Ómicron: qué se sabe hasta ahora de la variante del Covid-19 que puso en alerta al mundo
Los expertos consideran que la enfermedad que causa la cepa tiene un menor tiempo de incubación y que provocaría cuadros leves; los fundamentos
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The New York Times
NUEVA YORK.– En menos de dos meses, la variante ómicron del coronavirus provocó un número alucinante de casos de Covid-19 en todos los rincones del mundo. Según estimaciones de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), el 95% de los nuevos contagios en Estados Unidos responden a esta cepa. A mediados de este mes, el país llegó a registrar 800.000 nuevos casos diarios, más del triple que en ningún momento anterior de la pandemia.
Los científicos están trabajando horas extra para estudiar la variante, y muchas preguntas todavía no tiene respuesta, pero esto es lo que se sabe hasta ahora.
Contagio e incubación
Ómicron se mueve rápido: así como se propaga a toda velocidad cuando llega a una comunidad, la infección también se manifiesta rápidamente en los contagiados.
El lapso que transcurre entre el momento de exposición al virus, o sea el contagio, y la aparición del primer síntoma se conoce como periodo de incubación.
Las investigaciones sugieren que la versión original de coronavirus y sus primeras variantes tenían un período de incubación promedio de cinco días. En el caso de delta era un poco más rápido: cuatro días. Y ómicron es todavía más veloz, unos tres días, según un reciente estudio de los CDC.
Carga viral
La cantidad de virus que se acumula en el cuerpo de un infectado se conoce como “carga viral”. En general, se cree que las personas con mayor carga viral son las más contagiosas.
En un reciente estudio sobre las variantes alfa y delta, los investigadores descubrieron que los infectados suelen alcanzar el pico de carga viral unos tres días después del contagio, y que en promedio suelen quedar libres del virus unos seis días después de eso.
Resta por verse si ómicron sigue el mismo patrón. Un estudio preliminar muestra que la enfermedad causada por esta variante dura alrededor de un día menos que la infección con delta, y que el pico de carga viral de ómicron también es un poco más bajo. Pero esa diferencia entre los infectados con esta cepa también puede responder a niveles más altos de inmunidad prexistente, sea fruto de la vacunación o de infección previa. Otro equipo de investigación descubrió que entre los inoculados que se infectaban, ómicron y delta provocaban niveles similares de carga viral.
Otros datos dan a entender que ómicron no se comporta como las variantes anteriores. Estudios en animales de laboratorio indican que esta nueva cepa es menos apta que la delta para infectar los pulmones, pero que se replica más velozmente en el tracto respiratorio superior.
Ómicron también podría contener otras características propias y únicas. Un trabajo sobre un número reducido de pacientes encontró que los anticuerpos producidos después de un contagio con esta variante parecen proteger contra la delta, pero que el contagio previo con delta ofrece muy poca protección contra ómicron. Si ese hallazgo se confirma, implica que delta pronto no encontrará huéspedes donde alojarse y replicarse, y que ómicron no conviviría con la delta, sino que la desplazaría.
Gravedad
Ómicron parece causar cuadros menos graves que la delta. En un estudio reciente, los investigadores encontraron que las personas infectadas con ómicron tenían menos probabilidades de ser internadas y terminar en terapia intensiva y necesitar respirador que aquellas infectadas con delta.
Una posible explicación es que ómicron sería menos dañina para los pulmones que las variantes anteriores. Una variante que prolifera principalmente en el tracto respiratorio superior causaría una enfermedad menos grave en la mayoría de las personas. Una señal de que ómicron es menos grave es que las personas no vacunadas que se contagian con esta cepa parecen menos propensas a ser hospitalizadas que las contagiadas con delta.
Pero la aparentemente poca gravedad también puede deberse a que el porcentaje actual de gente vacunada es mucho mayor que cuando proliferaba delta. Ómicron es hábil para evadir los anticuerpos de la vacunación, por eso hay tantos casos entre la gente vacunada, pero los inoculados igual están protegidos contra el desarrollo grave de la enfermedad. Según datos de los CDC, una tercera dosis o dosis de refuerzo de las vacunas de ARNm son un 90% efectivas contra la hospitalización por esta variante.
De todos modos, los médicos advierten que aunque ómicron sea más leve en promedio, algunos pacientes, especialmente aquellos que no están vacunados o tienen sistemas inmunitarios comprometidos, pueden enfermarse gravemente. Y tampoco se sabe su incidencia en los síntomas persistentes conocidos como Covid largo.
Testeos
Como ómicron se replica tan rápido y su período de incubación es tan corto, hay una ventana de tiempo mucho más estrecha para detectar infecciones antes de que las personas comiencen a ser contagiosas y transmitir el virus.
Al principio de la pandemia, la recomendación era que las personas se hicieran un testeo rápido entre cinco y siete días después de su posible exposición al virus. Dado que el período de incubación de ómicron es más corto, muchos expertos ahora recomiendan hacerse el testeo rápido entre dos a cuatro días después de un posible contagio.
Los especialistas ahora recomiendan que quienes quieran hacerse un testeo rápido para reducir el riesgo de transmitir el virus a otros, por ejemplo, en una reunión social, deben hacerlo lo más cerca posible de la realización del evento.
Todavía se debate si las pruebas rápidas de antígenos son menos sensibles a ómicron que a otras variantes. Las pruebas PCR son más sensibles que los testeos rápidos, o sea que probablemente detecten el virus antes en el curso de la infección, pero también son análisis cuyos resultados tardan más.
Nuevas reglas de aislamiento
Los CDC recientemente flexibilizaron sus recomendaciones de aislamiento para las personas infectadas con el virus. Antes, la agencia sugería un aislamiento de 10 días para las personas que daban positivo.
Las nuevas pautas dicen que los infectados pueden dar por terminado el aislamiento después de cinco días si están asintomáticas o si sus síntomas se están resolviendo y no tienen fiebre. Y cuando esas personas tienen que desenvolverse o compartir espacio cerrado con otros, deben usar barbijo durante cinco días más.
Según la agencia, esos cambios responden a nuevos datos que sugieren que la ventana de contagio del virus es desde uno o dos días antes de la aparición de los síntomas hasta dos o tres días después.
Pero los científicos señalan que algunas personas pueden ser contagiosas durante más tiempo, y algunos critican a los CDC por no recomendar la realización de un testeo que arroje un resultado negativo antes de finalizar el período de aislamiento.
Por Emily Anthes y Jonathan Corum
(Traducción de Jaime Arrambide)
Por The New York Times
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