Pochi: la historia de la mini pig que pasea por Parque Saavedra y conmueve a todos
Que las mascotas inspiren amor no es ninguna novedad. Ahora, cuando los animales con los que se comparte el hogar ayudan a superar una situación difícil, hacen que se modifiquen hábitos de alimentación, contribuyen en la calidad de vida de personas con necesidades especiales y son compañeros incondicionales es algo extraordinario. Eso es lo que transmite Pochi, la mini pig que pasea por Parque Saavedra y conmueve a grandes y chicos.
A raíz de su pasado como responsable operativa de una veterinaria, Julieta Demarco (43) siempre estuvo en contacto con animales, tanto domésticos como exóticos. Hace un año, mientras atravesaba una crisis emocional tras el término de una relación de pareja, una mini pig que llegó a su vida con solo 20 días cambió su rutina por completo.
"Un amigo tiene un criadero. Cada vez que íbamos a visitarlo, mis hijos volvían como locos con los mini pig, querían uno. Un día fuimos a cenar a la casa y me dijo: 'Tengo algo para vos'. Ella fue el motor que me levantó. Tomaba la mamadera, había que atenderla cada tres horas como a un bebé. Ella me salvó", recuerda Demarcoen diálogo con LA NACION. Hoy, Pochi es una más de la familia.
Pochi fue bautizada así en honor a los dotes físicos del personaje de "La Pochi" (interpretado por Bárbara Lombardo) de la serie El Puntero. La pequeña cerda se sumó a la plantilla de mascotas liderada por el perro Lemmy -como el fallecido cantante y líder de Motörhead- y cuatros gatos.
La minicerdo acaba de cumplir 13 meses y vive junto a Julieta y sus hijos Valentina (20) y Salvador (17) en un departamento con patio en el barrio porteño de Saavedra, a cinco cuadras del parque homónimo. En familia, la cuidan y la alimentan a base de frutas, verduras y proteína vegetal.
Consultada sobre los hábitos de Pochi, Demarco relata que en un primer momento la acostumbró a hacer sus necesidades en unas bandejas de pellets de pino, un material que neutraliza los olores y fácilmente se puede recoger y desechar. Tiempo después, la minicerdo se acostumbró a salir al patio como el perro y los gatos.
"Todo funciona a partir de los estímulos positivos. Lo mismo hice para acostumbrarla a que no grite cuando tiene hambre. La habitué a que tiene que esperar y saber que le voy a servir su comida en los platos", explica Demarco.
En medio de la controversia desatada por la posible instalación de granjas porcinas industriales, Julieta asegura que la llegada de Pochi a su vida también cambió su dieta. "Me volví vegetariana por amor a ella. Me encantaba la carne de cerdo, me encantaban las achuras, pero ahora paso por la góndola y esquivo la carne. No la puedo comer", asegura.
Sobre la tenencia de un minicerdo en el hogar, Demarco derriba algunos mitos, pero advierte que son animales que necesitan de tiempo, paciencia y espacio. "Es como un perro mediano, su cabeza me llega a la rodilla. Mide 45 centímetros de alto, 75 de largo y tiene un peso aproximado de 35 kilos", enumera. Además, la mujer a cargo de Pochi está conectada con el grupo de WhatsApp de Mini pigs en Argentina, una red de 100 personas asesoradas por el especialista en fauna exótica y silvestre Adrián Petta.
La rutina de Julieta y Pochi comienza temprano, muy temprano. "Duerme conmigo, a los pies de la cama, pero tipo 6:30 ó 7 se despierta y ya va para la cocina para que le haga el desayuno". Mientras Julieta trabaja online, desde su casa, para una empresa de software, Pochi "cuenta" las horas para disfrutar de una salida recreativa. El ansiado momento llega, generalmente, por las tardes.
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Durante esos paseos, Julieta y Pochi interactúan con un sinfín de personas. Por curiosidad o interés, muchos se les acercan y, después de entrar en contacto, caen rendidos ante los encantos de la mini pig. "Me pasa con niños, pero también me pasa con personas mayores. Gente que me cuenta vivencias de la infancia con cerdos. Se les ilumina la cara, es algo instantáneo lo que genera".
El carisma y la gracia con la que esta minicerdo pasea no son los únicos atributos que la distinguen. Poco tiempo antes de que se dispusiera el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), Pochi se convirtió en la primera de su especie en obtener un reconocimiento que pocos animales logran. "Fue adiestrada por Fiorella Sampietro de Empatía Animal y está certificada por Pet Partners Argentina como animal de asistencia, un servicio gratuito para personas con necesidades especiales o discapacidades", se enorgullece Demarco.
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