Ni el Gobierno ni la Unesco financiarían Villa Ocampo
La decisión de Cristina Kirchner de dar marcha atrás con un convenio fue celebrada por personas ligadas al centro cultural
La noticia de que Cristina Kirchner ordenó dar marcha atrás con un convenio con la Unesco para que el Gobierno se hiciera cargo de Villa Ocampo fue celebrada por personalidades de la cultura que habían advertido que la cesión vulneraba el deseo expresado por Victoria Ocampo de preservar la propiedad de los "vaivenes políticos".
La Presidenta tomó esa determinación, según indicó en un comunicado el secretario de la Presidencia, Oscar Parrilli, molesta por un artículo del viernes pasado publicado en LA NACION, en el que distintos intelectuales cuestionaban que el convenio contradecía los términos de la donación a la Unesco realizada en 1973.
En el comunicado publicado anteanoche en la página web de la Casa Rosada, Parrilli calificó de "malintencionada" la nota de LA NACION e informó que la Presidenta había instruido al secretario de Cultura, Jorge Coscia, para dejar sin efecto el convenio que proponía la creación en Villa Ocampo del Centro Internacional sobre Políticas de Diversidad Cultural, Desarrollo y Creatividad.
"Casi al final de la nota -sostiene Parrilli en su comunicado- se relata que en 2003 se emprendió la restauración de Villa Ocampo, financiada por la Unesco y el Gobierno". Según el funcionario, no se aclaraba si se trataba del "gobierno nacional, provincial o municipal". El funcionario apoyó su crítica en ese detalle para argumentar que "LA NACION oculta y con mala intención silencia que desde 2003 y hasta el año 2006, durante la presidencia de Néstor Kirchner, se realizó la obra de restauración de Villa Ocampo, financiada totalmente por el gobierno nacional".
Fabio Grementieri, especialista en patrimonio y quien, junto con otras personalidades vinculadas a la historia de Villa Ocampo, había expresado su preocupación por la decisión de la Unesco, celebró el anuncio del Gobierno. "Me parece bien lo que dijo la Presidenta de respetar la voluntad de Victoria Ocampo, es algo inteligente", sostuvo. Y agregó: "La Unesco no se puede abrir así como así después de 40 años de gestión porque atraviesa una fase de «reingeniería financiera»".
A su vez, afirmó que "los fondos con que se financia la Villa se pueden reunir con la colaboración de fondos privados y públicos" y sostuvo que "incluso el Gobierno podría participar", aunque no como administrador ni gestor, sino como "huésped", o un miembro más de una junta directiva plural. Además, subrayó que "el Gobierno de hecho ya llevó adelante, junto con la Unesco, una restauración que fue ejemplar" y "cumplió con su compromiso tras haber declarado a Villa Ocampo Monumento Histórico Nacional".
Sonia Sheber, vicepresidenta de la Asociación de Amigos de Villa Ocampo, opinó que actualmente las actividades de la Villa se sostienen con aportes de alrededor de 100 socios y de donantes privados y públicos, y que la administración futura "se podría llevar adelante como ya lo hacemos con estos proyectos". "No sabemos cómo se va a resolver el financiamiento anual, pero esperamos que quien venga respete las normas de preservación y patrimonio", aseguró.
Sonia Berjman, restauradora ad honórem del jardín de Villa Ocampo desde hace más de diez años, agregó: "Con esta novedad nos pondremos a trabajar en esta nueva etapa, esperando que la Unesco respete también su voluntad y nos respalde en este trabajo que venimos haciendo desde hace más de 10 años".
En tanto, Silvana Mazzalan, coordinadora del Proyecto Villa Ocampo/Unesco, aseguró que, tras el anuncio de Parrilli, no recibieron ninguna comunicación oficial por parte del organismo con sede en París. "Las actividades en la Villa siguen, se desarrollan normalmente y la asignación de recursos por parte de la Unesco sigue siendo habitual como todos los años", dijo.
El 7 de marzo pasado la Unesco firmó un convenio con el Gobierno para cederle la administración de Villa Ocampo. En ese documento la Unesco señaló que "se concederá al Gobierno de la Argentina un contrato de préstamo de uso (comodato)", sobre la base de la necesidad de utilizar Villa Ocampo de forma más estratégica y con una mejor relación costo-eficacia. La realidad es que la Unesco transita por un momento financiero delicado y, por eso, decidió ofrecerle al Gobierno que afrontara los aproximadamente 500.000 dólares de costos anuales de mantenimiento de la propiedad y el centro cultural.
En el comunicado, Parrilli instó con un tono que destila ironía a que "las autoridades de LA NACION y todas las personalidades que se sienten depositarias del legado de Victoria Ocampo no dejen en el abandono y la desidia la Villa Ocampo y sepan proteger y cuidar también los importantes fondos que todos los argentinos aportaron a la preservación de la memoria de todos los argentinos, sin importar la matriz ideológica o política".
Cronología de un convenio
El 7 de marzo pasado la Unesco firmó un convenio con la secretaría de Cultura de la Nación para cederle la administración de la finca histórica.
La Unesco recibió la propiedad de Victoria Ocampo en 1973 tras una donación en la que la propietaria había expresado que deseaba preservar el lugar de los "vaivenes políticos". La Unesco, tras casi 40 años, decidió entregarla en comodato por problemas financieros.
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