciudadanos y turistas llevan los broches típicos para conmemorar la ocasión especial
Una cuestión política
Otra de las teorías que circulan sobre el posible origen de este fenómeno tiene que ver con un “desafío” de parte de los ciudadanos de Filipinas hacia la República Popular China. En una convención de cosplay de animé que se realizó en la ciudad filipina de Baguio, en octubre de 2023, comenzó a verse a las primeras personas lucir broches con patitos, actitud que tuvo éxito y se volvió algo común entre personas de todas las edades en varias regiones del país.
El conflicto inicial data de años atrás y se originó por protestas de los chinos filipinos (como se conoce popularmente a los ciudadanos filipinos de ascendencia china) hacia distintas medidas aplicadas por la república oriental.
Históricamente, los patos de goma eran vistos como un símbolo de Hong Kong, que solía tener unos inflables gigantes atracados en el puerto para que sean visitados por los turistas. En 2013, la figura del animal se convirtió en un símbolo inesperado de resistencia contra el gobierno de Xi Jinping, cuando los activistas intervinieron una obra de arte de un conocido pato de goma gigante del artista holandés Florentijn Hofman en las protestas de la Plaza de Tiananmen, en 1989. Es por esto que -aún ahora- los resultados de la búsqueda de “gran pato amarillo” continúan bloqueados en China.
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