Por la crisis: alertan sobre la postergación de cirugías para tratar la obesidad y la diabetes
La sociedad que nuclea a los especialistas en este tipo de intervenciones expresó públicamente hoy su preocupación por la decisión que están adoptando algunas coberturas y le están informando verbalmente a los pacientes; el sector privado indicó que no hay una decisión corporativa al respecto
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La entidad que nuclea a los especialistas en cirugía bariátrica y metabólica manifestó hoy su preocupación porque cada vez más pacientes refieren que sus obras sociales o prepagas les informan que suspenden por el momento la cobertura de esas intervenciones para tratar la obesidad y la diabetes.
La decisión se limita a las cirugías que están programadas y el argumento es la crisis económica, según señalan las autoridades de la Sociedad Argentina de Cirugía de la Obesidad (SACO). Así lo dieron a conocer a través de una carta a la comunidad con la firma de Jorge Harraca, presidente de la organización.
En un solo caso, un prestador recibió por escrito la comunicación de una obra social provincial. El jueves pasado, a un especialista de La Rioja se lo dio por “debidamente notificado” de que, hasta marzo del año que viene, inclusive, “quedan suspendidas las cirugías programadas [en su caso por las bariátricas] debido a los altos costos de los insumos y los descartables”, a la espera “de que en ese lapso la economía se estabilice”.
En el resto de los casos, es una respuesta verbal durante una comunicación telefónica con la cobertura. Ante la consulta, Harraca aclaró que hay insumos para este tipo de intervenciones. El problema, hoy, según continuó, está en el aumento de más de 120% de los costos.
“De ninguna manera se justifica una postergación en el acceso al tratamiento. Aplazar los procedimientos en los pacientes ya preparados significa no solo una demora en la mejoría de su condición de salud, sino que, más grave aún, esta postergación del tratamiento quirúrgico en aquellos que padecen enfermedad metabólica asociada se contrapone a las posibilidades de remisión de estas afecciones”, suscribió Harraca.
La SACO, que se pronunció públicamente en nombre de los especialistas en el tratamiento quirúrgico de la obesidad y la enfermedad metabólica, pidió “no subestimar una enfermedad crónica y grave, como es la obesidad”. A la vez, calificó toda demora para que los pacientes accedan al tratamiento de “verdadero entorpecimiento del acceso a la salud”.
“No hay una decisión corporativa”
Fuentes del sector privado de la salud negaron, ante la consulta, que exista una “decisión corporativa” al respecto. “No hay una medida sectorial –indicaron–. Si algún financiador lo está haciendo, es a título individual. Todos estos pacientes, como otros con, por ejemplo, una cardiopatía, a menos que falten insumos, las cirugías se están haciendo como corresponde. No hay ninguna medida adoptada por el sector que no sea operar a los pacientes que lo necesitan.”
Entre los casos que registra la SACO a través de sus miembros en todo el país hay una paciente del propio Harraca. En la obra social, le informaron verbalmente a la mujer que estaban suspendidas las cirugías “por falta de insumos”, cuando el profesional tratante contaba con los materiales para la cirugía. La intervención estaba programada tras cumplirse el plazo de preparación de 12 meses que define la normativa vigente para la cobertura de una prestación dentro del Programa Médico Obligatorio (PMO).
“Estamos dando cuenta de una situación de alerta para que no se termine generalizando. Hay una subestimación de la obesidad como enfermedad y después de un año de preparación de los pacientes”, dijo Harraca, jefe del Servicio de Cirugía Bariátrica y Metabólica del Hospital Privado de Rosario, Santa Fe. “Diferirle la operación a un paciente [con obesidad grave] es como no darle el medicamento que necesita –agregó–. Son pacientes que tienen 10 veces más posibilidad de tener un infarto o un accidente cerebrovascular (ACV). Cualquier demora en el tratamiento, la aleja de la curación.”
Antes de llegar a la operación, un paciente tiene que cumplir un año de tratamiento orientado al cambio de hábitos por objetivos (reducción de un porcentaje de su peso corporal), no por tiempo. La “La cirugía bariátrica dada la epidemia de obesidad en el país es una inversión para las coberturas porque baja el riesgo de complicaciones e internaciones, además de que los pacientes dejan de consumir medicamentos al estar dentro de una franja de salud”, explicó Harraca.
En el actual contexto económico, con un sistema de salud en crisis, el presidente de la SACO opinó que habría que fijar entre financiadores y prestadores un orden de prioridades para el acceso a las intervenciones en lugar de suspenderlas por tres o cuatro meses.
“Era una carrera de obstáculos para los pacientes como para, ahora, empezar a suspenderles la intervención cuando terminan la preparación. Se les exige presentar carpetas, papeles, una curva de descenso de peso, constancias de tratamiento médico y hasta recibos para que le autoricen la prestación. Desde la SACO, queremos alertar sobre esta situación para que no se generalice”, finalizó su titular.
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