Monopatines eléctricos: preparan una ley para regular la nueva forma de transporte urbano
La llegada de las bicicletas de alquiler tuvo entre sus objetivos generar un aporte para mejorar la movilidad en la Ciudad de Buenos Aires, en constante evolución por la masa crítica de vehículos y peatones que la transitan a diario y que va en aumento. Ordenar más de un millón y medio de vehículos particulares, a los que se suman los de transporte público, genera un desafío diario; también aportar viajes más confortables y rápidos en la red subterránea, con más de un millón de pasajeros diarios. O generar seguridad en el movimiento de peatones en las zonas más concurridas de a pie.
En ese contexto, con nuevos actores que se sumaron en los últimos años, por ejemplo, desde las plataformas digitales de transporte de pasajeros, asoma la llegada de otro actor que está rodando fuerte en las principales ciudades del mundo. Se trata del monopatín eléctrico, o scooter, un dispositivo que ya supera las fronteras de los usuarios geek y promete convertirse en la nueva opción para moverse por las calles.
Algunas empresas ya pusieron el ojo en la ciudad y preguntan cuál es el marco regulatorio para ofrecer el sharing, o el alquiler de los monopatines. Hay otras, del rubro delivery y transporte, que también analizan incluirlos a los monopatines en su flota. En este escenario de rápida evolución el Gobierno no quiere perder terreno y anticiparse para evitar situaciones como las que ocurrieron con Uber, que con una propuesta innovadora aprovechó el vacío legal existente para expandirse.
Por esa razón la Comisión de Transporte y Tránsito de la Legislatura está elaborando el borrador de un proyecto para debatirse en forma inminente, quizás antes del mes próximo. El plan es incorporar al Código de Tránsito porteño todo lo inherente a este tipo de vehículos. Para hacerlo los legisladores se reflejarán en los requisitos para las bicicletas con pedaleo asistido, es decir, las eléctricas, recientemente incorporadas a las normas de tránsito.
Aunque se ven con frecuencia el uso de los monopatines eléctricos hoy está prohibido, al igual que las bicicletas a combustión. Ambos tipos de vehículos circulan por las calles porteñas, pero no hay ley que ampare su utilización. A pesar de esto no hay sanciones para quienes utilizan ambos vehículos. Fuentes legislativas que trabajan en el borrador confiaron que la regulación se hará efectiva porque es un deseo del Ejecutivo. La información también fue confirmadas desde la Secretaría de Transporte y Tránsito.
Velocidad máxima y zonas
El proyecto fijará una velocidad máxima de hasta 25km/h (el límite que alcanzan estos vehículos), prohibirá la utilización a los menores de 16 años, exigirá normas de seguridad como frenos en ambas ruedas, elementos refractantes (delanteros y traseros), y solicitará certificaciones del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Además deberá discutirse si tendrán que circular por las ciclovías o también podrán hacerlo por las veredas y otras especificaciones técnicas.
"En Buenos Aires tiene que redactarse una normativa porque hay un hueco vigente en la legislación: el scooters no es una bicicleta, pero tampoco es una moto. Como sistema de movilidad sustentable masivo se necesita una regulación", opinó Alejandro Toscani, de GoMobility movilidad sustentable, que comercializa los monopatines para uso particular, con una autonomía de hasta 20 kilómetros. "El que lo prueba, no se baja más. Los empezamos a traer este año y la demanda siempre supera a la oferta. El público es variado, aunque el mayor target son los varones de entre 25 y 60 años. Me sorprende mucho el interés de la gente grande porque es muy sencillo para manejar", agregó.
En la Argentina, en 2017 las jugueterías comenzaron a vender los monopatines para los niños que los utilizaban en barrios cerrados o para ir a la escuela si la distancia era corta. Ahora ya hay al menos cinco empresas que lo ofrecen como un vehículo de movilidad urbana, con precios de entre $30.000 y $55.000. "Se vende como el equipo para la última milla. Por ejemplo, para usarlo cuando te bajas de un tren y necesitas llegar hasta el microcentro. No es un equipo para hacer grandes distancias, sino para solucionar la movilidad", explicó Gustavo Buzzalino, del Grupo Limbo. "Al principio se vendían 100 cada dos años; ahora proyectamos vender 250 en 2019", afirmó.
Desde el bloque de Vamos Juntos afirmaron que el texto resuelto y la ley debería ser aprobado al cabo de uno o dos meses. "La discusión por las bicicletas ya tuvo sus detractores, imaginamos que esto generará mayor resistencia", dijeron en el oficialismo. Es que el desembarco de los monopatines eléctricos tuvo cierta oposición en algunas de las ciudades que los adoptaron y en otras ya se convirtieron en moda mientras se analiza una reglamentación.
En Montevideo, Uruguay, la empresa Grin ya desplegó los monopatines de alquiler que se solicitan a través de una app. La misma aplicación permite pagar por su utilización y detectar las zonas donde se encuentran; una segunda empresa anunció su desembarco en la misma ciudad a partir de abril. En San Pablo y Río de Janeiro (Brasil), la empresa Yellow, fundada por el argentino Ariel Lambrecht, expandió sus rodados. Yellow es una de las firmas que podría desembarcar en Buenos Aires.
En Europa hay ciudades que limitaron el uso del gadget del momento. En Madrid (España), por ejemplo, una nueva ordenanza relegó a los patinetes, como los llaman allí, a ciertas partes de las infraestructuras ciclistas, de las bicisendas y algunas calles, según las características de la calzada. En Lisboa, la capital de Portugal, la proliferación de los trotinetas (así se denominan en dicho país) puso en alerta al Ayuntamiento que dictó normas especiales. Además, en Zaragoza (España), las autoridades decidieron que solo dos empresas podrán adjudicarse la explotación del servicio de alquiler y estableció un máximo de 1700 en la calle. Mientras que en París (Francia) se discute si la circulación de estos vehículos representa un peligro extra para los transeúntes.
Rappi, Cabify y Uber son algunas de las empresas que podrían comenzar a operar en Buenos Aires en los próximos meses. Si deciden hacerlo deberán regirse por la ley que se votará próximamente.