Megadecreto: desconcierto y dudas en los consultorios por las recetas de medicamentos sin marcas
Con el cambio en la ley, los médicos y los pacientes desconocen cómo funcionará el nuevo sistema; el Gobierno señaló que está trabajando en la implementación
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La confusión era total. En los consultorios médicos, la entrada en vigor del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) trajo cambios en materia de recetas, entre otras muchas cuestiones, pero ante las idas y venidas y los reclamos de las asociaciones profesionales, en la práctica, tanto los pacientes como los médicos no sabían si estaban haciendo las cosas bien, y si en todo caso, las prescripciones que daban y recibían iban a servir a la hora de compra un medicamento.
Ocurre que las recetas, a partir de ahora, deberán ser exclusivamente digitales y por el nombre genérico del medicamento. Así, se invalida la posibilidad de incluir el nombre o la marca de algún laboratorio en especial, tal como habilitaba la ley de genéricos. Así lo dispuso el Poder Ejecutivo a través del mega-DNU del 20 de diciembre pasado al sustituir parte de un artículo de la ley N°17.132, y lo propuso en la “ley ómnibus” que envió al Congreso con la modificación del segundo artículo de la norma N°25.649, en la que también se plantea reconocer al farmacéutico como “el único responsable y capacitado para la debida dispensa” de medicamentos.
En la práctica, los médicos consideran que una prescripción no debe ser cambiada por el farmacéutico, o por elección del paciente, salvo diálogo y conformidad previa con el médico tratante. Por lo bajo, un profesional desliza un comentario que circula entre sus colegas y que ilustra cómo perciben el cambio: “Si antes se cuestionaba a los médicos que viajaban a congresos invitados por laboratorios, ahora los que van a viajar son los farmacéuticos”.
“Este artículo del DNU obliga a los médicos a expresar exclusivamente el nombre genérico. Esto genera una gran confusión”, señala el pediatra Mario Elmo. “No solo en el aspecto de la vigencia del DNU, sino en el alcance de la virtual prohibición de indicar marcas. Ese punto es difícil de interpretar: ¿está prohibido indicar la marca además del nombre genérico? Y si la indico, ¿es ilegal, la receta no es válida? Más allá del valido planteo de la necesidad de estudios de bioequivalencias y biodisponibilidad que plantearon las sociedades médicas y que no se mencionan en el DNU, la implementación de esta modificación de la ley por un decreto desordena la práctica de la prescripción, que sumada a las modificaciones en el expendio de los medicamentos genera incertidumbre e inseguridad, en una acción crítica profesional como lo es la receta médica”, agrega Elmo
“La ley que modifica permitía la explicitación del nombre genérico, como opción a la marca, responsabilidad compartida con el farmacéutico. No se entienden los fundamentos ni el alcance en los hechos de la ‘exclusividad’ que determina el DNU”, agrega el pediatra.
Frente a esta situación que expusieron los médicos, ante una consulta de este medio para conocer las precisiones de la aplicación en la práctica médica, voceros del Ministerio de Salud de la Nación afirmaron que estaban trabajando en una reglamentación del DNU, que va a poner más claridad a los alcances del decreto, pero confirmaron que hasta julio próximo van a convivir la receta digital y la de papel. Con respecto a la prescripción genérica se estaba trabajando en la reglamentación para su implementación, pero por ahora todas las recetas que se venían realizando tienen validez, hasta la publicación en el Boletín Oficial.
En la práctica, este cambio se convirtió en un desconcierto para los profesionales y también para pacientes. “No entiendo muy bien los cambios. Tengo una receta para un tratamiento que me indicó la dermatóloga hace dos semanas, pero la receta es en papel. Además indica el nombre de la crema. ¿Ya no me sirve?”, se pregunta Sofía R.
En la práctica
“Uno tiende a poner el nombre genérico, ya que es una ley que tiene muchos años. Sin embargo, uno también suele poner una determinada marca, porque conoce que tiene mayor eficacia o mayor tolerancia, por eso se indica. ¿Cómo va a funcionar esto en la práctica? No lo sabemos”, se pregunta Luis Camera, médico clínico del servicio de Gerontología del Hospital Italiano.
