Navidad truncada: una nena de tres años se salvó por centímetros de una bala perdida
Olivia cumplirá cuatro años el sábado pero para su familia, cuando arrancaba la Navidad, su vida volvió a comenzar luego de que una bala perdida cayera en el fondo de su casa y le rosara en el tobillo izquierdo. Llanto, miedo, angustia y asombro, fueron algunos de los sentimientos que invadieron a la familia a las 00.15 del 25 de diciembre en una fiesta truncada.
"Esto paso a las doce y cuarto de la noche. Habíamos ido adentro a buscar los regalos de Navidad para los más chicos porque estábamos cenando afuera, en el patio de mi casa", comenzó su relato Marisol Jofre, la madre de la nena, en diálogo exclusivo con LA NACION. Y agregó: "Cuando volvimos a la mesa, escuchamos como un estallido en el piso. Me di vuelta y vi a mi nena de tres años que se asustó, se puso a llorar y decía: ‘¡Me quema! ¡me arde!’. Se fue a upa con su papá. El hermanito, de seis años, dijo: ‘Acá cayó una piedra’ y la fue a agarrar. Yo le dije que no la tocara, que podía ser un cohete o cañita voladora. Cuando la tocó, dijo que estaba caliente. Me acerqué al piso y la toqué. Como ya no estaba caliente, la levanté y me la puse en la mano. Me quedé mirando y no lo podía creer".
La mujer, que trabaja en el servicio penitenciario, agregó: "No podía creer qué era lo que estaba viendo. Le dije a un amigo, que estaba compartiendo la cena con nosotros, que para mí era un casquillo de bala. Le pedí, angustiada, que me dijera qué era porque no podía creer lo que estaba viendo. Me dijo: ‘Sí, es una bala’. Ahí él comenzó a gritar que nos fuéramos todos debajo del techo porque era justo en el momento en el que estaban tirando fuegos artificiales y se escuchaban muchos estruendos".
"Al ver eso y escuchar llorar a mi nena, la revisé de pies a cabeza. Se ve que cuando cayó al piso la bala la rozó y le quemó el tobillo un poquito", contó Marisol que también tiene un hijo de seis años llamado Gianfranco.
La mujer explicó que, tras lo sucedido, llamó a Control Urbano de Exaltación de la Cruz. "Les conté lo que había pasado. Vino un patrullero que revisó la casa. Llamó mucho la atención porque se trata de un pueblo chico, Los Cardales, y porque fue en el fondo de una casa. Ni siquiera teníamos cohetes nosotros".
"Cuando revisaron el casquillo, los policías me dijeron que parecía ser de un arma calibre 45 y que el disparo fue a unos 500 metros más o menos. Al parecer, fue un vecino pero no sabemos quién", dijo Marisol, y agregó: "Fue un susto muy grande. Nos arruinó la Navidad. Uno queda con angustia, bronca, impotencia porque uno piensa que nunca le va a pasar. Lamentablemente nos tocó, pero gracias a Dios no fue nada grave".
La madre de Olivia no sabía que Maite Ailén Almirón, de cinco años, fue diagnosticada con "muerte encefálica" esta tarde en el hospital Eva Perón, donde había ingresado con una herida en la cabeza por una bala perdida, también durante los festejos de Navidad.
"No, no… no te puedo creer. Me llegó mucho y me sentí reflejada porque le podría haber pasado a mi hija. Una persona que tiene un arma de fuego sabe las responsabilidades. Me llegó mucho. Yo me enteré esta mañana lo de Maite y no sabía que había muerto. Me lo contó un amigo. Me puse en el lugar de esos padres y pensé: ‘Qué gente ignorante. Por una diversión estúpida le arruinan la vida a una familia’. Da mucha bronca", concluyó.
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