Paseo de sabores por Colonia Caroya
A 44 km de Córdoba, este enclave de inmigrantes italianos se destaca por sus embutidos y las pastas
CORDOBA.- Un destino especial para el buen paladar, compuesto por el salame de la colonia, las pastas a la italiana y la parrillada, se encuentra a sólo 44 kilómetros al norte de la capital provincial.
Se trata de Colonia Caroya, una localidad pegada a Jesús María, sobre la ruta nacional 9, que surgió de un asentamiento agrícola de inmigrantes de Udine y Friuli, Italia, llegados a nuestro país en 1878. Es un pueblo que atesora sus tradiciones y define como el mejor del mundo a su "salame de la colonia", una marca registrada por los caroyenses.
Para acceder al pueblo, hay que recorrer la avenida San Martín, "amurallada" por plátanos centenarios a ambos lados que le otorgan un toque de distinción, como si se tratase de una calle techada por la arboleda.
A lo largo de ese recorrido se encuentran variadas casas de comidas, donde el visitante puede optar por las pastas italianas elaboradas por familias que conservan el estirpe, o los embutidos y las parrilladas compuestas por carne vacuna, cabritos y pollos. Y para complementar, pueden paladear el vino elaborado con uvas cosechadas en esa misma zona.
Toda esta producción autóctona le permite a Colonia Caroya organizar durante el año sus eventos: la Fiesta Provincial del Salame Casero, la Fiesta de la Vendimia y la Sagra de la Uva y la Fiesta de las Comidas Típicas Caroyenses. En todas ellas resalta la gastronomía, la música y el baile italiano.
Vino y parrillada
El turista no puede dejar de visitar la bodega La Caroyense, fundada en 1930, que hoy posee una superficie de 10.000 m² cubiertos, con una capacidad de 20 millones de litros. Décadas atrás, fue abatida por la crisis, pero en 2001 accionistas zonales adquirieron el complejo y hoy elaboran vinos regionales, finos, especiales, ritual, jugos y grapas.
Esta bodega es la única que elabora champagne cordobés. Hace dos años empezó con una producción limitada, y en la última campaña aspiraba a producir más de 10.000 litros.
Pero volviendo a la propuesta gastronómica, hay numerosas parrillas en las jurisdicciones de Colonia Caroya y Jesús María, muchas de las cuales proliferaron a tono con el Festival Nacional de Doma y Folklore.
El Faro es una de las mejores. Pero la competencia siempre está y así le disputó el terreno Don Aristóbulo, situada cerca de la salida norte de Jesús María.
Sus dueños comentan que el abuelo -don Aristóbulo- fue el inventor de la tablita compartida, que consiste en un trozo de madera que se coloca en el medio de la mesa con distintos cortes de carne para que los comensales vayan escogiendo a gusto. La práctica luego se popularizó.
Caroya y Jesús María cuentan también con un rico patrimonio cultural. Por ejemplo, está la Estancia Jesuítica de Caroya, la vieja Casa de Caroya, declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco en 2000. Allí funcionó el Convictorio de Nuestra Señora de Monserrat. En 1815 se instaló la primera fábrica de armas blancas del país y ahora es el Museo Provincial Casa de Caroya.
En 1878 la política colonizadora del presidente Nicolás Avellaneda llevó a lotear la estancia para instalar lo que fue la colonia de inmigrantes friulanos que sentaron las bases de Colonia Caroya.
Datos útiles
Cómo llegar:
ruta nacional 9, hasta el cruce con Av. San Martín; Ruta A74 por Colonia Tirolesa; o rutas E53 y E66 por Sierras Chicas.
Omnibus desde la Capital: ciudad de Córdoba, Colonia Tirolesa y FonoBus.
- Qué hacer: Colonia Caroya es, básicamente, un lugar para los amantes de la tranquilidad y el buen comer. Entre los productos que se pueden consumir están los vinos, dulces variados, conservas, embutidos (salame, en particular), alfajores, pastas y miel.
- Más información: Los turistas pueden dirigirse a la municipalidad, San Martín 3899, o al teléfono 466246/305/06.