Néstor Tomás Auza: académico de historia, rescató el aporte de los laicos en el país
A los 85 años falleció el doctor Néstor Tomás Auza, miembro de la Academia Nacional de la Historia, prolífico autor que puso especial énfasis en rescatar el aporte de laicos católicos argentinos a la evolución social del país.
En su extensa producción se destacan títulos comoLos católicos argentinos. Su experiencia política y social (1962), Santiago Estrada y el conflicto de límites con Chile (1964); Católicos y liberales en la generación del ochenta (1967, reeditado cuatro veces); Corrientes sociales del catolicismo argentino (1984); Aciertos y fracasos sociales del catolicismo argentino (1989).
Realizó también estudios sobre la Revista Nacional 1886-1910 (1970); El Plata Ilustrado 1851-1855 (1971), y La Cultura Argentina 1915-1925 (1997). Otras obras suyas son: Documentos para la enseñanza de la Historia Argentina (1971); Patagonia Mágica (1977); El periodismo de la Confederación (1978); Polémica sobre la Constitución. Juan Francisco Seguí-Bartolomé Mitre (1982); Periodismo y feminismo en la Argentina. 1830-1930 (1988); La literatura periodística porteña del siglo XIX. De Caseros a la Organización Nacional (1999); La misión Sarmiento en Chile y Perú y el Congreso Americano de l864-65 (2007).
Colaboró en LA NACION, La Prensa, La Nueva Provincia, El Litoral y otros diarios.
Nacido en Bahía Blanca en 1927, cursó estudios en Rosario, donde en 1955 se licenció en Diplomacia y en 1958 se doctoró en Ciencias Políticas en la Universidad Nacional del Litoral. Fue un destacado dirigente estudiantil de la Liga Humanista y estuvo ligado a los comienzos de la democracia cristiana. Fue subdirector de la Biblioteca Nacional entre 1973 y 1976; investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas (Conicet), integró su directorio entre 1989 y 1991; fue subsecretario de Educación bonaerense entre 1962 y 1964, y director interino de Bibliotecas Populares en 1977. Pero su labor fundamental se desarrolló en la investigación, la cátedra, conferencias y publicaciones.
Era miembro de las academias de Historia de España, Perú, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Brasil, Puerto Rico, Guatemala y Colombia. Integró la Junta de Historia Eclesiástica Argentina.
Auza dirigió la Escuela de Historia de la Universidad del Salvador y fue decano de la Facultad de Historia y Letras de esa casa de estudios en 1971 y 1972. Dictó clases en las universidades Católica Argentina (UCA), de Lomas de Zamora, y otras. Viudo dos veces, padre de cuatro hijos, sostuvo en su vida personal, familiar y social los valores del catolicismo con una conducta coherente y respetada.
El sepelio se efectuó en el cementerio Parque Memorial, en Pilar.