¿Viajar en avión causa trombosis?: mitos y verdades de la enfermedad
¿Viajar en avión o estar internado mucho tiempo, incrementa su aparición? ¿La obesidad y el consumo de alcohol o tabaco aumentan sus chances?
Trombosis, o lo que es lo mismo, la formación de un coágulo en una vena o arteria que obstruye la circulación sanguínea, es una afección peligrosa más común de lo que se cree y puede ser invalidante o inclusive, causar la muerte, como le ocurren a unos 4300 argentinos todos los años.
Pero algunas de las creencias acerca de las trombosis, que están muy arraigadas en el saber popular, no siempre se condicen con la evidencia científica.
¿Viajar en avión o estar internado mucho tiempo, incrementa su aparición? ¿La obesidad y el consumo de alcohol y tabaco aumentan sus chances? ¿Es inevitable padecerla cuando se tiene más de 70 años o puede surgir antes?
“La trombosis no se produce por la presencia de un único factor. Para que ocurra, deben darse una serie de circunstancias o factores de riesgo que provoquen la formación del coágulo. No todos los factores tienen igual poder para generar una trombosis, por eso se habla de factores de riesgo fuertes, moderados y débiles”, explicó a LA NACION la doctora Patricia Casais, Coordinadora del Comité del Día Mundial de la Trombosis en Argentina, que se celebra hoy.
“Hoy se sabe que la trombosis venosa puede afectar a personas de todas las edades, sexo, clase social o etnias”, agregó la experta del Centro de Hematología Pavlovsky, desmitificando el mito que el evento sólo se da en personas de edad avanzada.
La doctora María Ester Aris Cancela, médica hematóloga, jefa de Hematología del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), expuso sobre las situaciones que aumentan el riesgo de padecer un tromboembolismo venoso (TEV). Entre ellas, las internaciones y las cirugías son las más frecuentes y las potencialmente prevenibles.
La experta también desmitificó la enfermedad atribuida al pasajero frecuente de avión. “Aunque se ha difundido la creencia de que viajar en avión es un factor de riesgo importante de trombosis, la evidencia muestra, que la frecuencia de embolia pulmonar luego de un viaje mayor de 12 horas es de 5 por millón, y el riesgo de muerte por embolia pulmonar inmediatamente después del viaje es menor a 0.6 por millón de pasajeros que vuelan más de 3 horas”, explicó Cancela.
Y agregó: “Considerando que millones de personas viajan en avión diariamente es importante esclarecer este tema para evitar miedos infundados, propiciar la prevención y prevenir el uso inadecuado de drogas anticoagulantes”.
ACV, infarto y otros padecimientos relacionados
Las enfermedades cardiovasculares tienen directa relación con la trombosis. Si el coágulo se forma en las venas de los miembros inferiores causa una trombosis venosa profunda (TVP); si migra por el torrente sanguíneo y se aloja en el pulmón, puede causar una embolia pulmonar; si lo hace en las arterias del cerebro, un ataque cerebrovascular (ACV); y en el corazón, un infarto agudo de miocardio (IAM).
En cuanto a las trombosis arteriales, la doctora Andrea Rossi, médica hematóloga, Presidente del Grupo CAHT y jefa de Hematología de la Fundación Favaloro, explicó que “el ACV puede ser consecuencia de una trombosis en una arteria cerebral generalmente relacionada a factores de riesgo como hipertensión arterial, diabetes o hipercolesterolemia, o puede deberse a una embolia, es decir a un trombo que viaja por la sangre, proveniente por ejemplo del corazón”.
La Fibrilación Auricular (FA), una alteración muy frecuente del ritmo cardíaco, es responsable de tres millones de ACV embólicos. Los pacientes con FA tienen cinco veces más posibilidades de tener un ACV que las personas que no tienen FA; además el ACV secundario a FA se asocia con una mortalidad del 25% a los 30 días.
“Se calcula que 2/3 de esos ACV pueden ser prevenidos con un tratamiento antitrombótico adecuado. La detección precoz de esta arritmia y el tratamiento anticoagulante adecuado permiten prevenir un gran número de ACV”, afirmó Rossi.
