La justicia porteña ordenó hace tres días la clausura de un basural en un asentamiento de cartoneros, paralelo a las vías del ferrocarril, en Caballito. Anteayer, el gobierno porteño intervino en el lugar y ofreció a las 200 personas que viven allí un subsidio para que se mudaran. Sin embargo, la sola presencia en la zona del polémico juez de instrucción Roberto Gallardo desbarató el proceso de desalojo.
?Había un informe lapidario sobre la peligrosidad del lugar. Los vecinos se presentaron ante la Justicia. Pero ayer Gallardo se presentó en el asentamiento diciendo que esto tenía que parar?, contó a la prensa el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro.
?El fin [de Gallardo] es complicar nuestra gestión, pero les complica la vida a los vecinos de Caballito y a la propia gente que vive en ese lugar, que está en peligro. Pero ésta no es una gestión de Macri: es un pedido de los vecinos de Caballito.?
Se trata de un terreno de 15 hectáreas en el que había playones ferroviarios. En 2000, la ciudad de Buenos Aires y el Organismo Nacional de Administración de Bienes (Onabe) firmaron un convenio para realizar su traspaso. Sin embargo, hace pocos días el Onabe anuló el acuerdo porque consideró que ?la ciudad permitió que ocuparan el predio?.
Los vecinos reclaman desde hace años que se destine a un espacio verde. Ahora, el gobierno porteño suspendió el desalojo, a pesar de tener la autorización judicial para sanear el lugar. El espacio verde tendrá que esperar.