Una de las dudas que se plantean, por ejemplo es qué va a ocurrir con el Programa de Asistencia al Paciente o bono PAP, que es un sistema de promoción que utilizan los laboratorios farmacéuticos basado en el concepto de 2x1. Ese sistema presenta beneficios para los pacientes que deben adquirir medicamentos cuyo costo es medio y elevado. “Los bonos PAP son una estrategia que tienen los laboratorios, para lograr adherencia a tratamientos que son más costosos, de dar facilidades con descuentos o 2x1. Se usan para tener cierta fidelidad. Y hoy los médicos estamos muy atentos a cómo hacer más accesible los tratamientos, porque con la inflación sube la cantidad de pacientes que una vez que reciben la prescripción no compran el medicamento”, completa Camera.
“Ya veníamos agregando el nombre de la droga por exigencia de la cobertura sobre el producto que indicábamos”, explica el ginecólogo y obstetra Mario Sebastiani. “Con esto quiero decir que el DNU, cuestionable sin duda, no afectó tanto nuestra prescripción. El agregado del genérico permite que, ante la falta de un producto determinado, el farmacéutico pueda indicar un producto similar. Es probable que los seguros [por las empresas de medicina privada y obras sociales]lo hayan hecho para sus propias cadenas de farmacia y con un sentido relacionado con el costo. Los intereses entre laboratorios, farmacéuticos, médicos y pacientes son complejos desde siempre. Quizás el mayor problema del DNU es que, firmando un profesional una receta, el farmacéutico con esa firma decide modificar el producto”, indica.
Desde la Cámara de Empresas de Medicina Privada de la República Argentina (Cempra), explican que esta norma todavía genera muchas dudas por su aplicación y que las empresas que nuclean ya están empezando a recibir la consulta de sus afiliados.
“Este artículo tiene dos puntos críticos: uno el tema de la implementación. Todos los sistemas tienen que migrar al sistema de receta digital. Algunos ya tienen un sistema propio, sobre todo las prepagas y algunas obras sociales, pero deben readecuarlo a la norma. Y esto va a significar que van a tener que adaptar sus plataformas, adecuarlas al sistema vigente. Para eso, se prevé un plazo que el mismo DNU establece. Eso significa que hasta julio van a convivir las recetas digitales con las de papel”, explica Ricardo Lilloy, presidente de la Cempa. Por ejemplo, detalla: “PAMI no tiene implementado en su sistema de receta electrónica la prescripción por genérico, sino por marca”.
“El otro problema es el tema de las jurisdicciones. Porque el DNU invita a las provincias a adherir pero no prevé qué ocurre si no lo hacen. Porque son las provincias las que ejercen el poder de policía sanitaria”, detalla Lilloy. Esto podría significar que, la norma solo tenga validez, hasta tanto las jurisdicciones locales la ratifiquen, en ciertos hospitales nacionales y en obras sociales y prepagas de alcance nacional. Entre ellas, Swiss Medical, Osde y otras. Sin embargo, podría ocurrir que en provincias gobernadas por la oposición, como es el caso de la provincia de Buenos Aires, deberán convivir los dos sistemas: el de receta digital y física, además sería válida la prescripción que no sea por genéricos. ¿Qué ocurriría si, por ejemplo, en ese caso, un afiliado de Swiss Medical que se atienda en provincia de Buenos Aires y concurre a una farmacia en ese distrito, podría utilizar cualquiera de las formas de prescripción? Lilloy dice que en teoría sí, pero que en la práctica dependerá de cómo lo implemente la empresa de medicina privada.
Preguntas
Otra de las dificultades que en la práctica encuentra la receta digital, es que no se puede asumir que en todos los consultorios, o en todas las áreas del país el acceso a internet es igual y constante. Y que en todo caso, una interrupción del servicio, deje sin atención médica a la población. “Hay grandes zonas apagadas, o que sufren apagones de internet y esto podría ser un problema. Es uno de los dilemas que aparecen en el subdesarrollo cuando se implementan medidas de modernización”, apunta Lilloy.
Otro de los cuestionamientos que surgieron en estos días tiene que ver con que, si se le da al paciente y al farmacéutico la posibilidad de modificar la receta por un genérico cuando hay copias sin cadena de control de su eficacia y seguridad, ¿la responsabilidad sobre los resultados deja de ser del profesional tratante?
“La prescripción por genéricos está hace tiempo, pero se cumplía a medias. Nosotros prescribimos por genéricos y luego, cómo sigue la historia, si decide el farmacéutico o el paciente es otro tema. El tema es que si esto ya está en vigencia o no, si tiene validez o no eso ya no lo sabemos. Si decide el Congreso, o la Justicia, es todo muy confuso. Puede pasar que un médico haya prescripto por nombre comercial y que en la farmacia le digan esto está mal, puede ocurrir. Pero no lo sabemos”, explica la infectóloga Elena Obieta.
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