Minimizan su actuación los productores del show del Indio Solari
OLAVARRÍA. Trataron de desligarse de la tragedia ante la Justicia
AZUL.- Los productores del recital que hace casi un año brindó Carlos "Indio" Solari en Olavarría intentaron deslindar o al menos minimizar responsabilidades en la organización y el operativo de seguridad de aquella noche que terminó con dos personas muertas y más de 50 lesionadas, todas afectadas por avalanchas que se dieron en los primeros minutos de un show que, a pesar de lo ocurrido, siguió durante casi dos horas.
Por más de diez horas se extendieron las indagatorias que enfrentaron Marcos y Matías Peuscovich -dueños de la productora En Vivo SA- y su socio Gustavo Zurita ante el fiscal David Carballo, que los acusa de estrago con dolo eventual agravado por la muerte por asfixia de Juan Bulacio y Javier León, un delito por el que podrían recibir hasta 20 años de cárcel.
Seis horas duró el interrogatorio a Matías y algo más de tres el de Marcos. Ambos se reconocieron como responsables de la organización del show y negaron haber cometido delito alguno. La venta de tickets superó lo autorizado (casi 200.000 sobre 155.000, el máximo permitido según el informe de los bomberos), pero trataron de explicar que el predio La Colmena, donde se hizo el show, tuvo condiciones óptimas para esa capacidad. "Compararon una y otra vez con otros recitales similares, sin incidentes, y marcaron estas muertes como una fatalidad", informaron fuentes judiciales a LA NACION. Los productores ligan las muertes más a cuestiones personales (consumo de drogas, por ejemplo), cuando el informe forense confirma que fueron por asfixia, en medio de la multitud.
Zurita optó por no declarar. En la causa hay constancias de que este abogado, apoderado de En Vivo SA, había sido el encargado de contratar los servicios médicos para atender las emergencias en el predio y las inmediaciones. Los productores afirman que esa noche la demanda fue inferior a la de otros shows del artista e incluso con menos público.
Acercaron más fotos y filmaciones con las que intentaron demostrar que había espacio libre para que el público se distribuyera con más comodidad. Y que dispusieron una salida por los fondos porque las laterales serían más riesgosas para la desconcentración. Según peritajes, en La Colmena había entre 225.000 y 245.000 personas.
Para el fiscal, los empresarios no tomaron previsiones obvias ante riesgos que ayudaron a generar con venta excesiva de tickets, controles laxos y un predio que no fue acondicionado para semejante masa. "Publicitaron que podía ser el último recital de Solari y debieron prever las medidas de seguridad adicionales", había anticipado Carballo a LA NACION. Si en juicio no prospera la acusación por estrago con dolo eventual, pidió que se los juzgue por estrago culposo en concurso con doble homicidio culposo.