Polémica por una obra en Mar del Sud

MAR DEL SUD.- La construcción de un complejo que será destinado a retiros espirituales por la Asociación Cultural Bonaerense, entidad íntimamente ligada al Opus Dei, es el origen de la controversia que enfrenta a algunos vecinos y turistas de estas playas con los promotores del emprendimiento y con las autoridades locales.

Sucede que, por la obra, se clausuró definitivamente el paso que permitía a los vehículos transitar por la orilla del mar hacia los parajes conocidos como Rocas Negras, Pozo del Tiburón, Punta de Pérez y Cementerio de los Caracoles.

Las quejas provienen mayoritariamente de los pescadores residentes en Miramar, localidad situada 17 kilómetros al norte de esta pequeña villa veraniega, de los socios de clubes de travesías en vehículos todo terreno y de visitantes que se afincan en el lugar cada temporada.

El principal argumento del reclamo apunta a que se levantó un alambrado perimetral en el predio de 11 hectáreas, que llega hasta las barrancas costeras y por eso, al subir la marea, el paso queda irremediablemente vedado a los vehículos que solían realizar ese trayecto.

Sólo se habilitó un sendero peatonal que llega hasta la Ermita de la Virgen, levantada muy cerca del acceso al nuevo emprendimiento y a pasos del océano.

"Estas son playas tranquilas a las que vengo desde 1976 en busca de paz con mi familia", cuenta el turista Carlos Bravo.

"Las visité con mis hijas y ahora que quiero hacer lo mismo con mis nietos, me lo prohíben -se queja-. Es más: se han cavado canaletas y amontonado piedras y arena para que ningún coche pueda pasar. Me parece que es una arbitrariedad."

Los hombres agrupados en el club de Travesistas Marsureños sostienen que no están en contra de la obra. "Nosotros queremos que se abra un paso alternativo para no perder lo que amamos: hacer travesías por los médanos con motos, cuatriciclos, jeeps y 4x4, sin correr ni asustar a las familias, sino admirando este bellísimo paseo", dicen.

"Con la apertura de un camino de cuatro metros de ancho se solucionaría esta cuestión, pero nadie nos ha escuchado hasta ahora", explican con molestia.

Otra es la visión de Miguel Angel Martínez, director de la Oficina de Información de la Prelatura del Opus Dei. Sostiene que "lo que se ha planteado es injusto, ya que el alambrado respeta la normativa legal. El proyecto fue aprobado por la municipalidad y se abrió un camino para que los peatones lleguen hasta la Virgen y, si lo desean, bajen a la playa.

"Me parece que éste es un problema de los que andan en 4x4 y no de las personas sencillas y de los 350 habitantes de Mar del Sud", explicó Martínez a La Nación .

"Aunque se quejen -añadió-, los que pretenden circular con sus coches o camionetas por la arena deberían recordar que tal actividad está prohibida por otra ordenanza.

"Además, por la dimensión de la obra, se está dando empleo a 50 operarios, en su mayoría residentes en este lugar, con lo que el beneficio económico está a la vista", destacó.

Sin 4x4

El lote donde ya se levanta el complejo que servirá para la realización de retiros espirituales fue donado a la Asociación Cultural Bonaerense -una entidad sin fines de lucro con sede en Mar del Plata- por un empresario dueño de un establecimiento agropecuario en la zona.

Abarca 11 hectáreas, tiene un frente marítimo de 300 metros y está cercado por un alambrado de siete hilos que finaliza en las barrancas costeras. En su interior se construyen habitaciones, sanitarios, una capilla y dependencias auxiliares.

En agosto último el proyecto fue aprobado por el Concejo Deliberante miramarense y avalado por el intendente Marcelo Honores.

"Tuvimos en cuenta el desarrollo económico que traería y la creación de puestos de trabajo para los pobladores", explicó Daniel Viola, presidente del Concejo por aquellos días.

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