Murió otro andinista en el Aconcagua: es la tercera víctima mortal en menos de una semana
Se trata de un hombre oriundo de Estados Unidos, quien ascendía hacia la cumbre del cerro
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MENDOZA.— Una nueva víctima mortal tiñe de negro el Coloso de América: en menos de una semana ya se registraron tres muertes en el Aconcagua, desde que arrancó la temporada 2022-2023 a comienzos de diciembre.
Se trata de un hombre oriundo de Estados Unidos, quien ayer ascendía hacia la cumbre del cerro, ubicada a 6961 metros sobre el nivel del mar, junto con un compañero. A pesar de las alertas previas del guía para que no continuara la expedición, el andinista siguió adelante y se descompensó.
De hecho, el instructor, quien les avisó de las malas condiciones climatológicas para subir, decidió acompañarlos, a modo de prevención, según informaron fuentes oficiales. En el intento para descender, el hombre evidenció un empeoramiento en su estado de salud, por lo que debieron asistirlo con oxígeno, además de arrastrarlo para no detener la bajada.
Ya en horas de la noche, personal de la Patrulla de Rescate llegó en su auxilio, a más de 6600 metros de altura, donde lo colocaron en una camilla, en medio del frío y la nieve. Finalmente, en el refugio Independencia, a 6300 metros, constataron que ya no tenía signos vitales.
Asimismo, durante esta jornada, un deportista inglés tuvo que ser asistido por agentes del cuerpo de rescate por sufrir una afección respiratoria. Frente a la gravedad del problema de salud, se activó una evacuación a través de helicóptero.
Reducción de recursos
Esta compleja situación, que podría derivar en nuevos fallecimientos, fue advertida días atrás a LA NACION por altas fuentes del sector, sobre todo por la reducción de recursos y de personal médico especializado, en medio de polémicas licitaciones, a pesar de que las autoridades se muestran conformes con la prestación del servicio en la alta montaña del “sistema de emergencia preventivo”.
El domingo pasado murió el estadounidense John Michael Magness, de 58 años, quien tuvo graves problemas de salud durante el ascenso del cerro, a más de 6300 metros sobre el nivel del mar (msn) por lo que los agentes de la Patrulla de Rescate tuvieron que bajarlo hasta el campamento Nido de Cóndores con oxígeno, pero no logró resistir.
El primer deceso de la temporada se produjo el último sábado cuando un andinista de origen noruego sufrió una descompensación en el sector denominado La Cueva, a 6500 msnm. La víctima, identificada como Moi Oystein, se encontraba junto a un grupo de escaladores que iban camino a la cumbre.
Ya la semana previa dos andinistas extranjeros habían sido internados en grave estado tras accidentarse en el Aconcagua. Se trató de un británico de 32 años y un francés de 55 años, quienes fueron internados luego de caer varios metros en Nido de Cóndores.
Hacer cumbre
Tras la pandemia, la temporada 2022 volvió con todo, y fue una advertencia de lo que podía pasar en esta oportunidad, sobre todo por el apuro y la desesperación de los andinistas por hacer cumbre, además de la baja preparación de algunos visitantes. Así, bajo ese contexto adverso, durante el año pasado hubo 1700 ascensos y unas 170 evacuaciones, con el trágico reporte de dos fallecimientos, a pocos metros de la cima, cuando la tendencia en las últimas temporadas marcaba una reducción de los decesos. De hecho, en 2019, luego de casi tres décadas, no se registró ningún fallecimiento en la montaña más alta del continente americano.
En ese sentido, tras los dos decesos del año pasado, el alerta estaba puesto en optimizar todas las prestaciones para este 2023, algo que no logró subsanarse de raíz, ya que hubo controversiales licitaciones con el servicio médico, que ya está operativo, pero con importantes cuestionamientos.
“Más allá de los seguros y los guías, algunos sin un acompañamiento continuo, hay esfuerzos que hacen las personas mayores a los que hay que prestar más atención y deben haber más controles. Por ejemplo, un apto cardiovascular para entrar al Aconcagua. Es una medida preventiva importante, incluso se pueden establecer más días de aclimatación. La realidad es que la montaña les ha dado un revés en menos de un día. No todo se está haciendo tan bien como dicen las autoridades. Están trabajando con menos médicos especializados y menos presupuesto, y hay que estar alertas ahora porque empieza la temporada baja con muchos europeos y orientales. Hoy, hay un retroceso en el Aconcagua, hace falta médicos que patrullen el cerro”, había alertado días atrás a LA NACION una alta fuente del sector del andinismo mendocino.
Así, la temporada actual empieza a entrar en la recta final, pero a la que se debe prestar mayor atención por la cantidad de personas que se espera que ingresen en los próximos días. La fecha de finalización de los ascensos está estipulada para el 15 de febrero, por lo que el ingreso para realizar esta actividad se permitió por dos meses y medio, ya que arrancó a comienzos de diciembre.
En el frente de la atención integral ante las emergencias hay guardaparques, patrulla de rescate, porteadores, campamenteros, guías de montaña, médicos y un helicóptero. Sin embargo, cada temporada surgen reclamos de los diversos sectores para que la prestación esté a la altura de la demanda de los visitantes, bajo las mejores condiciones posibles.
Subir el Aconcagua es uno de los atractivos mundiales para miles de montañistas ya que buscan el objetivo de llegar a los casi 7.000 metros de altura, además de ser un incentivo previo para ir por más: los más de 8800 metros del Himalaya. Por eso, tras la pandemia el interés por el Coloso de América creció de manera exponencial, por lo que en esta temporada se espera alcanzar niveles récord.
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