Massimo Cincera, del mayor grupo de medios de Bérgamo: "La peor pesadilla es que nuestros amigos y ancianos se mueren solos en la cama de un hospital"
SESAAB es una de las organizaciones de prensa regional más importantes de Italia. Con sede en Bérgamo -uno de los epicentros de la pandemia en la región de Lombardía, en el norte de la península- publica el diario L’Eco di Bérgamo y las tres ediciones locales del periódico La Provincia (Como, Lecco y Sondrio). Fundada en 1988, es propiedad de la diócesis de la misma ciudad y cuenta también con numerosos sitios de noticias y entretenimiento, radio y televisión.
Massimo Cincera, a cargo del grupo italiano de medios, le relató a LA NACION con mucha crudeza, pero a la vez con optimismo, qué siente desde su lugar de responsabilidad frente a la expansión del nuevo coronavirus, cómo se están organizando para cubrir la noticia sin exponer a los periodistas del staff y de qué manera cambió la vida para todos los empleados desde el 23 de febrero, día en que se declaró la pandemia.
¿Cómo vive esta situación de emergencia sanitaria como italiano y responsable de un grupo de medios?
Siento el peso de la responsabilidad de ser el jefe de un grupo editorial que, hasta hace unas semanas, pensaba celebrar sus 140 años (que será el próximo 1° de mayo) tratando de recordar los valores por los que se lo reconoce y viendo cómo un periódico local aún puede ser útil para su tierra. De repente, nos sumergimos en medio de algo que no pudimos entender, con las autoridades que proporcionaron datos de muertes y las páginas de nuestros obituarios que, de tres en promedio, se convirtieron en seis, ocho, diez, doce y hasta trece. Ya no se trataba solo de contar, sino de analizar, comprender y, sobre todo, de actuar. Entonces, junto con la cobertura periodística, activamos de inmediato una campaña de recaudación de fondos (sabemos que la gente de Bérgamo siempre ha confiado en nosotros cuando se trata de ayudar) y hemos alquilado y equipado por ahora dos hoteles que albergan pacientes post agudos. Seguimos escribiendo que era necesario aligerar los hospitales y también lo hicimos.
¿Qué contribución debe hacer la prensa en este momento de noticias y crisis abrumadoras en materia de salud y economía?
En primer lugar, contar los hechos o lo que está sucediendo en hospitales y geriátricos; nuestros ancianos, nuestros padres, pero también nuestros amigos se están muriendo lejos de nosotros, solos, en una cama de hospital. Esta es la peor pesadilla para nuestra sociedad que todavía cultiva la idea de la muerte ritualizada hecha de compartir el dolor, el saludo, el funeral y la elaboración comunitaria del duelo. Has visto todos los camiones del ejército que sacaron los cuerpos del cementerio de la ciudad para llevarlos a los crematorios de otras ciudades. Lo que no ves son los momentos del regreso de las cenizas donde, necesariamente, pero dramáticamente, solo un par de personas pueden estar presentes para recogerlas y devolverlas. Nuestros lectores se preguntan: "¿Dónde terminaron los infinitos momentos de la vida social que vivieron? ¿Quién los recordará con el tiempo?" Junto con ellos encontraremos las respuestas. Además de las enfermedades y los duelos familiares, también seguimos necesariamente la agonía de nuestra economía, que es principalmente la fabricación de productos cuya calidad ha sido reconocida por el mundo. ¿Pero qué pasará mañana? ¿Los clientes encontrarán una alternativa? ¿Tendrán miedo de nosotros? ¿Nos tratarán como infectados? ¿Seguirán aceptando nuestros productos? En nuestras páginas también estamos siguiendo estos problemas, tratando de dar voz a las preguntas comunes que los empresarios y los empleados se hacen sobre el futuro de las empresas.
¿En qué situación están en el grupo con relación a las personas infectadas y enfermas? ¿Has tenido algún caso delicado?
Sí, hay casos. Entre los primeros infectados había algunos periodistas y colaboradores que trabajaban para el periódico, por lo que la cuarentena para nosotros se activó muy pronto. Algunos se recuperaron y regresaron a trabajar, otros se pusieron en cuarentena en los hoteles que hemos establecido como refugios para pacientes post agudos. Varios han llorado en casa por sus padres y hermanos que no han sobrevivido a la crisis. Todos hemos perdido a alguien y por eso el tema de las noticias y el recuerdo de estos días nos ve a todos al mismo tiempo protagonistas y reporteros juntos. Partimos de esta condición para contar.
De repente, nos sumergimos en medio de algo que no pudimos entender, con las autoridades que proporcionaron datos de muertes y las páginas de nuestros obituarios que, de tres en promedio, se convirtieron en seis, ocho, diez, doce y hasta trece
¿Cómo trabajan con la redacción para gestionar la cobertura de noticias? ¿Existen recomendaciones de estilo o manuales para manejar este tipo de emergencia?
