Máxima posó con su familia en los jardines del Messidor
La princesa de Holanda pasará las Fiestas junto a su familia en Villa La Angostura
VILLA LA ANGOSTURA.- Los jardines de la residencia Messidor, un castillo de estilo francés construido a orillas del lago Nahuel Huapi, fueron escenario de la primera exposición pública del príncipe holandés Guillermo de Orange y su esposa, Máxima Zorreguieta, quienes llegaron a Villa La Angostura para pasar las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
En una jornada fresca y ventosa, cuando el termómetro marcaba apenas 10 grados, la familia real, integrada por el príncipe, su esposa y las pequeñas Catharina-Amalia, Alexia y Ariane, posó ayer 15 minutos para una sesión de fotos para la prensa nacional e internacional.
La familia real llegó el viernes pasado a Villa La Angostura -donde reside Martín, el único hermano de Máxima- para recibir el nuevo año junto a los padres de la princesa, Jorge Zorreguieta y María del Carmen Cerruti, y pasar sus vacaciones hasta los primeros días de enero en dos cabañas en el country Cumelén.
El sitio elegido para presentarse públicamente en su visita a la Argentina fueron los jardines de especies autóctonas y variedad floral de la residencia oficial del gobierno de Neuquén, el Messidor, un pequeño castillo de estilo francés construido por Alejandro Bustillo en 1942 que era residencia presidencial y que alojó a María Estela Martínez de Perón, en calidad de detenida, luego del golpe de Estado de 1976.
Vestida con un traje oscuro compuesto por pantalón y chaqueta, la princesa posó junto a sus hijas y esposo en diversos sitios de los jardines y mantuvo un breve y distendido diálogo con la prensa, ante la que expresó su deseo de tener "un gran 2011" y su esperanza de que "los próximos días sirvan para descansar".
Máxima dijo que optó nuevamente por pasar las fiestas de fin de año en Villa La Angostura para reunirse con su familia y afirmó que, si bien no tiene un programa de actividades preestablecido, intentarán realizar caminatas y navegar en el lago, y hasta apeló al humor deseando poder nadar en las frías aguas del Nahuel Huapi si el clima mejora durante su estadía.
"Es lindo volver a estar acá, vengo desde que tengo 4 años", señaló la princesa de Holanda, mientras que su esposo, en un perfecto castellano, destacó las bellezas de la aldea de montaña, a la que calificó como un "lindo lugar".
La princesa anticipó que podrían asistir con su familia durante su estadía al restaurante de su hermano, Tinto Bistró, ubicado en la zona céntrica de la ciudad, como lo han realizado en otras visitas, mientras que no precisó si concurrirían a la estancia que compró la familia el año anterior en el paraje Pichileufu, en una zona de la estepa patagónica en jurisdicción de la provincia de Río Negro.
La llegada de la familia real motorizó un despliegue de seguridad importante en la villa turística con agentes de fuerzas federales y del servicio de seguridad holandés, que permanecerán junto a los príncipes para resguardar su privacidad y tranquilidad durante la estadía.