Pinamar y Mar del Plata celebran el mejor verano de los últimos años
PINAMAR Y MAR DEL PLATA.- "La mejor temporada de los últimos cuatro o cinco años". La frase se repite en los destinos turísticos de la costa bonaerense, en boca de autoridades y operadores del sector, a la hora de hacer balance de la primera quincena de enero, que culmina mañana. Niveles de ocupación que parten del 75% y trepan hasta la totalidad de las plazas, junto con volúmenes de consumo superiores a los de veranos pasados marcaron este arranque del verano e ilusionan con que el éxito continuará en lo que resta de las vacaciones.
Las cifras de ocupación de la primera quincena en el partido de Pinamar confirman lo que ya se anunciaba entre hoteleros, inmobiliarias, comerciantes y turistas. Hay un récord de visitantes y, hasta el momento, es la mejor temporada de los últimos años, sobre todo si se tiene en cuenta que la segunda mitad del mes suele llegar aún más gente. El promedio general de ocupación en todo el municipio -que incluye a Pinamar, Cariló, Valeria del Mar y Ostende- es del 89,4%, lo que representa un incremento del 8,5% respecto del año anterior. Si se evalúa un plazo aún más breve, hubo un aumento en la ocupación de 2,5% respecto del último fin de semana, según cifras de la Secretaría de Turismo y Desarrollo Económico del distrito.
Claudia Liscio, presidenta del Centro de Profesionales Martilleros y Corredores del partido de Pinamar, afirma que están frente a uno de los mejores veranos de los últimos tiempos. "En Cariló está todo alquilado, estamos cerca del 100% de ocupación. En Pinamar entiendo que también están cerca del 90%. Fue una quincena muy buena, con muy buen clima. Hasta los turistas decían que necesitaban un día de lluvia para descansar. Superamos en, aproximadamente, un 10% al mismo período de 2019. Para la segunda quincena ya está casi todo alquilado y hay una gran demanda para la primera de febrero", detalló.
"Es la mejor temporada desde que asumí. Además de las cifras de ocupación, hubo un crecimiento económico del 28% respecto de la temporada anterior. El 30% [de recarga al precio del dólar para los viajes al exterior] ayudó, pero también los turistas se encontraron con un municipio renovado, con una agenda muy nutrida de actividades y para todas las edades. La gente temía que el impuesto del 30% hiciera también subir los precios en la costa, pero no fue así", dijo Martín Yeza, intendente de Pinamar.
La estadía promedio varió según el tipo de alojamiento; la media estuvo en 4,1 noches de pernocte para el rubro hotelero y en 6 noches para los apart hoteles y los departamentos con servicios.
Desglosado por ciudad, la ocupación hotelera es la siguiente: Pinamar, 88,8%; Ostende, 89,8%, y Valeria del Mar, 90,9%. En Pinamar, los hoteles que más ocupación tienen son los de cuatro estrellas (95%) o las hosterías de tres estrellas (100%). La misma tendencia se observa en los demás destinos del partido.
"Claramente fue muy buena esta quincena. Tal vez la gente se cuida un poco al momento de ir a comer afuera, pero en líneas generales fue excelente", explicó Juan Topich, que administra el hotel Casa Grande en Cariló.
"Esta quincena estuvo muy bien. Me tocó ir a Valeria y también estaban repletos los paradores. Volvió mucha gente que hace años no venía, entonces ocupamos todas las carpas, hasta las que usamos para alquilar durante un día", dijo Guillermo Crinigan, uno de los dueños del parador El Atlántico.
Según datos oficiales sobre niveles de consumo, de un total de 66 restaurantes relevados el 9% dijo que está peor que la temporada pasada, el 41% respondió estar igual, el 36% afirmó estar mejor y el 14%, mucho mejor. "Estamos viendo números positivos, pero trabajando más. La gente se cuida, los cubiertos son de menor consumo, pero hay más cantidad de gente. Sin escapar a la realidad argentina, esta es la mejor quincena, lejos, de los últimos cinco años. Por lo menos es así en ocupación, y en consumo también tenemos buenos números, pero gracias al caudal de turistas que llegó", dijo a LA NACION Pedro Marinovic, presidente de la Cámara de Hoteleros y Gastronómicos de Pinamar.
