Paro docente: las universidades nacionales no iniciaron el segundo cuatrimestre
El Ministerio de Capital Humano les ofreció el 3% de aumento salarial para agosto y el 2% para septiembre, pero aun así los trabajadores no recuperarían el atraso inflacionario y decretaron entonces la medida de fuerza
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La zona de Recoleta en donde se concentran varias facultades pertenecientes a la Universidad de Buenos Aires (UBA), en el radio de las calles Junín, Marcelo T. De Alvear, Paraguay y la avenida Córdoba, amaneció sin el habitual gentío.
Las puertas de las facultades de Medicina, Sociales, Ciencias Económicas, Farmacia y Bioquímica, y el Hospital Escuela José de San Martín están cerradas, en su mayoría por el fuerte acatamiento del paro anunciado la semana pasada por los gremios de personal docente y no docente de las universidades públicas del país.
Un último intento de llegar a un acuerdo salarial congregó, el viernes pasado, a los sindicatos de estos sectores junto a funcionarios del Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, quienes ofrecieron un aumento del 3% para agosto y del 2% para septiembre.
Por la insuficiencia de esta propuesta, expresaron las partes, tanto el personal docente como el no docente ratificaron la continuidad del plan de lucha. Este incluye la suspensión del inicio de clases, que estaba previsto para hoy, dos jornadas de “visibilización del conflicto”, el 13 y 14 de este mes, y la posibilidad de un paro de 48 horas para el martes 20 y miércoles 21 de agosto.
En la facultad de Medicina, Sergio, personal no docente de la institución, señaló los pasillos vacíos y dijo que la “adhesión era casi total”, lo mismo que el cese de actividades. Esta mañana debía empezar el segundo cuatrimestre, pero el inicio del ciclo se pospuso por el pedido de ambos sectores universitarios de que se llegue a un acuerdo salarial.
“No se sabe nada más. Solo que ofrecen un 3% y un 2%, por eso se paró. Si no se arregla esta semana, porque no hubo contacto, el 20 y 21 va a haber otro paro”, comentó. Además, agregó que había “algún que otro” profesor en las instalaciones, pero que eran quienes realizan tareas de investigación, por lo que no estaban dando clases.
En las puertas de otra dependencia de Medicina, el Instituto de Anatomía Patológica, sobre la calle Uriburu al 950, un cartel de la agrupación Bordó, de los no docentes, dice: “Sin lucha no hay recomposición salarial”, y llaman a asambleas generales o, advierten, una segunda marcha universitaria.
La primera, el 23 de abril de este año, movilizó a un gran número de personas que pedían el tratamiento del presupuesto para la educación. De hecho, ayer, Emiliano Cagnacci, secretario general de la Asociación de Docentes de la Universidad de Buenos Aires (Aduba) aseguró en diálogo con LA NACION: “Lo que se viene conversando desde el Frente sindical, en conjunto con la Federación Universitaria Argentina (FUA) y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), es la necesidad de dar visibilización a la problemática del sistema universitario, y la movilización fue efectiva por la potencia, permitió que el conjunto de nuestra sociedad se exprese, y por eso lo vemos posible nuevamente”.
Hoy, en tanto, Cagnacci dijo: “Se nota en todos lados una adhesión fuerte al paro, debido a que es del conjunto del sistema universitario, tanto docente (Aduba) como no docente (Apunta)”. Además, aseguró que hasta el momento no hubo contactos formales por parte del Gobierno: “Esperamos que se dé en el transcurso del día, pero por ahora no lo hubo. Sí se nota la contundencia del paro en el inicio del segundo cuatrimestre “.
Jorge Anro, secretario adjunto de la Federación Argentina del Trabajador de las Universidades Nacionales (Fatun), coincidió en la totalidad del acatamiento, y enfatizó que esto tanto en la UBA como en “la mayoría de las universidades nacionales”.
“El paro es muy fuerte y tiene un gran respaldo de toda la comunidad universitaria”, remarcó. A su vez, contó que todavía no hay novedades y que no tuvieron ningún tipo de llamado. “Así que seguimos adelante con las medidas, las tareas de visibilización de mañana y pasado. En la UBA vamos a poner, también, mesas para difundir la problemática con el conjunto de la sociedad”, detalló.
La facultad de Ciencias Sociales estaba, esta mañana, completamente cerrada. No había personal ni alumnado a la vista. Sobre las fachadas del Hospital Escuela José de San Martín y de la facultad de Ciencias Económicas dos carteles verticales, desde el techo al piso, anunciaban: ”Sin salarios dignos la UBA no funciona”.
Es que, tras ocho meses desde que asumió el gobierno de Javier Milei, la cruzada por un acuerdo paritario sigue en pie. Al comienzo del mandato, la problemática sobre la asignación del presupuesto para la educación, que entonces se había establecido en el mismo monto que el de 2023, llevó a una serie de marchas y paros en diversas ocasiones.
