Un grupo de padres se opone a que sus hijos tengan más horas de clase en escuelas públicas porteñas
Dentro de las razones señalaron que esto produciría “estrés emocional” en la comunidad educativa y que alteraría la rutina de los alumnos; el gobierno porteño dijo que será “solo para los chicos que inician primer grado”.
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Este lunes, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires puso en marcha el proyecto para transformar de jornada simple a completa 30 escuelas para “maximizar el aprovechamiento del tiempo” en las aulas. En desacuerdo con la iniciativa, un grupo de padres se opone a que sus hijos tengan más horas de clase. Entre otras razones, dijeron esto producirá “estrés emocional” en la comunidad educativa.
Según confirmaron fuentes del Ministerio de Educación porteño a LA NACION, este cambio se hará a partir de 2023 “solo para los chicos que inician primer grado”.
En el ámbito nacional, el titular de la cartera educativa, Jaime Perczyk, promueve el programa “Una hora más”, para que los estudiantes sumen una hora de clases extra por semana. “Que las chicas y los chicos de primaria vayan más horas a la escuela es una decisión política, para que aprendan más lengua y más matemática”, dijo el ministro, en agosto pasado, sobre una iniciativa que cuenta con la aprobación de más de la mitad de las provincias.
Este grupo publicó una carta en el sitio de la organización social el Observatorio del Derecho a la Ciudad para mostrar su rechazo. “De manera intempestiva e inconsulta, en agosto de este año, el ministerio de Educación de la Ciudad decidió transformar una decena de escuelas primarias de jornada simple a completa”, escribieron.
Además, explicaron las razones por las que rechazan la ampliación a doble turno. En primer lugar, plantearon: “Pérdida de la rutina actual de los niños. Actividades que actualmente realizan a contraturno como deportivas, estudios, terapias deberán ser abandonadas”.
Otros motivos son el “estrés emocional en educadores, niños, madres y padres afectados por la brutalidad de la implementación”; “la pérdida de los proyectos familiares que eligieron una media jornada para sus hijos”; la “exclusión de niños con diversos desafíos de aprendizaje y/o sociabilidad”; “alterar la identidad de la escuela, que fue pensada y construida con un proyecto determinado, la modificaría por completo. Se estaría hablando de otra escuela”; la “pérdida de la diversidad social e inclusión en la comunidad de les estudiantes”; la “pérdida de los núcleos sociales de pertenencia”.
También cuestionaron que, a partir del año que viene, habría una “superpoblación de niños en aulas pequeñas”; discontinuarían “cargos docentes por cambio de horarios y contrataciones”; perderían “espacios de investigación, biblioteca y arte para ser utilizados como aulas”.
Estos son, textualmente, las razones por las que se oponen a la doble jornada:
- Pérdida de la rutina actual de los/as niños/as. Actividades que actualmente realizan a contraturno como deportivas, estudios, terapias deberán ser abandonadas
- Pérdida de los proyectos familiares que eligieron una media jornada para sus hijes.
- Exclusión de niñes con diversos desafíos de aprendizaje y/o sociabilidad que se verán exigidos a una modalidad que los desborda o deberán ser trasladados a otras escuelas
- Pérdida de la diversidad social e inclusión en la comunidad de les estudiantes.
- Pérdida de los núcleos sociales de pertenencia.
- Discontinuidad de cargos docentes por cambio de horarios y contrataciones
- Superpoblación de niñes en aulas pequeñas.
- Pérdida de espacios de investigación, biblioteca y arte para ser utilizados como aulas.
- Incertidumbre en cuanto al cuidado por una infraestructura precaria.
- Stress emocional en educadores, niñes, madres y padres afectados por la brutalidad de la implementación.
- Alterar la identidad de la escuela, que fue pensada y construida con un proyecto determinado, la modificaría por completo. Se estaría hablando de otra escuela.
- Pensar la escuela de una única forma es no dar lugar a las diferentes necesidades y elecciones.
- Rechazo de la democracia educativa.
María Eva Koutsovitis, coordinadora de la Cátedra de Ingeniería Comunitaria de la UBA e investigadora del IPYPP:, planteó: “El modo en que la Ciudad pretende implementar el cambio de modalidad lejos está de contemplar las necesidades del alumnado. Hasta el día de la fecha, el gobierno porteño no ha logrado articular una fundamentación normativa ni pedagógica contundente que justificara tamaño cambio repentino en la escolaridad de los alumnos y las alumnas y las rutinas familiares. El avasallamiento institucional en el ámbito educativo no tiene fin. Pasar de jornada simple a jornada completa implica adecuar la infraestructura escolar, el servicio de comedores escolares y, por supuesto, modificar la propuesta pedagógica y la rutina de las familias, estudiantes y docentes”.
Por su parte, Jonatan Baldiviezo, fundador del Observatorio del Derecho a la Ciudad y de El Movimiento La Ciudad Somos Quienes La Habitamos, planteó: “El proyecto de modificar la modalidad de jornada simple no respeta el principio internacional del respeto al interés superior del niño dispuesto en el art. 3.1 de la Convención Internacional de los Derechos del Niño (norma de rango constitucional a tenor de lo dispuesto por el art. 75, inc. 22, C.N.)”.
Además, señaló: “Tampoco respeta, el artículo 39 de la CCABA que establece que la Ciudad ‘reconoce a los niños, niñas y adolescentes como sujetos activos de sus derechos, les garantiza su protección integral y deben ser informados, consultados y escuchados’. Debe señalarse una gran improvisación en la implementación de la jornada completa”.
En los decretos, el gobierno porteño detalló las razones de la iniciativa. “Que la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires reconoce y garantiza un sistema educativo inspirado en los principios de la libertad, la ética y la solidaridad, tendiente a un desarrollo integral de la persona en una sociedad justa y democrática, asegurando la igualdad de oportunidades y posibilidades para el acceso, permanencia, reinserción y egreso del sistema educativo”, justificaron.
Además, reconocieron que la decisión “obedece principalmente a maximizar el aprovechamiento del tiempo escolar como medio para promover la profundización y el enriquecimiento de la propuesta pedagógica, y a favorecer a los/as docentes con nuevas formas de organización de la enseñanza”.
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