"Esta quincena fue muy positiva. Nosotros ampliamos el salón y nos preguntábamos si la demanda iba a alcanzar y la verdad que alcanzó. Estamos haciendo cerca de 600 cubiertos por noche. Hemos trabajado mucho para mejorar lo que ofrecemos, no le atribuyo este éxito solo a cuestiones macroeconómicas. Creo que fue nuestra mejor temporada de los últimos años", argumentó Franco Gasparrini, dueño del restaurant Griller.
"Fue una buena quincena; no una cosa de otro mundo, pero cumplimos las expectativas", explicó José Luna, dueño del bodegón Sociedad Italiana.
Siempre según datos oficiales, durante la primera quincena en los supermercados (Coto, Disco, San José, Toledo y La Proveeduría de Cariló) las ventas se mantuvieron estables a lo largo de la semana, con subas importantes los fines de semana; el promedio general en todo el partido de Pinamar muestra un incremento del 15% al 20% comparado con el mismo período del año anterior.
Y sobre 35 balnearios relevados, el promedio general de ocupación durante la primera quincena de enero fue del 81,5%; representa una variación interanual del +13,2%.
Más satisfacción
En Mar del Plata, empresarios y comerciantes de distintos rubros también coinciden en que viven el mejor arranque de temporada de verano de los últimos cuatro años.
Si bien lamentan el bajo rendimiento que tuvo aquel fin de semana de Año Nuevo, condenado en buena medida por fuertes lluvias, celebran el verdadero aluvión que empezó desde las primeras horas de enero y ya no se detuvo. Las estadísticas oficiales se conocerían pasado mañana, pero desde los distintos sectores aseguran a LA NACION que el movimiento es hasta un 10% superior al de la última temporada.
La ocupación promedio estuvo por encima del 75%, un nivel que en los últimos tiempos solo se conseguía durante la segunda quincena, siempre la más fuerte y rendidora de cada verano. Según la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica, durante este último fin de semana se trabajó con siete de cada diez camas ocupadas, en ritmo casi similar al del alquiler de casas y departamentos. Algo mejor trabajaron en hoteles gremiales y de cinco estrellas. La permanencia promedio se mantiene en 4 a 5 noches.
Las colas que se advierten cada noche en las puertas de los restaurantes y bares, en particular durante los picos que se dan durante cada fin de semana, son un reflejo no solo de la cantidad de turistas que llegaron sino también de su predisposición al consumo. Moderado, es cierto. Pero más intenso que en tiempos no muy lejanos.
Hay menos dudas en desembolsar y se nota también en los espectáculos teatrales, rubro en el que ya se da por hecho que llegarán a marzo con números superiores a los del año anterior. "La inusual crecida tiene sustento en un mayor número de funciones realizadas en ese período, coincidiendo con un factor climático que retrajo a los visitantes de su presencia en la costa", reconoce Carlos Rottemberg, propietario aquí de los teatros Mar del Plata, América, Atlas, Bristol, Lido y Neptuno. Por supuesto que también le da crédito a una cartelera marplatense "con nombres propios de mucho predicamento en la audiencia nacional".
En estas dos primeras semanas hubo mayoría de días óptimos para playa, aunque espléndidos muy pocos. Quizá se puedan rescatar los dos últimos sábados, en ambos casos con mucho sol y temperaturas máximas que rondaron los 30 grados. Eso significó arenas repletas de bañistas y balnearios con excelente ocupación. En algunos casos, con todas sus carpas y sombrillas alquiladas.
"Es una realidad que hay más gente que en el inicio de enero pasado, también que parecen quedarse por más días, pero lamentamos que el tiempo no nos acompaña como esperábamos", dice a LA NACION el presidente de la Cámara de Empresarios de Balnearios, Restaurantes y Afines (Cebra), Jorge Ricillo.
Confirma una muy buena quincena que pudo haber sido mejor con algo más de sol, pero también alentadoras expectativas por las consultas y reservas por lo que queda de temporada. "Hay pedidos, se presupuesta por varios días y eso es un indicador que entusiasma", indicó.
Es también un verano en el que los jóvenes vuelven a marcar fuerte presencia en estas playas. En esta franja, el presupuesto se destina principalmente a la diversión nocturna. Las fiestas electrónicas están reuniendo entre 6000 y 7000 personas por evento y las discotecas funcionan a pleno, tanto en el formato after (entre las 18 y 22) como durante la madrugada.
En Mar del Plata no hay Uber ni servicios similares. Por eso celebran taxistas y remiseros, que coinciden en que la demanda creció y mucho este verano, en particular en el turno noche y con buena cantidad de viajes a las playas al sur del faro.
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