#NiUnaMenos: el caso de otra adolescente movilizó a las mujeres
El asesinato de Chiara Paéz, de 14 años, en Rufino, motivó la histórica marcha del 3 de junio de 2015
La herida ya estaba abierta. Dolía mucho. Y tanto dolor, finalmente, encontró su punto de inflexión en el asesinato de Chiara Páez, una chica de 14 años de Rufino. Ella estaba embarazada de tres meses y su novio la molió a palos, el 9 de mayo de 2015. Ese crimen rompió el dique contra el cual golpeaban aguas cada vez más agitadas por la sucesión de casos de violencia machista contra las mujeres.
Con ese estandarte, con la fuerza del recuerdo de miles y miles de víctimas del odio de género, mujeres de todas las edades comenzaron a autoconvocarse a través de redes sociales y de medios de comunicación. Se convirtieron en una ola incontenible y ganaron la calle para decir basta.
Pusieron en la agenda pública una problemática que hasta entonces no aparecía entre las prioridades del Estado. Una mujer era asesinada cada 30 horas solo por su condición de mujer, y eso se sabía simplemente porque una ONG feminista se había tomado el trabajo de "contar" los casos que publicaba la prensa, no porque existiese una estadística oficial a partir de la cual poder diagramar políticas públicas que le pusieran freno a ese flagelo. Eso -contar con una radiografía certera para poder ensayar el remedio- era uno de los reclamos más visibles.
En 80 ciudades del país, con la plaza del Congreso como epicentro, aquel 3 de junio cientos de miles de mujeres se embanderaron con la consigna #NiUnaMenos , que ya habían usado en una maratón de lectura contra la violencia de género en marzo de ese mismo año. Un sello que representa una lucha contra todos los vestigios de desigualdad de derechos y oportunidades -la violencia simbólica, además de la física- y que, para muchos, encuentra su origen en el poema "Ni una muerta más" que la poetisa mexicana Susana Chávez Castillo dedicó para alzar la voz contra los femicidios en Ciudad Juárez, en 1995.
La masiva manifestación se irradió de la Argentina al mundo. Uruguay replicó la marcha ese mismo día. Siguió en Ecuador, Perú, Bolivia, Colombia, Venezuela, Chile y Paraguay, y este año, el 8 de marzo, en España e Italia.
Mientras, las mujeres argentinas continuaron con sus proclamas y demandas ya no solo para denunciar la violencia en su forma más evidente, como lo son los ataques sexuales y los femicidios, sino también en cuanto a la denuncia de las inequidades en los más diversos ámbitos de la vida cotidiana y el desarrollo social, como el trabajo, la educación y la representación política.
Una de las demandas que ahora ocupa el lugar más visible en la lucha del colectivo más activo de #NiUnaMenos es, por fuera de la violencia física y el femicidio, la legalización del aborto, entendida como un derecho a decidir sobre el propio cuerpo y como una cuestión de salud pública, para dejar atrás el peligro de las intervenciones clandestinas. Ese debate se dará en el Congreso el 13 de junio próximo.
Otras noticias de Feminismo
Más leídas de Sociedad
“Un aumento sostenido”. Las tres razones por las que un hospital universitario registra un boom de demanda
Crisis educativa. Preocupa que menos de la mitad del país cuenta con datos fehacientes de sus estudiantes
Las noticias, en 2 minutos. Milei dijo que Victoria Villarruel no tiene injerencia en el Gobierno; envían al Congreso el proyecto para eliminar las PASO
Cómo comprarlos. Un restaurante lanzó una promoción para comer panqueques a $10