Mitos y verdades: qué se debe hacer cuando una persona tiene convulsiones
Ayer por la tarde tomó conocimiento público el caso de Javier Altamirano, el jugador de Estudiantes de La Plata que en medio del partido contra Boca Juniors se decompensó y comenzó a tener convulsiones; qué recomiendan hacer los médicos en casos así
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Estar junto a una persona que atraviesa un episodio de convulsiones suele ser una situación estresante. Es por eso que, según destacan los médicos, es importante conocer de antemano cuáles son los pasos a seguir en caso de que esto suceda, y así poder reaccionar rápido y realizar los primeros auxilios de manera correcta.
“Se han dicho muchas cosas falsas. Muchas veces, a la persona que atraviesa la crisis le introducen una mano o un objeto en la boca, pensando que así van a evitar que se ‘trague la lengua’. Eso no hay que hacerlo en ningún caso, es riesgoso. Tampoco se tiene que sujetar a la persona para que no convulsione”, aclara el médico neurólogo Alejandro Andersson, director del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA).
Las crisis epilépticas generalizadas no suelen durar más de cinco minutos, afirma. Hay una primera etapa, de unos 30 segundos, conocida como la “parte tónica” de la convulsión, en la que la persona sufre una contracción simultánea de todo su cuerpo. El convaleciente puede tomar una tonalidad blanca o azul, dado a que no respira correctamente.
Luego ocurre la “parte clónica”: “El cuerpo se contrae y se relaja. Esta es la parte que suele ver la gente que está a su alrededor y la que más suele impresionar. Generalmente dura menos de cinco minutos. Es ahí donde hay que cuidar a la persona para que no se lastime”, sigue Andersson.
Los pasos a seguir, señalan los médicos consultados, son simples. Primero se debe colocar a la persona de costado, idealmente sobre el lado derecho del cuerpo. “Esto se hace básicamente para que, si tiene algo en la cavidad bucal, algún alimento, pueda eliminarlo más fácilmente”, explica el neurocirujano Matías Baldocini. Luego, la persona que asiste debe colocar un objeto blando, como una almohada, un bolso o un buzo, debajo de la cabeza de la persona que convulsiona.
El especialista recomienda también alejar a la persona de objetos que puedan hacerle daño, por ejemplo, el cordón de la vereda, en caso de que la crisis ocurra en la calle, u objetos cortantes, como mesas con bordes filosos. Si la persona utiliza anteojos, hay que sacárselos y, si tiene corbata puesta, desajustársela. “Estos pacientes suelen perder la conciencia y algunos hacen movimientos en sacudida, de tensión y extensión, y en esos movimientos pueden llegar a lesionarse si hay algún elemento cercano que pueda hacerles daño”, afirma Baldocini.
Durante el episodio, destaca, es de suma importancia asignarle a una tercera persona la tarea de llamar a la línea médica de emergencia. “Siempre hay que llamar a la ambulancia. En algunos casos se requiere de una atención médica inmediata, e incluso del traslado a un centro médico con la complejidad adecuada”, dice.
En lo posible, la persona que asiste debe intentar registrar el tiempo que dura la convulsión. “Cuando llegue el médico de la ambulancia se lo va a preguntar”, agrega Andersson. En caso de que la persona que convulsiona sea un chico, los pasos a seguir son los mismos, afirma: “Cuando el que convulsiona es un menor, es normal que sus padres o quienes estén presentes lo lleven en el momento a una guardia de emergencias, y está bien. Cuando son muy chicos, es fácil levantarlos y llevarlos, por su peso y tamaño”.
El médico neurólogo destaca, a su vez, que, en caso de no conocer a la persona que atraviesa la crisis, es importante chequear si lleva puesta una medalla o una pulsera que indique que es epiléptica. “Muchas veces llevan este tipo de objetos con los números de emergencia o de su familia”, agrega.
En caso de que sea la primera vez que la persona tiene convulsiones, como es el caso del jugador de fútbol Javier Altamirano, que ayer por la tarde sufrió un episodio convulsivo durante un partido de Estudiantes de La Plata contra Boca Juniors, es importante que al paciente se le realicen los estudios médicos necesarios para llegar a un diagnóstico.
“Puede ser que las convulsiones sean por epilepsia. Hay 13 pacientes por cada 1000 habitantes con epilepsia, y entre el 15% y el 20% de ellos son diagnosticados durante la adolescencia y la adultez. Medicados, la mayoría puede llevar una vida normal”, afirma Andersson.
Las convulsiones también pueden ser producto de un cuadro infeccioso, como meningitis, diabetes o un golpe en la cabeza.
La importancia de no introducir un objeto en la boca de la persona que está convulsionando radica en que esto puede lastimarlo o producirle asfixia. “Es verdad que la lengua se puede lastimar en el abrir y cerrar de la boca durante las convulsiones, pero poner cosas dentro de la boca puede ser mucho peor. Antes era muy común que las personas que lo rodeaban le pusieran, por ejemplo, un cinturón. El riesgo es, por ejemplo, que se le rompan piezas dentarias y se las trague”, afirma Andersson.
👉 Después de lo sucedido con Javier Altamirano, es importante recordar cómo podemos ayudar a una persona que está teniendo convulsiones pic.twitter.com/erTVMvPHfq
— Planeta Boca Juniors (@PlanetaBoca) March 18, 2024
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