Pese a las promesas, 600 familias siguen tomando un frigorífico en Quilmes
La municipalidad insiste en que comprará las tierras; los ocupantes se niegan a levantar sus casillas
LA PLATA.– Edelina Aguilera cruza la lámina de sombra que proyecta su casilla de madera, se seca las manos en una vieja toalla que utiliza como delantal y comienza el ritual diario para preparar la cena. "No me gusta que me digan ocupa. Pero… ¡soy una ocupa! La verdad es que sé que está mal lo que hice, pero no me quedaba otra y, cuando me enteré de que estaban tomando estos terrenos, me vine corriendo", dice.
La familia Aguilera es una de las primeras que se radicaron en el predio tomado al frigorífico Finexcor, situado sobre la avenida Montevideo al 1700, en Quilmes. Son 10 hectáreas, que, en diciembre pasado, fueron usurpadas por unas 600 familias.
Por entonces, se pensó que la toma de ese terreno privado iba a ser momentánea. Ahora, el predio se ha transformado en un asentamiento en pleno crecimiento, donde se mezclan casas de material de hasta dos pisos con casillas de madera y habitaciones precarias construidas con cartones y partes de cajones de manzanas.
"No quiero que me regalen nada. Quiero pagar por este terreno. De una manera que podamos cumplir… Tal vez en cuotas. No sé. La verdad es que mucha ayuda nunca nos dieron. El gobierno bonaerense la única vez que apareció fue cuando se inundó todo. Ahí nos entregaron dos colchones y una frazada", dice Aguilera.
Su vecino Javier Ramírez trabaja de seguridad privado en un banco. Cuando habla del tema desliza su vergüenza por haber tomado un terreno del frigorífico Finexcor. Aunque no se arrepiente. Y asegura que, tras la usurpación del predio, toda la zona experimentó un gran crecimiento.
"Hace 33 años que vivo en el barrio, desde que nací. El predio vacío contribuía a la inseguridad. Muchas veces sirvió para que se ocultaran delincuentes o para violaciones. Ahora, con la llegada de nuevas familias, se ha llenado de quioscos y almacenes que hacen progresar a la zona", dice Ramírez.
Desde el municipio de Quilmes se anunció que estos terrenos iban a ser comprados al frigorífico, con parte de una deuda que la empresa mantiene con la comuna y que, luego, se iba a urbanizar la zona.
"El intendente Francisco Gutiérrez vino hace unos meses y anunció que se iba a lanzar un plan de vivienda para construir casas. No sé cómo lo hará, ya que la zona está completa y las familias se niegan a tirar las casas que tanto esfuerzo le costó levantar", dice Sandra Román.
Consultado por La Nacion el director general de Tierras de Quilmes, Rafael Lopardo, asegura que las tierras de ese predio están casi adquiridas. "En el frigorífico Finexcor nos dijeron que están por presentar la quiebra. Nuestra idea es poder absorber parte de esa quiebra y quedarnos con el predio. De todas maneras, hay que comenzar a nivelar los terrenos y planificar la apertura de calles para urbanizar la zona."
Conflicto judicial
Al igual que Aguilera, Ramírez o Román, otras tantas familias usurparon, en diciembre pasado, terrenos de otra empresa. Se trata de seis hectáreas del Frigorífico Penta, donde también ahora se levantan casas de ladrillos que se mezclan con casillas de chapa y madera.
Este asentamiento, ubicado sobre la calle Lamadrid (a diez cuadras de los terrenos usurpados de Finexcor) es el centro de una puja judicial que incluye a usurpadores y a la municipalidad de Quilmes, por un lado, y al propietario, por otro.
"Cuando nos tomaron nuestros terrenos, explicamos que ése era un espacio que forma parte de los procesos productivos que se realizan en el frigorífico. Pero, pese a los pedidos al municipio, no nos escucharon y dejaron que continuaran la construcción de casillas y viviendas precarias. En un primer momento hasta se barajó la posibilidad de mudar parte de esas instalaciones a un lugar donde se pudiera completar el proceso con desechos, pero quedó en la nada", explica el presidente del Frigorífico Penta, Juan Carlos Delaney. Y agrega que, a partir de entonces, el tema se debatió en la Justicia y ahora está en la Cámara de Casación. "La Justicia ya decidió sobre la cuestión de fondo. Y ordenó que desalojaran las tierras, pero el intendente se opone. Por eso, se tendrá que seguir con el litigio judicial", concluye Delaney.