Pocas reservas y cancelaciones: el impacto del balotaje en el turismo del fin de semana largo en la costa
En Mar del Plata, solo hay una ocupación del 40%; hay malestar del sector por la decisión gubernamental de no correr el feriado
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MAR DEL PLATA.- El deber cívico, el hecho de que el último fin de semana extralargo de octubre colmó todas las expectativas turísticas, y el mal tiempo que se prevé para estos días son los factores que influyeron para que este este feriado esté lejos de hacer historia por estas playas.
Los hoteleros dan fe que nunca llegó a haber interés. Las reservas de habitaciones a partir de esta noche no superan el 40% de las plazas disponibles. Un fin de semana normal se afronta, aseguran, con la mitad de la capacidad completa.
De hecho, desde el sector afirman que más que pedidos lo que recibieron fueron cancelaciones de quienes con anticipación se habían asegurado comodidades y se echaron atrás apenas supieron que la segunda vuelta electoral les exigía mantenerse cerca del domicilio propio.
“Como ciudadana que vivió la instancia de no poder votar siempre voy a preferir elecciones con toda la gente pudiendo hacerlo”, contó a LA NACIÓN una referente local del rubro hotelero y a pesar del impacto económico negativo que representa esta situación se mostró optimista: “Desde la empresa buscaremos con creatividad compensar este bache”, señaló.
Desde el sector habían reclamado al Gobierno que trasladara el feriado para el lunes 27. La respuesta fue negativa con argumentos de imposibilidad de hacerlo por decreto o por plazos cortos para avanzar con las gestiones en el Ejecutivo nacional. La bronca mayor es que ninguna de las dos excusas parecen válidas: en 2015, también por el balotaje entre Mauricio Macri y Daniel Scioli, en cuestión de días se resolvió correr el feriado que coincidía con la fecha de elección. Lo resolvió y firmó la entonces la presidenta de la Nación, Cristina Fernández.
Servicios
En la estación ferroautomotora local confirmaron hoy que trabajaban con servicios casi normales, muy lejos de los 40 o 50 servicios adicionales que se suelen agregar en un fin de semana largo de mediano rendimiento para cubrir la demanda del corredor vial entre Mar del Plata y la Capital. “Sumamos cuatro o cinco ómnibus, no mucho más”, afirmaron a LA NACIÓN operadores del ramo.
El panorama es calcado en los demás destinos turísticos de la costa, donde los aparts y la hotelería trabajan con capacidad mínima. Escasearon las reservas y la demanda espontánea se terminó de diluir con los pronósticos de lluvia para esta región de la costa bonaerense, desde las primeras horas del viernes hasta avanzado el sábado.
En algunas de las localidades balnearias que están más próximas a la Capital y el Gran Buenos Aires, principales centros emisores de turistas, no descartaban que puedan encontrarse con movimiento turístico a partir del mediodía y las primeras horas de la tarde del domingo.
Algunas inmobiliarias de Cariló y prestadores de servicios en Costa Esmeralda confirmaron a LA NACIÓN que varios propietarios anticiparon que andarán por la zona parte del domingo y el feriado del lunes. En muchos casos para terminar de acondicionar sus viviendas que ofrecen en alquiler para la temporada alta.
Para los operadores turísticos se les escapa una buena oportunidad de sumar ingresos en esta temporada baja que ingresa en su recta final. Les queda por delante el fin de semana largo del 8 de diciembre, que abarcará de viernes a domingo, ya casi un anticipo del verano.
Por delante queda un fin de semana largo más, será el de Nochebuena y de Navidad que en esta oportunidad abarcará de sábado a lunes y, si mantiene la costumbre, se ampliará también al viernes previo para los empleados públicos, para quienes en estas fechas se les habilita asueto administrativo.