“A pesar de la eficacia y seguridad del tratamiento anticoagulante oral para evitar el ACV en pacientes con fibrilación auricular, los estudios internacionales y un registro de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) muestran que aún hoy, casi el 50% de los pacientes con esta arritmia no reciben tratamiento anticoagulante adecuado”, señaló la especialista.
Difundir información adecuada acerca de los factores de riesgo para desarrollar una trombosis arterial, permite cambiar ciertos hábitos y realizar una consulta médica precoz para evitar una enfermedad invalidante.
La trombosis en cifras
Las cifras mundiales arrojan que cada año se registran unos 10 millones de casos, que dan como resultado entre 100 mil y 300 mil muertes solamente en los Estados Unidos y 544 mil en Europa. Sólo en los Estados Unidos y en el Reino Unido, aun sumando todas las defunciones por VIH-SIDA, cáncer de mama, accidentes de tránsito y cáncer de próstata, el número seguiría por debajo del total de víctimas que se cobra la TEV.
En la Argentina, se estima que unas 60.000 personas sufren un Tromboembolismo Venoso (TEV) por año-. Aproximadamente 48.000 de ellos se manifiestan como Trombosis Venosa Profunda (TVP) y unas 15.000 personas desarrollan un Tromboembolismo Pulmonar (TEP o Embolia Pulmonar). Teniendo en cuenta que la tasa de mortalidad del TEP es de hasta 30%, esto se traduce en unas 4300 muertes por año en nuestro país.
El TEV es la primera causa prevenible de mortalidad hospitalaria ya que alrededor del 60% de todos los TEV están asociados a hospitalización. Por ello es posible reducirla mejorando la identificación de pacientes de alto o moderado riesgo para brindarles la profilaxis adecuada.
Una app que ayuda a cuidarse
Un grupo de médicos clínicos y hematólogos desarrolló la aplicación TromboRisk, orientada a médicos, que permite estratificar el riesgo de que un paciente internado por enfermedades clínicas, quirúrgicas y/o quemados pueda presentar un Tromboembolismo Venoso. La app, de uso gratuito, está disponible para dispositivos Android y Apple.
“Para la estratificación del riesgo, establecido en bajo, moderado o alto, el sistema considera los motivos por los cuales el paciente está internado y factores propios que elevan su chance de desarrollar un evento tromboembólico venoso (como la edad o el reposo prolongado)”, precisó la doctora Alicia Vilaseca, médica hematóloga, jefa del Servicio de Hematología y Hemostasia de la Clínica San Camilo.
La especialista afirmó que los síntomas de dicho cuadro incluyen: dolor, tensión, hinchazón, enrojecimiento y calor en el sitio afectado. Pero el paciente puede no tener síntomas por lo que resulta clave la prevención y sobre todo, tomar medidas para reducir el riesgo de un episodio.
Algunas de ellas son:
- Ser proactivo y consultar con el profesional el nivel de riesgo de desarrollar un evento tromboembólico antes del evento quirúrgico a internación para recibir prevención en el pre o en el postoperatorio.
- Respetar las indicaciones del médico (tiempo, dosis, frecuencia) en relación a la ingesta de medicamentos para prevenir la trombosis
- Retomar el movimiento tan pronto como sea posible después de una cirugía o una enfermedad, de acuerdo a la recomendación del médico. Moverse reduce las probabilidades de formar coágulos.
- Ejercitar los músculos de la pantorrilla durante viajes largos o largas horas de reposo o inactividad física frente a la computadora, o en su trabajo diario habitual
- Si tiene dudas, o presenta hinchazón, dolor, entumecimiento, o cambio de color ya sea del miembro superior o inferior consulte de inmediato a su médico
- Si en su familia directa hay antecedentes de trombosis no olvide hacérselo saber a su médico y que este le aconseje cómo protegerse.
- Movilizarse e hidratarse son dos herramientas que también ayudan a prevenir la trombosis.