El antecedente más cercano fue el paro de 48 horas del 4 y 5 de junio pasado, con el que, además de reclamar un incremento presupuestario y mejoras de los sueldos, se exigió el reintegro del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), creado en 1998. Se trataba de transferencias de Nación a las provincias para mejorar los salarios docentes, pero el Gobierno entrante lo eliminó en enero de este año en el contexto de la puja con los gobernadores y el tratamiento de la ley ómnibus. La justificación para no prorrogarlo fue que los docentes no son nacionales, por lo que la plata deberá salir de cada provincia.
A esta medida la había precedido el paro del 23 de mayo, un mes después de la marcha. Y antes, incluso, la UBA se había declarado en emergencia presupuestaria por los recortes de fondos que implicó la asignación del presupuesto 2024.
Ahora el factor determinante del conflicto es que los aumentos salariales no queden por debajo de la inflación —que según las consultoras privadas se ubicará en torno al 4% este mes, cuando en CABA los datos del Instituto de Estadística y Censos porteño (Idecba) para julio arrojaron una aceleración del 5,1%— y que se recupere el poder adquisitivo perdido, especialmente durante los primeros meses del año, luego de un IPC de 25,5% en diciembre del año pasado.
Las propuestas actuales del Gobierno del 3% y 2% para agosto y septiembre respectivamente no reacondiciona el atraso que sufrieron los ingresos de sectores claves de la educación, quienes aseguran estar un 56% por debajo.
En la sede de Economía, un joven de seguridad, personal no docente, contó que, efectivamente, las actividades están suspendidas. “Vinieron algunos docentes a firmar el acta e irse, nada más”, agregó, y dijo que no podía todavía hablar con la prensa.
Como en las otras sedes de la UBA, no había alumnos a la vista, solo una chica que se acercó “a buscar un certificado” y que no estaba enterada del paro nacional. Otro chico, que sí estudia en esta facultad, se había acercado a consultar sobre el inicio de las clases, porque nadie le dijo que hoy no abría la casa de estudios.
Colegios dependientes de la UBA
En Marcelo T. de Alvear al 1851, la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, dependiente de la Universidad de Buenos Aires, tampoco abrió este lunes. Las puertas, externas e internas, estaban cerradas, y las luces adentro, apagadas. No había personal docente ni no docente a la vista. Ni siquiera alumnos, ya que no dieron clases en adhesión al paro.
El equipo de conducción anunció a través de su página: “Nos comunicamos con el propósito de informarles que, debido al paro del personal docente y no docente que afecta a las escuelas Preuniversitarias de la UBA anunciado por los gremios con aplicación en todo el país, el día Lunes 12/08, no se llevarán adelante actividades académicas, pedagógicas ni administrativas, ya que no estarán garantizadas las condiciones básicas para el funcionamiento de la Institución”.
El Colegio Nacional de Buenos Aires, sobre Bolívar 263, tenía las rejas de entrada con cadena y candado. Un cartel anunciaba la “continuación del plan de lucha” y el rechazo de la “pérdida salarial del 55%”, con la exigencia de un “salario digno y justo”. Los firmantes: AGD-CNBA, Asociación Gremial Docente de la UBA y Conadu Histórica.
También en la página de esta institución publicaron, como en el caso anterior: “Debido al paro de la totalidad de las organizaciones gremiales docentes y no docentes de las universidades nacionales y sus dependencias, se informa que no están dadas las condiciones básicas para el funcionamiento de las actividades académicas, pedagógicas y administrativas del Colegio el día lunes 12 de agosto”.
“Los colegios preuniversitarios adhieren porque dependen de la UBA, y esta medida afecta tanto a los salarios de docentes universitarios como de estos colegios. Como estudiantes entendemos que esto nos afecta, ya que la excelencia académica que los caracteriza se basa en nuestros docentes”, detalló Teo Boruchowicz, presidente del centro de estudiantes del Colegio Nacional.
Por otro lado, agregó que están en permanente coordinación con los otros colegios preuniversitarios, no solo el Pellegrini, sino también el ILSE y los Agrotécnico y Técnico de Villa Lugano y que cualquier medida que tomen va a tener que ser masiva. En vistas de esto, ya tienen agendadas asambleas en las próximas semanas para decidir qué medidas concretas tomar. “Se está hablando de una nueva marcha en septiembre. En ese caso se votará en asambleas. Si sale a favor, adheriremos a la medida”, concluyó.
Marcelo Creta, secretario de Políticas Universitarias de UTE-CTERA, contó que el relevamiento de todas las universidades y colegios preuniversitarios del país mostraron un acatamiento de la medida superior al 95%.
LA NACION quiso contactar con Capital Humano, pero hasta el momento de la publicación no obtuvo comentarios.
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