Morris West fue un novelista con sentido profético
Sus obras vendieron más de sesenta millones de ejemplares en el mundo
SYDNEY (AP).- El novelista australiano Morris West falleció de un ataque cardíaco mientras trabajaba en su última obra, a los 83 años, anunció ayer su hijo Chris O´Hanlon, en esta ciudad.
El prolífico escritor, autor de 27 novelas que vendieron más de 60 millones de ejemplares y fueron traducidas a 27 idiomas, murió "pacíficamente en la mitad de una frase", mientras escribía un pasaje de "La última confesión", el libro que dejó inconcluso, dijo su hijo.
Sus obras más famosas fueron "El abogado del diablo" y "Las sandalias del pescador", ambas llevadas al cine, entre muchas otras.
Sobreviven a Morris West su esposa, Joyce Lawford, con quien se casó en 1953, y seis hijos. El funeral será privado y se celebrará esta semana, anticipó su familia.
***
Autor de ficción por excelencia, las novelas de Morris West están firmemente arraigadas en la realidad y algunas de ellas han tenido un carácter profético.
Cuando en 1963 escribió "Las sandalias del pescador", en plena Guerra Fría, el mundo estaba muy lejos de imaginar que 15 años después la Iglesia coronaría en el Vaticano a un papa venido del Este.
La novela -llevada luego al cine y protagonizada por Anthony Quinn- planteaba la controversia suscitada por la elección pontificia del cardenal Cirilo Lakota, de origen ucranio, que había sufrido la persecución del régimen comunista. Y la realidad mostró después al mundo cómo un cardenal polaco, Karol Wojtyla, ocupaba la sede pontificia a partir de 1978, con el nombre de Juan Pablo II.
Según contó en septiembre del año último el propio West en una entrevista con La Nación , el cardenal Wojtyla tenía en la biblioteca de su modesto dormitorio en Cracovia un ejemplar de ese libro, antes de partir al cónclave que lo consagró nuevo pontífice.
También en 1991, cuando asomaba la Guerra del Golfo, Morris West anticipó en "El ojo del samurai" las conexiones, alianzas y secretos del nuevo orden internacional surgido a partir de la crisis desatada en la Unión Soviética.
Por "El abogado del diablo" (1959), que vendió tres millones de ejemplares en 20 meses, recibió importantes distinciones, como el Premio Heinemann de la Real Sociedad de la Literatura.
La influencia de la Iglesia
Entre sus novelas de mayor repercusión sobresalen las que incluyeron en la trama central temas relacionados con la Iglesia y con inquietantes intrigas narradas en torno del Vaticano.
Fiel a su educación católica, West fue un hombre de convicciones muy profundas. Nació en un suburbio de Melbourne, en 1916, en el seno de una familia católica irlandesa. A los 13 años ingresó en la congregación de los Hermanos Cristianos de Irlanda, pero abandonó la vida religiosa en 1939, antes de cumplir sus votos definitivos.
Su paso por la congregación religiosa le permitió conocer por dentro la vida eclesiástica y narrar con singular maestría y valiosos detalles historias relacionadas con la vida de la Iglesia.
En ese contexto se ubica su primera novela exitosa, "El abogado del diablo". Allí describe un proceso de beatificación que lleva adelante un alto dignatario del Vaticano, el cual se encuentra próximo a la muerte y a su propio juicio final.
También aborda cuestiones de fe en "Los bufones de Dios" (1981), donde un ex pontífice escribe a su amigo las razones de su abdicación al trono de San Pedro, y en "Lázaro" (1990), escrita luego de sufrir en carne propia una experiencia muy cercana a la muerte.
A pesar de los enfrentamientos que mantuvo con la Santa Sede, que le rechazó el pedido de nulidad de su primer matrimonio, West no abandonó su pertenencia a la Iglesia Católica.
En 1958 llegó a Roma enviado por el London Daily Mail y permaneció siete años acreditado en el Vaticano. En 1963 redactó para la revista Life la nota necrológica del papa Juan XXIII y en vísperas de la visita de Juan Pablo II a Australia, en 1995, escribió un artículo en el que simpatizaba con el pontífice que llegaba a su tierra natal.
Su prolífica producción se basaba en una metódica actividad puesta al servicio de su creación.Hasta poco antes de morir dedicaba cinco horas diarias a escribir, y así encontró la muerte.
Dedicación profesional
Minucioso en sus narraciones, cada novela le llevaba aproximadamente dos años de trabajo. En 1998 escribió "Eminencia", su última novela, y tenía en preparación otro trabajo.
"Cada personaje es una mezcla de varios otros. Las identificaciones corren por cuenta del lector", solía decir West cuando la repercusión alcanzada por una de sus novelas obligaba a pensar en algunas influencias extraídas de la vida real.
En 1996 publicó "Desde la cumbre", un relato autobiográfico en el que cuenta aspectos de "una vida extraña, pero fecunda y llena de recompensas".
Entre otras novelas que alcanzaron repercusión se encuentran "La salamandra" (1973), donde retrata con crudeza la corrupción instalada en la vida política italiana, poco antes del escándalo de la Logia P-2, y "Arlequín"(1975), que coloca su intriga en las altas esferas del mundo de las finanzas.
La lupa sobre la Argentina
En dos de sus novelas se ocupa Morris West de la Argentina.
La primera es "Proteo"(1979), donde en pleno gobierno militar narra la historia de una pareja desaparecida en Buenos Aires. En el texto aparecen mencionadas las Madres de Plaza de Mayo y la obra no se difundió entonces en nuestro país.
La segunda ocasión es en "Eminencia" (1998), su última novela, donde describe el caso de un sacerdote argentino que, luego de exiliarse durante la última dictadura militar, llega a un alto cargo en el Vaticano. Veinte años después es firme candidato a convertirse en papa, lo que suscita un arduo debate.