"Niños adultos", un fenómeno que crece
Según especialistas, el retraso de la maternidad es uno de los factores
No son sólo niños. Cómo se mueven, cómo hablan, cómo se visten. Hay mucho en ellos que no responde al patrón tradicional de su generación: usan frases cargadas de adverbios, esbozan reflexiones filosóficas, son extremadamente estéticos y aspiran a consumir productos del mundo adulto, como maquillajes, zapatos con tacos o tomar café. Tienen menos de 7 años, pero parecen auténticos "adultos-mini".
Lo cierto es que cada vez son más los niños que vienen "seteados en modo adulto". La psicología dice que son niños sobreadaptados, un fenómeno que se ve cada vez con mayor frecuencia, apunta la doctora Beatriz Bakalarz, pediatra y psiquiatra infantil, prosecretaria del Comité de Familia y Salud Mental de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP). "Que crezcan rápido, así se tranquilizan", ironiza.
Este fenómeno se repite en las grandes ciudades, y también en Buenos Aires: cada vez son más los hogares de un sólo hijo, criados mayormente entre adultos, muchas veces profesionales. Según la última Encuesta Anual de Hogares de la ciudad, una de cada tres porteñas llega al final de su vida reproductiva habiendo sido madre una sola vez.
Según explican los especialistas, el retraso en la edad de la maternidad y la creciente profesionalización de las mujeres derivan en fenómenos como el de los niños adultos en las grandes ciudades, sobre todo en los segmentos sociales de mayor poder adquisitivo y educativo.
Las últimas estadísticas vitales del Ministerio de Salud de la Nación indican que el 54% de los bebes que nacieron en la Capital son hijos de mujeres que tienen más de 30 años y el 25% de los nacimientos se produce después de los 35.
Además, una de cada tres madres porteñas es profesional y el 45% tiene estudios universitarios. Los especialistas coinciden en que la educación formal de la madre impacta directamente en el modo en que los niños hablan.
Aunque no lo parezca
"En muchos hogares, los chicos pasaron a ser una pequeña minoría en un mundo de adultos. Los niños adultizados o sobreadaptados confunden, porque los padres creen que se enfrentan con un chico que es mayor, pero en realidad, emocionalmente tiene la edad que tiene y no está preparado para tomar ciertas decisiones. Aunque no lo parezca sigue siendo un niño", apunta Mónica Cruppi, miembro didacta de la Asociación Psicoanalítica Argentina y especialista en relaciones familiares.
"Deberíamos preguntarnos por qué un niño se posiciona así", dice el pediatra Diego Montes de Oca, que impulsa el portal TV Crecer. "¿Será que a los padres les resulta incómodo que sea un chico? Los hijos tienen que comportarse como niños. Está bueno que hagan macanas y se metan en líos. Si no, quiere decir que el mundo adulto le está dando el mensaje de que no hay lugar para él."