Patagonia: los destinos donde más bajaron los turistas, el oasis que resiste, y el aluvión que puede salvar la temporada
Aunque en el arranque de año hay cierto optimismo, la afluencia de visitantes en los principales destinos está por debajo de los niveles esperados
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SAN CARLOS DE BARILOCHE.– La incertidumbre que hasta hace un mes sobrevolaba entre los protagonistas del sector turístico en esta ciudad y en el resto de la Patagonia se va transformando en certezas. Aunque en el arranque de año sobresale el optimismo, la afluencia de visitantes está por debajo de los niveles esperados.
“Durante fin de año tuvimos una ocupación bastante buena. Teníamos previsto un poco más. No obstante, ha habido entre un 65 y un 70% de ocupación. Y para enero preveíamos un 80%, pero rondaremos entre un 65 y un 70%. Nos basamos en las confirmaciones que hay y en la cantidad de personas que sacaron pasajes aéreos antes del cambio de gobierno”, señala Sergio Herrero, secretario de Turismo de Bariloche.
Agrega que es “altísima” la afluencia de turistas de Chile y de otros países, una situación que se replica en El Bolsón, 120 km al sur, donde la ocupación para fin de año arañó el 60%.
A su vez, en Bariloche ya se preparan para la temporada baja: desde el municipio lanzaron Baricheck, una suerte de PreViaje local. Se trata de una chequera digital con descuentos que podrá ser utilizada por turistas y locales durante el mes de mayo, en coincidencia con el cumpleaños de la localidad rionegrina.
Y si bien Bariloche suele ser un “oasis” en medio de las crisis económicas, en los destinos costeros se siente más la inflación. Las Grutas, uno de los más importantes balnearios marítimos de la Patagonia, cerró diciembre con un 40% de ocupación turística, 9 puntos por debajo del mismo mes de 2022.
En tanto, durante el fin de semana de Año Nuevo, el lugar experimentó un 73% de ocupación. “En enero hacemos relevamientos semana a semana. Actualmente, hay un nivel de reservas hoteleras por encima del 80%, y del 50-60% en las plazas extrahoteleras. Lo que sí notamos es mucho turismo de cercanía: mucha gente decide un miércoles, por ejemplo, viajar por el fin de semana. Así que muy cerca de la fecha de salida está buscando alojamiento y reservando”, indica Nicolás Carassale, secretario de Turismo de Las Grutas.
En veranos anteriores, el destino suele estar con un 90% de ocupación para esta misma época, con reservas que ya estaban firmes desde noviembre o diciembre. Tal como explica el funcionario, ahora observan una tendencia a las estadías y viajes cortos (el precio de los combustibles resulta clave en la decisión), poca anticipación y mucha atención en el pronóstico del clima. La mayoría de los visitantes actuales de Las Grutas provienen de la provincia de Buenos Aires, aunque también de otras ciudades rionegrinas, así como de Neuquén y Chubut.
En ese destino, todo el sector comercial recurrió a promociones para atraer turistas frente al escenario incierto. Asimismo, desde la Secretaría de Turismo acaban de lanzar un código QR con ofertas de la mayoría de los operadores turísticos, que se actualizará cada semana. “Sigue habiendo incertidumbre. Como otros años de crisis económica, creemos que habrá mucho turismo de fin de semana, mermando lunes, martes y miércoles.
A su vez, especialmente en el sector extrahotelero de Las Grutas –conformado por departamentos y casas de alquiler frente al mar– tuvieron que bajar los precios para que se activaran las reservas. Lo mismo ocurrió entre los gastronómicos, que lanzaron menús para la cena de Año Nuevo y luego tuvieron que ajustar las tarifas.
En esa ciudad balnearia, se consiguen hoteles de 2 estrellas desde 35.000 pesos en base doble, mientras que los de 3 estrellas rondan los 55.000 pesos para dos personas, con vista al mar, desayuno y cochera. Aunque con variedad de acuerdo a las categorías, hay precios similares en los departamentos turísticos de mejor nivel: cuatro personas pagan actualmente entre 70.000 y 90.000 pesos por día, en departamentos con amenities.
Diferencia abismal
Unos 250 kilómetros más al sur, en la provincia de Chubut, Puerto Madryn también experimenta un comienzo de temporada lento. Cecilia Pavia, secretaria de Turismo de esa municipalidad, afirma que, según el último relevamiento, para la semana del 1 al 7 de enero rondan un 28% de reservas. “Yo creo que vamos a cerrar un poquito más arriba, ya que en estos días se notó la llegada de muchos turistas sin reservas”, suma. La mayoría llegan desde el Valle de Río Negro y desde otros rincones chubutenses.
