Miramar, cansada de la inseguridad
Vecinos y autoridades dicen que hay más delito
MIRAMAR.- Con cascos, escudos y bastones, detrás de las vallas que protegen un edificio comunal devastado tras los incidentes del lunes. Con móviles, por las calles de la ciudad. Hace tres días que esta localidad balnearia está repleta de policías. Y aun así, ayer a la madrugada se produjo un robo a mano armada en una casa, similar a tantos que habían ocurrido antes del asesinato de Gastón Bustamante, de 12 años, estrangulado por uno o más autores que huyeron con menos de 500 pesos.
Vecinos y autoridades reconocen que los niveles de delito se incrementaron aquí durante los últimos meses. Y, peor aún, a la tendencia de casas desvalijadas mientras sus moradores estaban ausentes se sumaron los asaltos a punta de pistola en vía pública, comercios o viviendas.
Durante la movilización que el lunes reunió a casi 5000 vecinos, se repetían los testimonios de familias víctimas de hurto o robo. "Es un grupo de 300 o 400 que todos sabemos quiénes son", dijo ayer a LA NACION el presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Producción local, Aldo Barone.
Las quejas se basan en que muchos de esos delincuentes son capturados, pero pronto vuelven a pasearse por la ciudad. Algo común en otros distritos, como puede ser Mar del Plata, pero que aquí se hace más notorio por ser una población más pequeña donde todos se conocen. Una muestra son los cinco detenidos por destrozos en la sede de gobierno: cuatro de ellos son mayores y tienen antecedentes por robos y drogas.
El intendente local, Patricio Hogan, admitió que en los últimos tiempos se estaban dando más robos. "Hacemos el máximo esfuerzo para reducir niveles de delito", dijo a LA NACION. Destacó la instalación de cámaras de seguridad en la ciudad y GPS para móviles policiales.
La preocupación por este mal clima, agravado por la proximidad de la temporada de verano, se suma a la incertidumbre que reina en torno a la investigación por el crimen de Gastón Bustamante. La causa por homicidio en ocasión de robo no tiene detenidos -los primeros aprehendidos ya fueron liberados- y escasean sospechosos.
El fiscal Rodolfo Moure y su equipo de trabajo ordenaron ayer la extracción de sangre y toma de huellas al círculo íntimo de la víctima para cotejar con rastros levantados por Policía Científica en un escenario del crimen que encontraron muy sucio por el paso de familiares y vecinos apenas conocida la muerte.
Huellas dactilares sobre un televisor que no llegaron a robar, sangre y un pelo largo son las principales pruebas que tiene la pesquisa.
El padre de Gastón constató ayer que en su casa, además de dinero, le faltaba un martillo. La policía lo encontró en el terreno de una vivienda de la misma manzana y lo derivaron para ser peritado. Es que al niño, antes de asfixiarlo, lo golpearon muy fuerte sobre la ceja con un objeto contundente.
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