Pinamar cerró enero con un nivel alto de ocupación y hay menos expectativas para febrero
La segunda quincena de enero tuvo una ocupación promedio de 96,1%; Cariló desbordó los fines de semana; para febrero hay reservas en los primeros diez días y esperan que su fin sea en carnaval
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PINAMAR, enviado especial-. La segunda quincena de enero cerró con un alto nivel de ocupación, un 96,1% en promedio. La cifra surge del observatorio de Turismo, que hace el relevamiento en hoteles e inmobiliarias en Pinamar, Ostende, Valeria del Mar y Cariló. El informe mensual también dio buenos resultados para el sector, con un promedio de ocupación del 94 por ciento en alojamientos y de 96% en balnearios.
Este enero tuvo un condimento extra que ayudó bastante: el clima fue excelente. Llovió un día y después apenas cayeron unas gotas. Las noches fueron benévolas también, lo que permitió que la gente se volcara más al consumo en locales gastronómicos. Los picos, claro, fueron los fines de semana.
Para febrero no hay números todavía, pero se estima que será bueno -no tanto como enero- y que finalizará con los feriados de carnaval, casi al final del mes. Después, el 27, empiezan formalmente las clases en la ciudad de Buenos Aires y los planes para el sector turístico van cayendo. Gran parte del turismo de fin de semana viene de ahí.
“Esperamos que el mes de febrero continúe transitando sin inconvenientes con cifras de ocupación y consumo gastronómico positivas para lograr seguir posicionando a Pinamar como destino nacional de excelencia en calidad de servicio”, afirmó el secretario de Turismo, Juan Ibarguren, a LA NACION.
Cristina Cuocco, que tiene hospedaje en Pinamar, resaltó la cantidad de visitantes del mes de enero. “Fue muy lindo. Hubo mucha gente, y sobre todo, mucha gente joven”, explicó a este medio. Y agregó que para febrero “tenemos reservas usualmente hasta el día 10 o 12, y después baja y repunta para carnaval”. Para Cristina, febrero y marzo suelen ser meses utilizados por aquellos turistas que buscan mucho relax, porque en enero “hay mucho ruido”.
Es que si bien es un destino familiar, en enero los adultos suelen venir con hijos jóvenes o adolescentes, que le dan otro ritmo a la ciudad, un ritmo más vertiginoso. Los bares se llenan hasta tarde y los boliches -que ya no son tan masivos como cuando estaba abierto Ku- también.
La segunda quincena de enero tuvo dos etapas. En la primera semana, el nivel de ocupación fue récord, alcanzando un 99%. En ese recambio de quincena hubo largas filas de autos en la ruta 2 y algunos tardaron hasta 9 horas en llegar desde Buenos Aires. Sin embargo, en la segunda semana hubo una leve caída, al 93,3% de ocupación. Pero el promedio dejó más que conforme al sector turístico.
Ibarguren también resaltó que Pinamar aumentó su cantidad de plazas de alojamiento en un 27% en dos años. “Y va a seguir creciendo año a año”, agregó.
El partido de Pinamar tiene 380.000 plazas disponibles: 25.000 entre hoteles, aparts y departamentos con servicio y el resto son casas y departamentos. De acuerdo al informe no hubo establecimientos abiertos sin ocupación en la segunda quincena, y con ocupación plena, un 65,5%.
La gente eligió quedarse 4,4 días en el caso de los hoteles y casi una semana en los aparts o departamentos con servicios. Como ocurre cada verano, los fines de semana la ciudad está más saturada, por los visitantes que vienen para cortar con el trabajo aunque sea por dos días.
Los números de la segunda quincena implican, según el Observatorio, una variación negativa de 2% en relación al mismo período del verano de 2022, el primero en el que la gente se había lanzado masivamente a la costa bonaerense en medio de un pico de contagios de Covid, cuando el final de la pandemia se podía ver, pero estaba lejos.
Fue, de todos modos, una temporada exitosa para esta ciudad. Los porcentajes más altos de ocupación los fines de semana los registró Cariló, el bosque encantado que convoca a miles de turistas cada año. Pero Pinamar, Ostende y Valeria del Mar también vivieron una buena segunda quincena.
En Cariló, en todo el mes, la temporada fue “excelente”, según dice a este medio Nelson Valimbri, el propietario del Apart Hotel Saint Germain y dueño del Golf Club de Cariló. “El tiempo acompañó y el nivel de consumo fue bueno. Los únicos que quedaron un poco relegados fueron los locales no gastronómicos, de venta de ropa, por ejemplo”, explicó.
La ocupación en carpas en enero fue más alta que el año anterior; el consumo en restaurantes de playa estuvo bien (en un 88%) y en los del centro el promedio de buen consumo se registró en el 77% de los casos.
Pinamar fue sede de varios eventos culturales y deportivos en enero. Desde los espectáculos de Flavio Mendoza (con Stravaganza) hasta el campeonato sudamericano de Súper Cross. También hubo desfiles, importantes torneos de golf y recitales, como el de Rusherking. Se hicieron, además, dos carreras, la maratón del Desierto y la carrera nocturna, por el camino de los Pioneros.
La política también hizo base en estos balnearios. De María Eugenia Vidal a Axel Kicillof, dirigentes de distintos espacios eligieron Pinamar, Ostende, Valeria o Cariló para pasar de descanso o hacer una recorrida política. O las dos cosas.
La leve caída de ocupación en la segunda semana de esta quincena pudo verse reflejada en la calle, en la playa y por las noches. Si bien el centro de Pinamar estuvo repleto de gente y los restaurantes casi todos tenían consumidores, se percibía un descenso en la cantidad de visitantes.
En la primera semana (del 15 al 21) en Bunge y Libertador casi no cabía un alfiler por las noches. Y durante el día, cuando el clima acompañó, la playa explotó. La segunda quincena se va, de todos modos, con una gran cantidad de turistas que vino este fin de semana para descansar y con mucha suerte: este domingo estuvo totalmente despejado.
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