Polémica en la UBA por el vicerrector
Reiteran el pedido de destitución de Richarte por sus vínculos con la SIDE
El debate acerca de la figura del vicerrector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Darío Richarte, explotó de nuevo ayer cuando la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) presentó un pedido de destitución en el Consejo Superior de la casa de estudios. Además, la entidad estudiantil cuestionó la ratificación de la licencia por 90 días que Richarte había pedido días atrás. Esa licencia había sido aprobada "ad referéndum" del consejo por el rector, Alberto Barbieri. Antes de la reunión, la FUBA hizo un acto público de rechazo a la figura de Richarte y anunció que comenzará a recolectar firmas para lograr su destitución.
Los estudiantes, apoyados por organismos de derechos humanos, cuestionan los vínculos de Richarte con la ex Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), de la que fue segundo jefe en 2001, durante la gestión del radical Fernando de la Rúa; sus vínculos con Antonio Stiuso, director general de operaciones de ese organismo de inteligencia hasta diciembre pasado, y por su papel como abogado defensor de políticos acusados de supuestos delitos de corrupción, entre ellos Amado Boudou, Claudio Uberti, José María Núñez Carmona y Daniel Angelici. Tras la muerte del fiscal Alberto Nisman, las vinculaciones de Richarte con la ex SIDE y Stiuso cobraron nueva actualidad.
"Los estudiantes y docentes de la UBA no tenemos nada que ver con un agente de inteligencia y abogado de funcionarios acusados de corrupción, ése no debe ser el currículum de las autoridades de la universidad", dijo Adrián Lutvak, presidente de la FUBA.
Fuentes cercanas a Richarte dijeron que todas esas acusaciones fueron respondidas hace un año poco antes de asumir el cargo de vicerrector y que están disponibles en la página web de la UBA.
Respecto de la licencia que la universidad le otorgó a Richarte, el secretario general de la UBA, Juan Pablo Más Vélez, afirmó: "La pidió por razones personales y sin goce de sueldo". Desde la universidad rechazaron que la licencia tenga una connotación política y sostuvieron que las críticas contra el vicerrector provienen "sólo de algunos grupos de la izquierda". Desde la FUBA, Lutvak retrucó: "Contamos con el apoyo de los concejeros de las facultades de Ciencias Sociales, Exactas, y Filosofía y Letras; de la Asociación Gremial Docente (AGD) -principal sindicato de la UBA-, y de varios organismos de derechos humanos".
Con respecto al rechazo al tratamiento del pedido de destitución, las fuentes del rectorado argumentaron que ese procedimiento debe seguir los pasos previstos en una resolución de 2003. Según Más Vélez, los representantes de estudiantes no siguieron ese procedimiento y por eso su pedido no prosperó.
El consejo superior de la UBA volverá a reunirse el 25 de marzo próximo. "Vamos a volver a pedir la destitución y no les va a quedar ningún argumento para evadir el tratamiento", dijo Lutvak. "Mientras tanto, lanzamos una campaña de juntada de firmas en toda la UBA, y el jueves 19 haremos un acto en la Facultad de Derecho", agregó.