Nuevo comienzo para Coco: declaran sujeto de derecho al mono rescatado del maltrato en Belgrano y habilitan su libertad
Su destino ya no estará atado a la causa judicial que enfrentan sus captores
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Hace algunas horas, Coco, el mono carayá hallado en un ropero durante un allanamiento en una casona de Belgrano, fue declarado por la Justicia sujeto no humano de derecho. ”Se dispone la libertad total y absoluta de Coco, ejemplar de la especie carayá, libre de cualquier medida, restricción legal y/o injerencia, en su carácter de animal no humano, sujeto de derecho, autorizando su traslado al centro especializado en el tratamiento, recuperación y/o de bienestar animal denominado Proyecto Carayá, en la provincia de Córdoba”, reza la resolución del Juzgado en lo Contravencional y de Faltas N° 4 de la ciudad, a cargo de Rocío López Di Muro.
Coco tiene al menos cinco años y fue rescatado en un operativo realizado en la calle La Pampa al 3100, que contaba con numerosas denuncias por ruidos molestos y organización de fiestas hasta la madrugada. Estaba encerrado en un armario sin luz, agua ni ventilación, en pésimas condiciones de salud. De no mediar esta resolución judicial, quedaría atado a la causa que enfrentan sus captores y hasta existiría la posibilidad de que les fuera reintegrado si ellos resultaran absueltos y pagaran la multa correspondiente por tráfico ilegal o maltrato animal.
Sucede que las leyes argentinas consideran cosas a los animales y se necesita impulsar una declaración en cada caso particular. En su escrito, López Di Muro fundamentó que los animales son merecedores de la más amplia protección jurídica dada su condición de víctimas y sujetos –no humanos–. Y que al no poder accionar por sí mismos, “son los seres humanos quienes deben representarlos ante la vulneración de sus derechos”.
Respondió así a un pedido del fiscal Carlos Rolero Santurián, responsable de la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (Ufema) porteña, sobre la base de dos antecedentes muy importantes en nuestro país: el de la orangutana Sandra y el de la chimpancé Cecilia. Esta última se estaba dejando morir tras perder a su familia, encerrada en el zoológico de Mendoza, motivo por cual se presentó un habeas corpus, figura legal utilizada para obtener la libertad de un ser humano; Cecilia obtuvo el primer habeas corpus concedido en el mundo a un animal y fue liberada en un santuario de Brasil. A Sandra, que vivía en el zoológico de la ciudad de Buenos Aires, un fallo la declaró sujeto de derecho y también logró su liberación en un santuario de Estados Unidos.
Respecto de Coco, a partir del parte médico emitido por la Fundación Temaikèn, donde fue sometido a una serie de estudios, se sabe que no podrá nunca valerse por sí mismo ni convivir con otros monos. Por eso existen objeciones a lo resuelto por la Justicia respecto de su traslado al centro Proyecto Carayá; hay dudas incluso sobre exponerlo al largo viaje hasta Córdoba, dado que el ejemplar está todavía muy frágil y corre el riesgo de quedar parapléjico ante un golpe.
Por el momento, hasta la decisión final sobre su traslado, se lo recuperará lo más posible en casa de la familia Lienhard, voluntarios de la ONG Pájaros Caídos, que tuvo a cargo el rescate y toda la organización para poder recibir a Coco y convertirse en depositaria judicial del ejemplar. Allí, el mono va recuperando el brillo de su mirada.
Si bien muchos consideran que hoy es un día para celebrar por la resolución de la Justicia porteña, también es un día para pensar en la urgente necesidad de cambiar los códigos Civil y Penal para que los animales dejen de ser cosas.
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