“Me gustan las piezas únicas, las figuritas difíciles de conseguir”
Así lo admitió a LA NACION Carlos Olivares, el coleccionista que tenía en su casa 75 objetos con simbología nazi y que es investigado por la Justicia; "No tengo simpatía por el régimen de Hitler", se defendió
“Me interesan las piezas únicas, las figuritas difíciles de conseguir”, dice a LA NACION Carlos Olivares, el coleccionista y anticuario al que le encontraron en su casa 75 piezas de simbología nazi y otras antigüedades que violarían la ley N° 25.743 de protección de patrimonio arqueológico y paleontológico.
Ayer y mientras su caso saltó a los medios del mundo, el anticuario de 55 años, estaba en su local comercial, El Ático, en Maipú al 2300 de Olivos. En medio de cajas a medio embalar y entre cientos de objetos antiguos, el comerciante habló con LA NACION. “Se interesaron por mi colección de objetos nazis por todo un mito urbano que hay alrededor de eso. Pero es una colección privada de 75 objetos que conseguí acá, en la Argentina”, dice y aclara que no tiene ninguna simpatía con el régimen de Adolf Hitler. “La mayoría de las piezas las adquirí hace más de 20 años. También tuve objetos de la China de Mao y no quiere decir que esté de acuerdo con su política”, explica.
Además de las piezas que comercializa en su local cuenta que tiene unas 12 colecciones privadas de gran amplitud temática: desde botellas de snuff (tabaco pulverizado), hasta sellos de piedra pasando por arte erótico.
Los 75 objetos de simbología nazi fueron secuestrados en un allanamiento en su residencia el 8 de junio pasado. Por ahora, Olivares está imputado únicamente por violar la ley N° 25.743 de protección de patrimonio arqueológico y paleontológico.
El comerciante explica cómo comenzó la investigación que desembocó en tres allanamientos que se realizaron en su casa, en su local comercial y en un depósito que está a metros del negocio. “Me mandaron a un comprador falso que dijo estar interesado por la colección de momias que tengo. De acá [del local] se llevaron solamente unos cinco o seis objetos: unas campanas chinas, una pipa, unos amonites y una piedra que dicen que puede ser de caparazón de gliptodonte, aunque yo no creo que sea así”, cuenta.
En los operativos, la Policía Federal consignó que secuestró 40 momias de animales que se investiga si corresponden al Antiguo Egipto, algunas estatuillas chinas y una serie de objetos con simbología nazi.
Ayer, junto a Carlos, estaba su hermano, Aníbal. “Nos tocaron todas juntas: nuestra madre estuvo en terapia intensiva, nos llegó la orden de mudarnos de este local, y, encima, nos allanaron ”, se lamenta Aníbal, mientras se toma un pequeño descanso para conversar y almorzar un sandwich.
Según cuenta, fue él quien le abrió la puerta a la policía cuando los efectivos llegaron a la casa de Carlos. “Es una colección privada que mi hermano fue comprando desde hace ya más de 20 años”, relata. Y agrega: “Empezaron a investigar por el lado de las momias, pero es evidente que son falsas. Las hace un artesano, y mi hermano se las compraba por unos 2000 pesos cada una. Carlos colecciona de todo”.
Consultado específicamente sobre los objetos vinculados con la Alemania nazi, Aníbal cuenta que en el mundo del coleccionismo, hay muchas personas interesadas en este tipo de objetos.
“Creo que ni él sabe si las piezas son originales o si son réplicas, pero ahora se armó todo un revuelo. Estamos buscando un local para mudar las cosas, pero nos rebotaron por las notas periodísticas que salieron. Uno ya lo teníamos señado”, dice. Al terminar su sandwich, se excusa y entra al local, atiborrado de máscaras, afiches, piedras y artesanías de todo tipo.
Peritos de la Justicia tendrán que determinar si las piezas que se secuestraron son originales o son réplicas. Para eso, deberán realizar pericias.
Por ahora, la investigación está a cargo de la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado.
Mudanza
Sobre el Puente Maipú, de color azul marino y estilo industrial, hay una galería donde funciona desde 2010 la feria de antigüedades, una suerte de minimercado de pulgas. Allí está el local de Carlos Olivares.
En su apogeo, unos 30 inquilinos tuvieron sus puestos allí. En un extremo de la galería del primer piso hay un bar que no parece tener mucha clientela. Un cortinado grueso oscurece su interior.
Sólo un par de personas deambulan por la estación Maipú del Tren de la Costa y curiosean las antigüedaes. En el extremo opuesto al restaurante hay más movimiento. Según cuentan los hermanos Olivares, por problemas relacionados con la concesión del predio deberán desalojar el local en nueve días. Por eso, empezaron a embalar cientos de objetos.
Ayer recibieron, según indican, un ultimátum por parte de la Operadora Ferroviaria del Estado (Sofse), para desalojar el predio. El conflicto, continúan, se remonta a 2013, cuando la Sociedad Comercial del Plata rescindió su concesión con el Estado. “Estamos acá desde 2010, cuando firmé contrato por 10 años con esa sociedad. Pero desde 2013, cuando entregaron la concesión, sufrí amenazas y boicots para que nos fuéramos. Desde ese momento, nos hicimos cargo del mantenimiento, la limpieza y la seguridad. Me bloquearon mis cuentas e incluso usurparon el predio sin orden judicial. Eso también está en la Justicia”, cuenta Carlos Olivares.
El comerciante, bajo la lupa
Carlos Olivares
Anticuario y Coleccionista
"Tengo 12 colecciones de distintos objetos: arte erótico, botellas de snuff y sellos de piedras "
"Se interesaron por mi colección de objetos nazis por el mito urbano que hay alrededor de eso"
"También tuve objetos de la China de Mao y no quiere decir que esté de acuerdo con su política"