Explotan los contagios y la cantidad de turistas, pero la Provincia por ahora no analiza restricciones
El ministro de Salud bonaerense descartó aplicar limitaciones de momento, aunque dijo que el ascenso en la tercera ola es de 2100% en siete semanas, contra 400% en ocho semanas de la ola anterior
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VILLA GESELL.- Durante los primeros días de la temporada de verano -que el Gobierno anticipa que será “récord”-, y ante la fuerte suba de casos de Covid-19, el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, advirtió que, en esta tercera ola, el aumento de la curva de infecciones fue mucho mayor al reportado en la anterior escalada.
Sin embargo, descartó de momento la aplicación de nuevas restricciones. En un diálogo con LA NACION cuando terminó esa rueda de prensa que brindó en Villa Gesell esta mañana, amplió: “Si lo grave es que tengamos casos asintomáticos, leves, un dolor de garganta, de un día o dos días, eso no es un problema. Contra eso, uno no frenaría la necesidad de reactivación económica”.
Para explicar el derrotero de la pandemia, Kreplak dio cifras reveladoras: “El ascenso que vemos en esta tercera ola ha logrado que en siete semanas tengamos un 2100% de aumento de casos, cuando en la segunda ola tuvimos en ocho semanas una suba de 400%. La velocidad es tremendamente superior”.
Con un pico de contagios registrado ayer tanto en la Argentina, como en la provincia de Buenos Aires -donde hubo 29.485 casos-, Kreplak nombró durante la rueda de prensa dos factores influyentes en esa escalada de infecciones: una “circulación muy importante” de la variante ómicron, de mayor transmisibilidad, que “justifica la velocidad de los contagios”; y, al mismo tiempo, el movimiento de turistas, en “uno de los veranos más importantes que se registra en la historia del país”. Sobre el primer punto, el ministro de Salud sostuvo que esta nueva variación reemplazará a delta “en muy pocos días”.
Como otra cuestión que incidió en la suba de infecciones que comenzó en diciembre, Kreplak hizo énfasis en el impacto de los festejos de fin de año. “Está aumentando mucho y va a seguir subiendo porque venimos de las fiestas, no hay movilización social mas grande que las fiestas. Si bien en la Costa uno ve en la playa mucha gente junta, hay 1000 personas juntas, no son 45 millones que se reunieron en las casas, en un ambiente cerrado”, expresó a LA NACION.
Esperanzado, pero sin predecir fechas, deslizó: “No ceo que esto sea lo estable que vamos a tener de coronavirus, en algún momento va a empezar a bajar”.
Descartó restricciones
Remarcó como positivo, además, el desacople entre los casos y las internaciones, cuando este último parámetro es el que se evalúa en esta etapa de la pandemia para definir los pasos a seguir. “Tenemos casi 30.000 casos, pero 367 internados”, contrastó. También dijo que en la costa atlántica no se registró un “aumento significativo” de las hospitalizaciones y puntualizó en que la demanda principal tanto en las áreas de internación, como en las guardias, es por causas no vinculadas al Covid-19.
“En tanto no crezca el nivel de internaciones, no habrá restricciones. Y no estamos viendo un aumento de las internaciones”, anticipó y remarcó que todavía “no hay ninguna medida en carpeta”; pero sí puso el foco en la responsabilidad individual, al advertir a quienes estuvieron en contacto con el virus: “Las medidas restrictivas las tienen que hacer los contactos estrechos o quienes sean positivos”.
Incluso, el jefe de la cartera sanitaria destacó que los contagios tampoco se tradujeron en un aumento de las muertes. “Nos mantenemos en valores parecidos a noviembre, no se observa una tercera ola de fallecidos”, comentó.
Aunque ante LA NACION el funcionario entendió que “no frenaría la necesidad de reactivación económica” solo por “casos asintomáticos, leves, o por dolores de garganta de uno o dos días”; planteó que todo cambiaría si se daría otro escenario, donde no se pueda brindarle atención a quienes veranean en la costa por el aumento de la tensión en el sistema de salud. “En tanto no tengamos un conflicto de esas características, no vale la pena [aplicar las restricciones]”, consideró Kreplak.
