Megaacueducto en Tokio: cómo previenen inundaciones en el área metropolitana más grande del mundo
TOKIO.- El megaacueducto Sairyu no Kawa, a 40 kilómetros de esta ciudad, es enorme, titánico, colosal, difícil de dimensionar. Construido para evitar inundaciones en el área metropolitana más poblada del mundo, expuesta a lluvias intensas, tifones, potenciales terremotos y tsunamis, puede drenar hasta 200 metros cúbicos por segundo. Es un orgullo japonés.
Sairyu no Kawa es un sistema subterráneo que puede desviar agua de cuatro ríos en caso de crecidas, redirigirla a un túnel, a un receptáculo de descarga inmenso y eventualmente al río Edo, que desemboca en la bahía de Tokio, es decir, en el océano. La construcción comenzó en marzo de 1993, con tecnología japonesa de punta, y demoró 13 años. Costó más de 2000 millones de dólares y se inauguró en junio de 2006. Los datos indican que el impacto de las lluvias en las zonas afectadas se redujo en un 95%.
Cuando llueve y hay crecidas en los ríos Naka, Kuramatsu, Koumatsu y/u Oootoshifurutone, canales subterráneos pueden desviar agua hacia cinco tanques inmensos que se conectan entre sí a través de un túnel de 6.3 kilómetros que está a 50 metros de profundidad. De acuerdo al volumen de agua, se puede regular el ingreso a un receptáculo gigante de descarga, que a su vez puede regular la cantidad de agua que se vierte al río Edo, que desemboca 40 kilómetros después en la bahía de Tokio.
Por qué construyeron el megaacueducto
La forma del terreno en lo que hoy son las afueras de Tokio, como un bowl, provocó históricamente que el agua no drenara rápidamente ante lluvias intensas. Los frecuentes desbordes de los ríos Tone y Ara erosionaron a lo largo del tiempo la cuenca del río Naka. Además, el rápido desarrollo de la ciudad de Tokio y sus alrededores concentró población y urbanización.
Varios factores conformaron un círculo vicioso: el vertiginoso ritmo de urbanización en la franja comprendida entre los 20 y los 40 kilómetros alrededor de Tokio, la consecuente ampliación del sistema de transporte público y de autopistas en esas zonas bajas, donde fácilmente se acumula agua; el sistema de cloacas, que no dio abasto; tormentas fuertes e intensas. En septiembre de 1991, tras el paso del tifón Mireille, más de 31.000 casas quedaron tapadas por el agua cerca del río Naka. Habían caído más de 186 milímetros en 48 horas y se habían anegado 9200 hectáreas. Las obras del megaacueducto comenzaron poco después.
En los últimos dos años, las lluvias fueron récord en los meses de agosto. Durante el otoño, las precipitaciones fueron "significativamente por encima de lo normal" y los días soleados estuvieron por debajo de la media. Según datos de la Agencia Meteorológica de Japón, llovió más de lo previsto tanto en 2016 como en 2017, y también aumentó la cantidad de días con lluvias de 100 milímetros o más y con 200 milímetros o más. Además, la temperatura subió len todo el país. En el este, la temperatura en 2016 fue la más alta registrada desde 1946.
Hoy, la brutal infraestructura de Sairyu no Kawa cobra especial relevancia frente al aumento de las precipitaciones (¡cambio climático!), frente al potencial impacto del aumento del nivel del mar y de tifones, terremotos y tsunamis, y frente al desafío que implica que esta ciudad superpoblada a la vera del mar sea anfitriona de los Juegos Olímpicos en 2020.
Cómo funciona el sistema
Cuando llueve mucho y hay crecidas en los ríos Naka, Kuramatsu, Koumatsu y/u Oootoshifurutone, cinco tanques verticales subterráneos, identificados con números -del 1 al 5-, absorben el agua. Con 30 metros de diámetro cada uno y a 70 metros de profundidad, cada uno podría albergar a la Estatua de la Libertad. Los tanques están interconectados por un túnel.
Cada tanque toma y almacena agua que "sobra" de cada río, regula el volumen y la presión del agua, y cuando llega a un número determinado, deriva agua al túnel, que tiene 6.3 kilómetros de largo y 10 metros de diámetro, y que fue construido por debajo de una ruta nacional.
El agua se transporta a través del túnel aliviador a un gran recinto, más grande que una cancha de fútbol, sostenido por 60 columnas de 500 toneladas cada una. Si el flujo de agua "no afloja", se redirige a un ritmo controlado al río Edo, un sistema fluvial mayor, que desemboca en el océano en la bahía de Tokio. Ese procedimiento se hace a través de bombas impulsadas por motores similares a los de un avión Boeing 737.
Entre una inundación y otra, los responsables de Sairyu no Kawa coordinan visitas guiadas con grupos reducidos para mostrar, con orgullo, cómo funciona ese megaacueducto y cómo lograron mitigar las inundaciones.
En números
- El complejo Sairyu no Kawa está a 40 kilómetros de Tokio y fue construido para evitar y mitigar inundaciones en el área metropolitana más poblada del mundo, con más de 38 millones de personas.
- Cinco tanques subterráneos reciben agua de los ríos Naka, Kuramatsu, Koumatsu y/u Oootoshifurutone cuando hay crecidas. Están interconectados por un túnel, también subterráneo.
- El túnel aliviador tiene 6.3 kilómetros de largo y 10 metros de diámetro. Fue construido por debajo de la ruta nacional 16, a 50 metros de profundidad.
- El recinto principal, donde se ajustan el nivel y la presión del agua, está sostenido por 60 columnas de 500 toneladas cada una.
- El sistema tiene la capacidad de drenar hasta 200 metros cúbicos de agua por segundo.
- La construcción del megaacueducto Sairyu no Kawa costó 2000 millones de dólares y demoró 13 años, entre 1993 y 2006.
- La cantidad de hectáreas inundadas se redujo un 95% tras la puesta en funcionamiento del complejo, según datos del Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo de Japón.
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