Más calificados: crece la tendencia de la formación a distancia
Las situaciones imprevistas o críticas muchas veces provocan en las personas reacciones negativas. Hay, por ejemplo, quienes se quedan paralizados sin saber cómo continuar o quienes se sumergen en una depresión y pierden el sentido de la vida. Y la pandemia del coronavirus que estamos atravesando bien puede encajar en uno de esos escenarios traumáticos. Sin embargo, algunas tendencias sociales demuestran que, en realidad, las respuestas individuales al confinamiento producto del Covid-19 son mucho más esperanzadoras. Una de ellas es la vocación para aprovechar el tiempo para seguir aprendiendo y formándonos de manera virtual.
En las empresas que tienen a la mayor parte de sus empleados haciendo Home Office, los departamentos de Recursos Humanos no tardaron en diseñar agendas con charlas, cursos y workshops para sus colaboradores. Estas actividades no son más que la continuidad de los programas habituales que suelen tener las compañías. El desafío, en todo caso, fue mantenerlos aún en esta etapa de dispersión física. Pero, además, las capacitaciones virtuales, en este contexto, encuentran ahora a los trabajadores con más tiempo y serenidad que en el vértigo cotidiano de la vida sin pandemia. Estas actividades "refuerzan el ADN corporativo", dicen en las compañías.
Pero más allá de las iniciativas corporativas, muchas personas han decidido volcarse a algún tipo de curso online de manera individual. Y aquí el panorama es de lo más variado: desde aprender o reforzar un idioma o sumar alguna habilidad o herramienta para el trabajo hasta iniciarse en ese viejo hobbie siempre postergado. Esto se refleja en el notable incremento de la oferta digital de cursos y de las distintas plataformas de educación a distancia. Cuando en nuestro país apenas había transcurrido un mes de aislamiento social y obligatorio, Mercado Libre informaba que la demanda de clases online en su portal había crecido un 360% con respecto al mes anterior.
La inscripción a cursos online durante la pandemia es un fenómeno mundial. Y en muchos casos se potencia por la oferta de cursos gratuitos. En Gran Bretaña, por ejemplo, el Institute of Coding es un emprendimiento que tiene apenas dos años de vida y que es financiado en gran parte por el gobierno. Sus cursos, que buscan formar gente en habilidades digitales y que se ofrecen a través de distintas plataformas, han visto multiplicar más de diez veces sus alumnos desde que empezó la cuarentena: los 32 mil alumnos que tenían a principios de 2020 se convirtieron en 400 mil a fines de junio.
Una de las certezas que está dejando entrever la pandemia es que la educación a distancia llegó para quedarse. Ya sea bajo la órbita corporativa o por iniciativa individual, seguimos aprendiendo y capacitándonos para el mundo que viene, al que seguramente enfrentaremos siendo mucho mejores de lo que éramos.
Secretos del aprendizaje permanente
Con este título, hace unos días la periodista especializada en innovación Martina Rúa analizaba en La Nación cómo es el aprendizaje en tiempos de coronavirus. "Aplicar lo aprendido a situaciones del mundo real fortalece el enfoque y la determinación de aprender. Entonces, en vez de ofrecer temas uniformes o cursos enlatados, podemos generar, y pedir, que las capacitaciones respondan a ese aprendizaje permanente real con propuestas muy concretas y de relevancia para nuestro rol actual y para adquirir las habilidades que necesitamos o queremos desarrollar", escribía. Y agregaba que según el psicólogo Hermann Ebbinghaus tendemos a olvidar el 75% de lo aprendido en solo seis días si n