Para la clase media: qué se sabe de los vouchers y del plan de ayuda para pagar las cuotas de los colegios
Representantes del Ministerio de Capital Humano mantienen reuniones con autoridades de las instituciones; recién están delineando el programa de asistencia
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La noticia fue recibida con mucha expectativa por los colegios privados y por las familias: el presidente Javier Milei anunció hoy que prepara un mecanismo de asistencia para la clase media para pagar las cuotas de las escuelas, dadas las fuertes subas antes de comenzar el ciclo lectivo. Aunque por ahora son más las incógnitas sobre cómo funcionará y el alcance real que pueda tener, que las certezas. Porque lo cierto es que por el momento no es mucho más que una expresión de deseo del Presidente, una idea que recordó a los vouchers de la campaña, que puede sonar interesante, pero que en la práctica puede encontrarse con distintos escollos.
Los últimos números apuntan que las escuelas privadas cerraron el año pasado con una morosidad del 20%, con una baja en las inscripciones del nivel inicial del 15% y con muchas dudas y enojo de los padres sobre cómo enfrentar los aumentos de las cuotas que se dan en todos los meses del año. Además, como se eliminó el mecanismo para que las instituciones informen a la Secretaría de Comercio cada vez que suben la mensualidad, esto podría significar más alzas sin la certeza de cómo pagarlos.
La llegada de esta ayuda a las familias para que no tengan que cambiar a sus hijos de los colegios se anunció que funcionará como un “mecanismo de asistencia para la clase media”. Es decir, una forma de subsidiar la demanda y no la oferta. En la práctica, se supone que las familias que envíen a sus hijos a escuelas privadas, que hayan sufrido grandes aumentos en los últimos meses como consecuencia de la inflación, recibirían una ayuda del Estado para no tener que cambiar a sus hijos de escuela. Lo que no se sabe aún es cómo se va a implementar, a quiénes les va a corresponder y a quiénes no. O cómo será el trámite para acceder a esa ayuda. Además, de cómo hará el Estado para verificar que ese fondo se utilice efectivamente para pagar la escuela.
Hoy la subvención del Estado alcanza a unos dos millones de alumnos en todo el país, mientras que los estudiantes de las instituciones privadas (con o sin aportes del Estado) son unos tres millones. Del total, unos 600.000 (el 20%) terminaron el año adeudando cuotas. Significa que la ayuda debería alcanzar al menos a ese número de beneficiarios.
Si bien, representantes del Ministerio de Capital Humano, del que depende la Secretaría de Educación, a cargo de Carlos Torrendell, mantienen reuniones con los autoridades de los colegios privados, lo cierto es que recién se está comenzando a delinear cómo podría ser este plan para alcanzar a aquellas familias que, sin esa ayuda, deberían cambiar a sus hijos a colegios públicos.
“Es una buena noticia, todo lo que sea ayuda para las familias en educación y para las escuelas es muy importante porque la clase media también necesita recibir ayuda en momentos de crisis. Generalmente, es la gran olvidada de los gobiernos y me parece que es muy importante que la clase media sea tenida en cuenta porque es quien generalmente recibe el golpe más duro cuando hay momentos de crisis económica”, opinó Martín Zurita, secretario ejecutivo de la Asociación de Instituciones Educativas de la Provincia de Buenos Aires (Aiepba).
Los números
Hoy, en el país hay unas 14.200 escuelas privadas. De ellas, unas 10.000 tienen algún tipo de subvención: algunas reciben del Estado los fondos para pagar el 40% de los salarios docentes y otras, hasta el 100%, según datos de la Confederación Argentina de Institutos de Enseñanza Privada (Caiep). Es decir que hay unas 4200 que no reciben ayuda. De ellas, la mitad corresponde a sectores medios y medios alto. Y otras 2100 son escuelas que atienden a una población de menores recursos que las eligen porque la oferta de la escuela pública no le resulta una alternativa: por cercanía, por vacantes, por horarios y también por temas vinculados a la inseguridad y a la calidad educativa, entre otras cuestiones. “Estamos hablando de aumentos interanuales muy elevados y al no tener subsidios, el impacto se traslada al arancel. Hoy la fuente de ingresos en más del 90% de los estudiantes que van a escuelas privadas es un salario”, explica Rodolfo de Vicenzi, presidente de Caiep.
En la provincia de Buenos Aires, el 95% de los establecimientos privados que no reciben aportes del Estado solicitó el subsidio después de la pandemia. Esto significa una crisis enorme que tiene en jaque a más de 200 escuelas. Y muchas de ellos, unas 30 instituciones están al borde del cierre y otros tantos debieron cerrar por no poder sostener la estructura de costos. O porque el valor del metro cuadrado de sus edificios supera a la rentabilidad del colegio.
“Si caen los ingresos y tenés que cambiar a los chicos del colegio, es traumatizante para padres e hijos. Es para que tengas el financiamiento para mantener a tus hijos en la escuela, es una contención”, indicó Milei en Radio La Red. También anunció que habrá vouchers para comprar los útiles escolares y que el ministro de Economía, Luis Caputo, y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, están trabajando en esta medida.
El anuncio del Presidente se da en momentos en que varios colegios privados ya comunicaron aumentos del 30% por encima de los valores informados en octubre en el acuerdo escolar por la suba de insumos, obras edilicias y la inflación, entre otros factores. Además, ocurre luego de que el Gobierno permitiera que las escuelas privadas no estén obligadas a informar a la Secretaría de Comercio de la Nación cada vez que aumenten el valor de sus cuotas.
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