Y las reservas para la semana del 8 al 15 de enero hablan, por ahora, de una ocupación cercana al 40%. Puerto Madryn cuenta con unas 7500 plazas turísticas habilitadas. Pavia agrega que la diferencia con el verano anterior es “abismal”: la primera semana de enero de 2023 el destino cerró con un 70% de ocupación, mientras que la segunda semana fue del 80%.
En tanto, desde el Ministerio de Turismo y Áreas Protegidas del Chubut –donde los niveles de ocupación aún son bajos– también prevén que a partir de la segunda semana de enero se incremente el turismo interno dentro de la provincia como el turismo nacional.
La tendencia de la demanda espontánea y los viajes cortos se replica en la provincia de Neuquén. Así lo confirmó a LA NACION Gustavo Capiet, el nuevo ministro de Turismo neuquino: “Hasta acá, a igual período del año pasado, estamos con un 15% menos de reservas aproximadamente. Sabemos que hay otros lugares de la Patagonia, sobre todo en la costa, que están mucho más afectados. En Neuquén, confiamos en el turismo de cercanía y la demanda espontánea”.
Capiet añade que en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén hay alrededor de 1 millón de habitantes: muchos no reservaron alojamiento para sus vacaciones en lugares alejados por una cuestión de costos y por la incertidumbre que hay. “Eso se traduce en demanda espontánea. Suelen ser habitués de la cordillera, llegan sin reserva y van siempre a los mismos lugares. También hay mucha gente que habitualmente viajaba más lejos y tampoco está reservando ahora. Creemos que harán viajes más cortos en la zona”, dice.
A eso se suma la llegada de turistas chilenos: “Compartimos 500 kilómetros de frontera y del otro lado viven cuatro millones de personas. Más allá de que la devaluación les encareció un poco las cosas, seguimos siendo competitivos. Y el chileno tampoco reserva, los encontrás a las 6 p.m. dando vueltas, buscando hoteles donde dormir”.
En ese sentido, en los principales destinos neuquinos, como San Martín de los Andes, Villa La Angostura, Villa Traful, Caviahue y Copahue, esperan ir recuperando ese 15% de reservas que se han perdido respecto de años anteriores. “En enero pasado trabajamos en el orden del 70%, con un comienzo más flojo. Ojalá alcance con la demanda espontánea para llegar cerca de los niveles previos. Hoy tenemos reservado un 55% de las plazas, aproximadamente, sobre todo en el Corredor de los Lagos, sin que tengamos información sobre descensos de precios por parte de los hoteleros. Sí existe mucha dispersión de precios: hay hoteles iguales y uno cuesta la mitad, o incluso hoteles de categoría baja con precios de categorías más altas”, advierte Capiet.
En los destinos estrella de Santa Cruz y Tierra del Fuego, la coyuntura económica parece no impactar. Tal como cuentan diversas agencias y operadores, El Calafate y El Chaltén están desbordados de reservas. La afluencia es altísima desde noviembre, con ocupación plena en diciembre y reservas al 100% para enero y febrero.
“Si bien hay quienes llegan en sus propios vehículos, mucha gente compró en septiembre y octubre, se aseguró los aéreos y reservas hoteleras. Eso hace que, por más aumentos que haya habido ahora, congelaron y pagaron todo. La excursión más importante de Calafate, que es el minitrekking sobre el glaciar, está full hasta el 20 de enero, no hay lugares disponibles. Hay 10 o 12 salidas diarias, a la mañana y a la tarde, todas llenas. Y así pasa con las demás excursiones”, indica el dueño de una agencia que presta servicios receptivos en la Patagonia austral.
La hotelería 4 estrellas está completa, tanto en El Chaltén como en El Calafate, mientras que también hay mucha demanda en las categorías más económicas. En los restaurantes hay dos turnos de servicio, y mayormente hay que hacer fila para poder comer afuera. Claro que la presencia de turistas extranjeros empuja el movimiento, que se prevé parejo incluso hasta marzo.
El sector turístico en Ushuaia también está trabajando bien. “De momento, para el mes de enero venimos con alta ocupación. Si bien hemos tenido algunas cancelaciones para fin de año, la proyección de ocupación al primer mes del año no se vio afectada. Sí nos estamos ocupando de los meses de baja temporada (abril, mayo y principios de junio), que en los últimos años superaron nuestras expectativas y posiblemente este año sean menos requeridos”, dice Gabriela Lobo, gerente de Las Hayas Resort.
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