Marcos Galperín, el argentino N° 1 de la web
Fundó y dirige Mercado Libre, la puntocom más destacada de nuestro país, que da trabajo a más de 50.000 personas y cotiza en la Bolsa más importante del sector. Emprendedor de alto impacto, ahora está obsesionado con crear en América Latina un ecosistema como el de Silicon Valley. En una de las contadas entrevistas que ha dado en todos estos años, Marcos Galperín le cuenta a LNR cómo lo hizo.
"Hace diez años que vivo en Uruguay y viajo muchísimo por todo el mundo. MercadoLibre es mi trabajo las 24 horas, los 7 días de la semana, desde hace 12 años. No me desconecto nunca". Y ese nunca sólo se atenúa la última semana del año cuando trata de no estar online. Mientras tanto, se mantiene al día a través de blogs y lee todo a través de la herramienta Google Reader. "Meto todo ahí y con tiempo lo voy filtrando. A eso le sumo Twitter", resume su receta. Además, lee a los analistas que siguen a MercadoLibre, otras empresas del sector que cotizan en Bolsa, Facebook y Groupon.
Y no se olvida de los tiempos duros, aquellos de la explosión de la burbuja en 2001: "Hubo momentos en que la pasamos mal, mal. Hubo gente que me ha visto llorar porque íbamos a cerrar la empresa –rememora-. Pudimos resolverlo y a partir de que fuimos rentables, lo que nos llevó 6 años, fue distinto, porque nos podía ir mejor o peor, pero era sustentable".
Entre los objetivos personales de este pionero del negocio online siempre estuvo crear una suerte de mapa digital, obviamente inspirado en la reconocida experiencia del valle de silicio. "Me encanta Silicon Valley –se entusiasma-. Creo que el ecosistema de emprendedores es muy positivo y meritocrático: te va bien cuando hay un cambio, y a partir de un cambio hay oportunidad de construir con una idea nueva. Es la mejor idea la que funciona, por eso es muy importante el cambio tecnológico y tenés que estar innovando todo el tiempo".
¿Y la familia? ¿Queda espacio para los seres queridos en medio de tanta actividad? "Mi familia es la base para hacer bien esto –asegura-. Porque si no, te quema o terminás siendo una especie de ente. La calidad de tiempo que le entrego es muy alta. Cuando comemos a la noche trato de dar calidad, porque podría estar con mi iPhone o mi iPad a full, pero esa no es la idea".