Nada existió hasta antes de la emergencia. El mundo ha cambiado para nosotros desde el 23 de febrero. Ni siquiera las autoridades de salud locales sabían exactamente cómo moverse, pero juntos definimos protocolos comunes para trabajar de forma remota y para continuar administrando la relación con el público. La tecnología, que afortunadamente ya estábamos experimentando parcialmente con las conexiones entre las diversas publicaciones de nuestro grupo, ha llenado todas, o casi todas, las brechas de comunicación entre nosotros y casi todos los componentes de la compañía están trabajando a plena capacidad.
¿Por qué motivo es Italia uno de los países más afectados?
No soy especialista en enfermedades infecciosas y no quiero contestar sin equilibrio. Tengo mi propia idea, pero creo que serán los estudios los que explicarán lo que sucedió más allá de las noticias.
¿Cómo maneja el gobierno italiano la comunicación de la pandemia? ¿Hay conferencias de prensa?
Diariamente en la televisión hay una conferencia de prensa del jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli. Precedido por el del Consejero de Bienestar de la Región de Lombardía, Giulio Gallera, a media tarde. Son importantes para nosotros, pero sobre todo es el contacto con el territorio donde los medios nacionales no pueden llegar con nuestra capilaridad y con la información de servicio que sabemos cómo proporcionar.
¿Qué medidas está tomando como grupo de medios para lidiar con la crisis (de la industria) dentro de la otra crisis (Covid-19)?
Nuestro grupo editorial es propiedad de la Diócesis de Bérgamo, que nunca se ha escondido ante emergencias que han afectado a territorios y poblaciones vecinas y distantes. Recibimos, hace un par de años, las olas migratorias del Mediterráneo, dando la bienvenida a más de 10.000 migrantes. Con la crisis de 2007, comenzamos una empresa que ingresa al capital de aquellas compañías en el área que tienen un potencial de desarrollo particular y capacidad para absorber mano de obra. El coronavirus ciertamente no detendrá nuestra capacidad de reaccionar ante la crisis.
Entonces, junto con la cobertura periodística, activamos de inmediato una campaña de recaudación de fondos (sabemos que la gente de Bérgamo siempre ha confiado en nosotros cuando se trata de ayudar) y hemos alquilado y equipado por ahora dos hoteles que albergan pacientes post agudos
¿Qué significa para usted trabajar en una de las regiones de Italia más afectadas?
Significa ver y vivir en un territorio que sufre por la cantidad de personas enfermas y muertas. Pero también significa vivir el coraje, el ingenio y la dignidad del pueblo de Bérgamo. En este momento estamos redescubriendo que no hay distancia entre nosotros y nuestros lectores cuando seguimos nuestra vocación original: leer la realidad y posiblemente mejorarla. Para reiniciar, lanzamos una encuesta para elegir la bandera de nuestro renacimiento. Casi 20.000 personas respondieron y esta es una cifra muy alta. Se lo daremos a todos nuestros lectores el 1° de mayo y será una forma sin precedente de comenzar el renacimiento (si todo va bien desde el 3 de mayo, las medidas se aflojarán) y celebrar los 140 años de la historia de nuestro periódico.
¿Cómo se organizaron en la empresa para continuar con las actividades y, al mismo tiempo, proteger la salud?
Las medidas han aumentado con cada día que pasa. Hoy, casi todos los periodistas y el personal del grupo trabajan en un régimen de trabajo remoto, con todas las dificultades, pero también las oportunidades que ofrece la tecnología. Aunque el trabajo parece más ordenado, esperamos volver a nuestras actividades diarias en la redacción y las oficinas centrales de la empresa. SESAAB no es solo un grupo editorial, sino una comunidad donde se han desarrollado lazos profundos a lo largo de los años.
Nuestros lectores se preguntan: "¿Dónde terminaron los infinitos momentos de la vida social que vivieron? ¿Quién los recordará con el tiempo? Junto con ellos encontraremos las respuestas
¿Qué le recomendaría un italiano a un argentino en este drama global que debemos vivir?
Cuando la infección se propaga, quedarse en casa es esencial. Cuantas más personas se quedan en su hogar, menos se propaga el virus. Luego, en la medida de lo posible, tratar de ser solidario con los demás. El nuevo coronavirus es un fenómeno que ejerce presión sobre la humanidad de las personas y, en general, en estos casos, los seres humanos sacan lo mejor de sí mismos.
¿Qué aspecto positivo se puede rescatar entre tantas malas noticias?
Sigo en una dimensión de trabajo y respondo que todo el equipo editorial ha reaccionado rápidamente a lo que está sucediendo. Todos hicieron su parte, no tuvimos momentos de tensión, aunque en los ojos de alguien, especialmente de los colegas personalmente afectados, aún leímos el miedo. Volveremos a pronunciar la palabra "alegría", como si hubiéramos llegado a la cima de una montaña. Excepto por el valor de este camino que no hemos elegido, pero que estamos siguiendo con gran dignidad y coraje.
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