Pinamar: topadoras tiraron abajo el balneario CR, símbolo del poder en los noventa
La obra es el paso previo a el resurgimiento de este balneario con nueva imagen y a tono con un proyecto que el año pasado se puso en marcha en todo el frente costero
PINAMAR. Las tareas comenzaron la semana pasada, a mano para salvar aberturas y otros materiales reutilizables. Hoy fue el turno de las máquinas topadoras que, poco a poco, comenzaron a convertir en escombros el emblemático parador CR, durante estos últimos 25 años el preferido de la clase política y la farándula para sus veraneos en este balneario.
La obra es el paso previo a el resurgimiento de este balneario con nueva imagen y a tono con un proyecto que el año pasado se puso en marcha en todo el frente costero de este distrito: unidades de servicios de playa sustentables y reducidas en tamaño, lo que permitirá mayor espacio de arena pública para los bañistas. Tendrá piscina, spa, reposeras, gimnasio y más, pero ahora en apenas 340 m2.
La inversión en los 46 paradores que se extienden desde el Sur de Cariló hasta el extremo Norte de Pinamar corre por cuenta de los propios concesionarios, varios de los cuales se animaron el año pasado a ser pioneros en esta cruzada y durante la última temporada esperaron a sus clientes con infraestructura renovada, mucho más moderna e incluso con mayor calidad de prestaciones.
Al igual que lo ocurrido durante la primera etapa con Cocodrilo, que con más de 3000 m2 era una de las mayores moles de hormigón sobre el frente de playa pinamarense, la demolición de CR devolvió las miradas y atención sobre este sector de la costa provincial.
Situado en la zona Norte, se distinguió en particular durante los años 90 por concentrar desde las fiestas de fin de año hasta mediados de febrero al grueso de la clase política. En particular los dirigentes ligados a los gobiernos nacional y provincial, ambos bajo el aura menemista. Quizás la figura más destacada entre la clientela de CR fue el entonces gobernador bonaerense Eduardo Duhalde, que tenía su residencia de veraneo a apenas 300 metros.
Entre esas carpas y arenas no solo coincidían oficialistas sino que se limaban asperezas con opositores, a veces con mates de por medio y otras con naipes en mano, con interminables rondas de truco. En los últimos tiempos se destacaron por allí presencias como las de Daniel Scioli y Sergio Massa, gremialistas y empresarios de renombre.
Martín Yeza, actual intendente de Pinamar, presenció ayer el inicio de la demolición y destacó el avance que ha significado este proceso de reconversión del paisaje costero en el distrito. “Así estamos preservando y recuperando la playa pública, que es uno de nuestros principales recursos turísticos”, señaló.
Este último verano se presentaron 22 balnearios renovados, con nueva fisonomía que atiende a requerimientos del Plan de Frente Marítimo de Pinamar. Todos están construidos sobre pilotes y con límites muy claros: no pueden superar los 350 metros cuadrados, la altura máxima es de 3,5 metros y el alquiler de sombra se limitará a un máximo de 150 carpas.