Los refugios climáticos, como el Jardín Botánico, son espacios abiertos al público que ofrecen un lugar para resguardarse y refrescarse del calor
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Hace mucho calor en la ciudad de Buenos Aires. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el período más caliente será entre hoy y el sábado con máximas de 36 a 39 grados en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Frente a este caluroso panorama, y más en un entorno urbano donde predomina el asfalto y el cemento, la lógica indica que la única manera de estar frescos es con el aire acondicionado o dentro de una pileta... pero la realidad es que existen algunos puntos en la ciudad de Buenos Aires llamados refugios climáticos, donde la temperatura disminuye notablemente.
Y en la cima de estos oasis porteños se encuentra el Jardín Botánico Carlos Thays, donde el termómetro podría descender hasta 5 grados o más respecto del resto de la ciudad, y donde es posible sentir una brisa fría a metros de Plaza Italia.
Los refugios climáticos, indicaron desde la Agencia de Protección Ambiental porteña, son espacios abiertos al público que ofrecen un lugar para resguardarse y refrescarse del calor y descansar unos minutos para luego continuar con las actividades. Hay una amplia red de refugios publicados en la web del Gobierno de la Ciudad, pero el más imponente, no solo por su belleza, sino también por el increíble impacto que sus siete hectáreas y sus cerca de 1500 especies vegetales tienen en la temperatura es el Jardín Botánico, cuyo ingreso principal está en la Avenida Santa Fe 3951.
Otro refugio climático clave de la Ciudad, donde la temperatura también baja de manera notable, es la Reserva Ecológica ubicada en Costanera Sur. Sin embargo, no todos los refugios climáticos son naturales, si bien hay otros en parques que funcionan como tales, como el Parque Centenario, ubicado entre las calles Antonio Machado y Leopoldo Marechal, o el Parque Saavedra, en Roque Pérez y Paroissien, hay postas creadas por el gobierno de la Ciudad para que la gente pueda ingresar en un ambiente refrigerado e hidratarse. Por ejemplo, el Museo Carlos Gardel, en Jean Jaures 735 , que abre de 11 a 19 horas, la “estación saludable” de Plaza Houssay, que funciona de 9 a 16 en Paraguay y Uriburu, o el Centro Cultural Recoleta, habilitado desde 13.30 a 22, en Junín 1930.
“La variación de la temperatura del aire en el Jardín Botánico puede deberse tanto a efectos de la densidad de vegetación (a mayor densidad y cobertura vegetal del suelo menor temperatura), como también al aporte de humedad de espejos de agua, como el Río de la Plata. En teoría, la variedad de especies vegetales también logra un mayor descenso de la temperatura, aunque aún no se pudo cuantificar la influencia de este factor dentro del Jardín Botánico”, explica Adrián Irurzun, meteorólogo del Jardín Botánico.
María Semmartin, docente de la cátedra de Ecología de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, describe que la vegetación reduce la temperatura mediante dos caminos. “Provee sombra (si pensamos principalmente en árboles o arbustos grandes) y, a su vez, la transpiración de esos árboles (agua evaporada) usa la energía del aire que está en forma de calor. Entonces, la evaporación que se da durante la transpiración de agua reduce momentáneamente el calor, y por eso se perciben algunos grados menos en sitios cubiertos de árboles”, indica la especialista.
Y agrega: “En ese sentido, cuanto más tupido es el follaje, y los árboles suelen desarrollar una buena copa, mayor es el sombreo y la transpiración. Sin embargo, los árboles deben tener agua suficiente en el suelo. En las ciudades hay, por lo general, mucha menos superficie vegetada que en los sitios. Por lo que los parches de vegetación (plazas, calles con buena arboleda, jardines) son vitales para reducir un poco la temperatura”.
¿Cómo se mide la temperatura?
El Botánico posee la primera estación meteorológica propia e interna para registrar los datos meteorológicos en el entorno de un ambiente diferente. Además, se proyecta la instalación de otro sensor de temperatura y humedad en condiciones de sombra, para medir con exactitud los datos y compararlos con aquellos obtenidos en zonas abiertas y soleadas. No existe una experiencia similar en jardines botánicos de América del Sur, según indicaron desde la Ciudad.
Esta estación trabaja en cooperación permanente con el SMN y se analizan en particular los índices de extremos climáticos relacionados con los cambios probables en la fenología de los vegetales, que pueden afectar su comportamiento en condiciones urbanas, además de estudiar la información del clima en general.
“La temperatura del aire en un sitio sombreado dentro del Jardín Botánico la comparamos con la estación meteorológica que ya posee el Jardín desde fines de 2022, la cual está instalada en un sitio despejado y con buena insolación dentro del predio, cumpliendo los requisitos de la Organización Meteorológica Mundial para este tipo de estaciones. Luego, con la estación meteorológica de Aeroparque y la que está ubicada en Villa Ortúzar (ambas del SMN), podremos comparar los datos de esas estaciones y la del Jardín Botánico. Aún no se ha medido la temperatura del aire en un ambiente soleado y compararlo con otro ambiente con sombra natural en el Jardín Botánico, por lo tanto no sabemos con precisión si la diferencia de temperatura es de dos a cinco grados, o incluso mayor”, señala Irurzun.
Durante el invierno, argumenta Irurzun, los sitios despejados de vegetación se enfrían más que otros con densa vegetación y buena humedad del suelo. “Por lo que cuando llegue ese período del año esperamos tener temperaturas mínimas más altas en sitios con sombra natural y buena humedad, que otros sin sombra o soleados”.
¿Hasta cuándo durará la ola de calor?
El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) comenzará a transitar el período más caluroso de la semana hoy, con mínimas de 24 y 26°C y máximas de entre 35 y 38°C. “El pico de calor va a extenderse entre mañana y el sábado. Van a ser tres jornadas con máximas en el AMBA de 36 a 39 grados”, detalló el meteorólogo Christian Garavaglia.
“La ola de calor continuará a principios de la semana próxima, con temperaturas mayores a los 35°C en distintos puntos del país. “El escenario cambiaría recién el 8 o 9 de febrero, donde se podría poner un punto final a este período de altas temperaturas en Buenos Aires y en gran parte de la Argentina”, concluyó Garavaglia.
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