Por qué están tapadas las señales de máxima velocidad en distintos tramos de ruta 2
Usuarios de la autovía se preguntaron en redes sociales por las causas de esta intervención en el recorrido que une Mar del Plata y la ciudad de Buenos Aires
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MAR DEL PLATA.– Sorprende a los automovilistas que circulan por la ruta 2 una particular situación: cartelería de máximas de velocidad con los números cubiertos en su totalidad. Así en gran parte de la extensión de su recorrido que une a Capital Federal con Mar del Plata.
Celosos de la situación, algunos de ellos tomaron registro fotográfico y desde redes sociales no solo denunciaron esta particularidad en la señalización vertical de esta muy transitada vía de comunicación sino que hasta sembraron sospechas sobre motivos y consecuencias.
Se preguntaron varios si, más allá del origen de estas tachaduras realizadas a pura cinta, no podría existir un riesgo de caer en radares instalados en ese corredor sin haber percibido con la suficiente antelación en distancia física la advertencia de la inminente presencia de los sensores.
@AU_BA_SA saben por qué están tapados los carteles de velocidad máxima en un gran tramo de la ruta 2?
— Teodelina16 (@teodelina16) August 20, 2023
Justo los anteriores al control de cámaras… pic.twitter.com/qdpA94Xfem
Desde Aubasa, la empresa responsable del corredor vial de zona atlántica, entre ellos la totalidad de la extensión de la Autovía 2, confirmaron a LA NACION que los carteles que de manera deliberada mantienen tapadas y ocultas las velocidades máximas no han sido blanco de vandalismo sino intervenidos por concesionarios de obras viales que se ejecutan en la ruta 2.
En el tramo norte, entendido como tal el que se extiende desde Dolores hasta Capital Federal, lo que está en ejecución es un plan de pavimentación que alcanza a ambas manos. “El contratista tiene obligación de cambiar las máximas en cercanías del lugar de operatoria por el movimiento de su maquinaria pesada”, explicaron a LA NACION desde Aubasa.
Esto deriva de la necesidad de adoptar medidas preventivas y circulación con mayores cuidados en el perímetro más próximo al que atienden operarios y equipos. En este caso para una renovación profunda de la carpeta asfáltica.
Bacheo profundo
Las mismas fuentes indicaron a LA NACION que similar situación se da en la mitad sur, que se extiende desde Dolores hasta Mar del Plata. En este caso, lo que está en marcha allí es un bacheo profundo. “A esa obra, en un plazo no muy extensa, le seguirá la repavimentación”, detallaron. Incluso recordaron que ya se licitó y hay contratista designado.
“Cuando tapan tiene que haber otro cartel cercano que diga inicio de obra y el cartel de la velocidad menor indicada”, puntualizaron desde Aubasa.
Durante estas últimas semanas uno de los tramos de obra más importante se concentra entre los kilómetros 90 a 92, en cercanías de Samborombón, donde se encuentra uno de los peajes.
Es parte del sector más transitado ya que no solo pasan por allí quienes llegan por esa misma autopista desde el sur sino que pocos kilómetros antes está el empalme que deriva a la Autovía 2 a aquellos que desde la ruta 11 primero y luego por la 63 vuelven o van hacia los balnearios del norte de la costa atlántica.
Se advierte que estas obras tendrán continuidad durante los próximos meses y recién tendrán una pausa con el inicio de la temporada estival, que implica el pico de tránsito de automotores por esos más de 400 kilómetros.
La repavimentación de la mitad sur de ruta 2, según explicaron desde Aubasa a LA NACION, recién se pondría en marcha en el transcurso del año próximo, al cabo de la temporada de verano.
La ley provincial 13.927, que adhiere a las nacionales 24.449 y 26.363, ratifican que la velocidad máxima permitida para tramos de autopista es de 130 k/h y de 120 k/h para el formato definido como de semiautopista. El primer caso es el del recorrido entre Capital Federal y La Plata y el siguiente es aplicable a todo el resto del recorrido de la ruta 2.
A lo largo de esos 404 kilómetros, sobre ambas manos, se reparten radares fijos y móviles que determinan límites, según el sector, de hasta 100, 80 o 60 k/h, estos últimos en cercanías de ingreso a áreas urbanas.
LA NACION consultó sobre ubicación de los radares y cercanía con tramos de obra que implicarían un cambio de la ubicación de cartelería de advertencia y velocidad sugerida. Hasta el momento no hubo respuesta.
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