En esa línea, destacó dos medidas que contribuirían ante esta remontada de contagios: que las personas apuesten a la responsabilidad individual -”cada uno va imponiéndose sus propias reglas”-; y el efecto que puede tener el Pase Sanitario, que poseen quienes cuentan con el esquema primario de vacunación completo, ya que -según sostuvo- aquellos que están vacunados tienen menos chances de contagio -”más o menos la mitad”- e incluso también contagian menos.
“Con todo eso hay que ver qué posibilidades tenemos de evitar aforos. Un restaurante que estuvo mal, con una temporada que no funcionó por mucho tiempo, que estuvo cerrado, que tuvo que despedir empleados y que ahora necesita recuperarse económicamente, no queremos que lo haga por aumento de los precios, que le cobre a cuatro mesas el triple. Queremos que sea con mayor distribución, con más laburo para todos. Necesitamos cuidar el Pase Sanitario y la vacunación”, explicó a LA NACION.
“El que no pueda atender 20 mesas, dejará doce, pero no le impongo el aforo”
Admitió, también, otro problema que se avecina esta temporada y que tiene que ver con la reducción de personal en los locales comerciales y gastronómicos por estar contagiado -con aislamiento de siete días para vacunados- o por ser contacto estrecho -con cuarentena de cinco días, en caso de tener el esquema listo y no presentar síntomas-.
“Se está discutiendo en la Argentina. En la medida en que no haya casos graves, uno puede empezar a ver qué hace con estas cosas. Por el momento, seguimos aislando contactos estrechos. Va a ser una limitante para los comercios, para los restaurantes, para los bares. En todo caso, el que no pueda atender 20 mesas, dejará doce, pero no le impongo el aforo. Si en todo caso perdió trabajadores, tendrá que tomar otros o reemplazarlos como pueda. Es una situación incómoda y compleja”, entendió.
En tanto, el ministro asumió que el aumento rápido de casos elevó la tensión en las postas de testeos y pidió a aquellos contactos estrechos que tengan síntomas que no se acerquen a realizarse las pruebas diagnósticas, sino que directamente se aíslen. “Se consideran positivos con 99,9% de eficacia. Funciona mejor que el test”, dijo sobre quienes están en esa situación, y también les solicitó que llamen para reportar el contagio y eviten hacer filas.
“Duelo social”
En el último tramo de su entrevista con LA NACION, el funcionario camporista habló sobre un “duelo social” que deberán cursar los argentinos, como consecuencia de la crisis sanitaria. “Estamos tomando la decisión de tener un verano que necesitábamos socialmente, por la salud mental, económicamente. Necesitábamos un verano con alegría, empezar a trabajar sobre un duelo social que hay que hacer en pandemia”, sostuvo.
Entonces, ahondó en lo que significaría ese proceso de “duelo social” que creyó necesario afrontar. “Perdimos mucha gente, con restricciones de vida muy grandes. Todo eso tiene que suceder. Como todos los duelos, se tiene que hacer lo más abierto posible. Que se expresen las necesidades. Todo eso está sucediendo. También hay temor, y es lógico”, dijo.
Para cerrar el intercambio cercano a la playa -donde fue escoltado por el ministro de Produccción bonaerense, Augusto Costa; el intendente de Villa Gesell, Gustavo Barrera; y el presidente del Banco Provincia, Juan Cuattromo- Kreplak dio un consejo: “Es muy importante cuidarse mucho, vacunarse, pedir que estén vacunados aquellos con quienes uno comparte y tomar decisiones respecto del cuidado. Tomar las decisiones sabiendo que hay mucho contagio y chances de contagiarse. ‘¿Queremos ir a un restaurante? No, prefiero un sándwich de la playa porque estoy al aire libre’”.
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