Más de 150 clases públicas en la UBA para reclamar por salarios y presupuesto
En lo que va de la semana, estaciones de subte, plazas y hasta el Aeroparque Jorge Newbery se transformaron en aulas abiertas donde algunas de las figuras académicas más destacadas dieron cátedra
En lo que va de la semana ya se hicieron más de 150 clases públicas en la Universidad de Buenos Aires (UBA), una modalidad de protesta en la cual alumnos y docentes trasladan la actividad de las facultades fuera de sus edificios para visibilizar el reclamo presupuestario y salarial. Estaciones de subte, plazas y hasta el Aeroparque Jorge Newbery se transformaron en aulas abiertas donde algunas de las figuras académicas más destacadas dieron, literalmente, cátedra. Por ejemplo, el científico Juan Pablo Paz le explicó a unos cien alumnos Física I en el hall central de Aeroparque y el investigador del Conicet Alberto Kornblihtt hizo lo mismo con Introducción a la Biología Molecular en el Parque de la Memoria de Costanera.
Ayer el espacio urbano resignificado como aula fue un andén de la estación de trenes Ciudad Universitaria de la línea Belgrano Norte. Veintidós alumnos tomaban apuntes sentados en el piso. En frente de ellos, Lucía Pedraza y Emiliano Rodríguez se turnaban para darles los contenidos pertenecientes a la materia Álgebra del Ciclo Básico Común (CBC). Mientras con un fibrón indeleble en una mano trazaban números de ecuaciones matemáticas sobre el pizarrón traído de la facultad, con un megáfono en la otra intentaban ganarle con la voz amplificada al clamor de los autos y los trenes que pasaban alrededor.
Minutos antes, Pedraza y Rodríguez se habían parado frente a sus alumnos en el aula 207 del Pabellón II de Ciudad Universitaria para hacerles una consulta. "La idea es hacer ahora una clase pública como la que hicimos ayer en la plazoleta pero en la estación de trenes para que nos vea más gente. ¿Les parece bien?", preguntaba Pedraza. Algunos chicos contestarían que sí, otros no emitirían palabra alguna. "Hoy hace menos frío que ayer y no llueve. Espero que hayan venido más abrigados", agrega sonriente.
Docentes y profesores salen juntos del aula y se dirigen a la estación del Belgrano Norte, a unas dos cuadras de distancia. En el camino, Rodríguez cuenta que la UBA le cambió la vida y que disfruta mucho de su trabajo pero le resulta difícil vivir con lo que le pagan como docente. "Querés devolverle a la facultad algo de lo que te dio. Enseñar lo que aprendiste en ella es parte de eso", sostuvo.
Rodríguez tiene 30 años, es licenciado en matemáticas y está terminando un doctorado en el área, da clases en la facultad de Exactas y en el CBC de la UBA desde hace unos 7 años. Con 24 años de edad, a Pedraza le falta un año para ser licenciada en matemática, es ayudante segunda en la en el CBC y presidente del Centro de Estudiantes de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA (Cecen).
"Las clases públicas son una medida de fuerza tomada por docentes que sienten pasión por dar clases, no quieren suspenderlas y quieren seguir estando ahí para sus alumnos pero, a la vez, tienen la necesidad de captar la atención pública para dar a conocer la complicada situación por la que pasa la universidad", explicó Pedraza.
Las clases públicas son una de las medidas de fuerza tomadas luego de la aprobación de la distribución del presupuesto "con carácter de emergencia y provisional" el 27 de abril pasado por el Consejo Superior de la UBA. Según las autoridades, los docentes y los no docentes con la partida que recibida la universidad no podría funcionar después del mes de agosto porque no se tiene en cuenta la variación de los gastos de funcionamiento de la universidad (en relación a la inflación y los aumentos en los servicios públicos) y no se contempla la asignación de partidas adicionales permitidas por la Ley de presupuesto 2016. A esto se le suma el reclamo de los empleados docentes y no docentes que buscan un incremento salarial acorde con la inflación estipulada (de un 40%).
Las clases públicas empezaron a hacerse, entonces, hace tres semanas en pasillos, escaleras, halls y calles alrededor de las facultades. Pero "los docentes se dieron cuenta que no alcanzaba con salir a las puertas de las facultades para hacer escuchar nuestro reclamo. Había que ir donde la gente pudiera vernos", afirmó Pedraza. Así empezaron a trasladarse a lugares donde la gente fuera de la comunidad universitaria pudiera escuchar y comprender su reclamo.
Enrique Ripoli está cursando el CBC para Física y era uno de los alumnos tomando apuntes en la estación de trenes ayer. "Mi papá trabajó mucho tiempo en la UBA, por lo que sé perfectamente lo bajos que son los salarios de los profesores. La situación edilicia también es de terror. Aunque sea una lástima llegar a esto, otra cosa no se puede hacer", opinó.
"Me parece un poco extremo llegar a esto pero es la única forma de hacer ver lo que está pasando para que el gobierno responda al reclamo. La universidad está en decadencia. En Exactas funciona solamente un ascensor, no hay calefacción en muchas aulas y ni te digo lo que son los baños", contó Jonatan Rolón, otro de los alumnos del CBC que participó de la clase de Álgebra.
Rosario prefiere no dar su apellido porque tiene una postura crítica con respecto a la medida. "Entiendo perfectamente el motivo. Es lógico que los profesores, que están formando a los futuros profesionales del país, ganen más. Además, la universidad está muy venida abajo y los fondos son necesarios. Pero no banco la forma que se eligió para hacer la protesta. No puedo concentrarme y entender una clase de álgebra con este ruido alrededor. Ayer tuvimos otra clase pública al aire libre, lloviznaba y hacía frió. Y la semana que viene tenemos un parcial, por lo que no puedo darme el lujo de faltar", explicó.
Ayer, en una carta firmada por el ministro Estaban Bullrich, el ministerio de Educación Nacional prometió transferirle a la UBA 500 millones para los hospitales que dependen de la universidad y voceros del gobierno afirmaron que la estancia de diálogo se encuentra abierta.
Las facultades de Filosofía y Letras y Psicología permanecían tomadas por la noche; y docentes, no docentes, alumnos y algunas autoridades de las facultades se preparaban para la marcha de hoy que parte a las 16 de la Plaza Houssay hacía el Ministerio de Educación. En algunas facultades las autoridades dieron la orden de no tomar asistencia. Desde la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) creen que la asistencia va a ser masiva.
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