Necesitamos más y mejores controles
Hoy me voy a poner crítico. A través de tantos años de manejo, he notado que a los porteños nos encanta violar las reglamentaciones y las normas (espero que no me vengan con el chiste fácil de también a las Julietas, Marías y Gracielas). Desde los conductores de vehículos de todo tipo y porte, hasta quienes circulan en motocicletas, scooters, bicicletas, cuatriciclos, patinetas o skates, como también los que van en patines o rollers.
Todos sin excepción tenemos algo de culpa por el caos que aumenta diariamente y se manifiesta en el tránsito de nuestra ciudad capital.
Cómo es posible que aún hay conductores que no utilizan el "cinturón de seguridad". He visto a muchos colegas taxistas que se colocan el cinturón sujeto con una bandita elástica o con un broche de ropa, simulando estar atados.
En muy contadas ocasiones los pasajeros que suben al taxi se colocan el cinturón, que como es sabido, la obligatoriedad de su uso rige tanto para el conductor como para el resto de los ocupantes del vehículo.
También he observado que las "grúas" que levantan los automóviles mal estacionados circulan sin el cinturón de seguridad. Solo algunos conductores lo hacen, pero el resto viaja suelto y cuando se los he hecho notar he recibido algún insulto de su parte.
Por ejemplo, los móviles de la Policía Metropolitana utilizan correctamente el cinturón, mientras que la "Federal" hace caso omiso a su uso.
En la mayoría de los casos, los conductores de las motos que se utilizan para el servicio de "delivery" no llevan casco o lo portan en el brazo o apoyado en la cabeza pero sin sujetarlo. Estos vehículos también suelen circular sin luces e inclusive cuando están llegando al lugar de entrega lo hacen por las veredas.
En la barranca cercana a Plaza Francia, donde está el monumento a Bartolomé Mitre, sobre el final de la calle Gral. Gelly y Obes y que por ella se conecta con la avenida Del Libertador, los fines de semana siempre hay un grupo de jóvenes que bajan en "skate" o "roller", con poca o ninguna protección, léase, casco, rodilleras y coderas. Uno sube por la barranca y se los encuentra bajando a una velocidad increíble y debe hacer una cantidad de maniobras, inclusive entrar de contramano para no llevárselos puestos y que aparezcan como la "Dama Alada", símbolo del Rolls Royce, en el capot.
Bueno, y merecen un capítulo aparte, los ciclistas. La gran mayoría circulan sin casco protector y al llegar a una esquina con semáforo se quedan haciendo "ochos" o el símbolo de "infinito" sobre la senda peatonal, esperando que de la mano contraria se produzca un hueco entre los autos y entonces poder cruzar con el semáforo en rojo.
Los ciclistas que no utilizan las bicisendas circulan por donde se les ocurre, no respetan las mínimas indicaciones viales y no portan ningún elemento que los identifique cuando oscurece. Se cruzan de mano entre los coches, tanto en calles como en avenidas.
El sábado pasado, con el propósito de obtener mayor información, me hice presente en uno de los kioscos del Gobierno de la Ciudad, donde se entregan bicicletas. Allí me enteré que para retirar una y circular por primera vez, es necesario presentar un documento y una fotocopia de un servicio a nombre del titular (exigencia que me pareció correcta). Luego de este trámite sencillo le hacen entrega de una unidad, que luego se deberá dejar en otro de los sitios habilitados al efecto.
Se entrega la bicicleta y el casco es "optativo". Cuando el operario me dijo esto casi exploto. ¿Cómo "optativo"? Si la reglamentación vigente indica que todo el que se traslade en este tipo de vehículo debe llevar casco, como corresponde.
Considero que cuando alguien va a retirar una bicicleta y no quiere llevar el casco, no se debe entregar la misma.
Hay muchas más cosas pero es espacio no es de goma, si creo que los controles deberían ser mucho más estrictos y todo el que circule sin respetar las normas en vigencia se le debería incautar la unidad. Recordemos también a los motociclistas que circulan con pseudo cascos que simulan los utilizados por los ejércitos del tercer reich, porque quienes lo portan aducen que los integrales les dan calor.
Hablando de controles, cuanto tiempo hace que no vemos en la ciudad "Controles de Alcoholemia", que deberían ser permanentes y sorpresivos.
Tal vez en algún momento las cosas mejoren, tanto para conductores de cualquier tipo de vehículos como también para peatones, porque estoy saturado de ver a los que cruzan en la mitad de la cuadra o con luz roja o los abuelos y abuelas que llevan los nietos que fueron a buscar a los kindergarden, o las mamás que ponen el cochecito sobre la calle y ellas se quedan sobre la vereda utilizando a la criatura como escudo.
Si más temprano que tarde tomamos conciencia de todo esto, será en beneficio de todos y espero que los lectores y las autoridades respectivas sepan comprender todo esto.
Será hasta nuestro próximo encuentro.
La respuesta de la semana anterior
Hubo pocos lectores que descubrieron el monumento publicado el lunes próximo pasado, felicitaciones a quienes lo supieron y lo escribieron en LA NACION y me enviaron mail a mi correo particular.
El monumento en cuestión se trata del "Monumento Guardacostas", que está ubicado en el cruce de Azucena Villaflor y Avenida de los Italianos, en la zona de Puerto Madero, y realizado en 1982 por el escultor Oscar Andrés Mirward, en homenaje a los integrantes de la Prefectura Naval Argentina, caídos en cumplimiento del deber.
¿Qué lugar de la Ciudad es?; deje su respuesta. El lunes próximo, se revelará la incógnita
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