Después de cuatro días de viaje la elefanta Mara llegó al santuario de Brasil
Después de cuatro días de viaje y 2700 kilómetros se completó el traslado de la elefanta Mara que ya se encuentra en el santuario de Brasil donde comenzará un período de adaptación antes de encontrarse con sus nuevos compañeros de vida. El viaje se realizó sin inconvenientes y se cumplieron los tiempos esperados antes del inicio de la relocalización, una de las más simbólicas del Ecoparque desde que comenzó el proceso de transformación del predio de Palermo.
Junto con el traslado de la orangutana Sandra, la salida de la elefanta se destaca por la importancia y la vida que tuvo el animal desde que arribó al exzoológico de la ciudad en octubre de 1995 proveniente del circo Rodas. Desde junio de 2016, cuando el manejo del lugar pasó de manos privadas a públicas, ya se trasladaron más de 800 animales, aunque durante el mismo período hubo muertes significativas como las de una jirafa y dos rinocerontes.
"Es razonable que se sienta insegura porque está en un lugar desconocido, hay que darle tiempo a que salga de la caja, no hay que apurarla. Hay que darle el tiempo que sea necesario", dijo Scott Blais, el director ejecutivo del Santuario de Elefantes de Brasil (SEB) en la ciudad de Chapada dos Guimarães, en el Mato Grosso brasileño.
Lentamente, con pasos tímidos, Mara comenzó a asomarse de la caja de 5700 kilos en la que fue trasladada para ingresar en el recinto de adaptación del santuario. La esperaban algunas hojas verdes y montículos de tierra similares a los que tenía en su espacio de esparcimiento en el Ecoparque. Los veterinarios y cuidadores de Brasil y los que viajaron desde la Argentina observaban en silencio los primeros pasos del animal en su nuevo hábitat.
El mismo Blais, que había estado en contacto con la elefanta en Buenos Aires, se acercó a la puerta de la caja con una manguera para arrojar agua sobre el cuerpo del animal, una costumbre que le sienta bien. Rociándola sobre la cabeza, las orejas y la trompa, el especialista en traslados de elefantes la estimulaba para que hacerle más amigable el nuevo entorno.
"Fue fundamental el trabajo que se hizo con Mara previo a su salida y el apoyo que tuvimos de muchos de los actores involucrados para que el santuario sea su nuevo hábitat. El viaje fue largo pero en todo momento la elefanta estuvo muy bien y de excelente ánimo, además de estar permanentemente monitoreada por veterinarios y cuidadores", contó Federico Iglesias, subsecretario a cargo del Ecoparque que fue parte de la comitiva que acompañó a la elefanta.
Mara viajó despierta y no abandonó la caja en ningún momento ya que fue monitoreada cada dos o tres horas. El lunes por la mañana se realizaron los trámites en la aduana y allí, en Foz do Iguaçu, los veterinarios y cuidadores del Ecoparque se despidieron de Mara y tomó la posta el equipo del santuario.
El último tramo del viaje comenzó hoy a las 9.30 ya que la misión argentina se interrumpió durante la noche porque se necesitaba luz natural para transitar por los caminos rurales que conducen al santuario. En otro camión, que se adaptaba mejor a las características de la escenografía, Mara llegó al santuario a las 13 para comenzar el procedimiento de adaptación.
Apenas salió de la caja de traslado tomó contacto con la tierra que la esperaba y comenzó a esparcirla por todo el cuerpo ayudándose con la trompa. Como habían anticipado sus cuidadores en el Ecoparque rápidamente su piel tomó un color rojizo, característico de los suelos de la región donde vivirá desde hoy.
Durante el viaje fue recibiendo alimentación que era parte de su dieta diaria en Buenos Aires con manzana, calabaza, naranja, banana, sandía, alimento balanceado y alfalfa seca; pero además se sumaron productos típicos de Brasil, algunos los aceptó dócilmente, aunque otros los descartó. Estos animales pueden comer entre 100 y 130 kilos por día.
"Que Mara esté en Brasil es el resultado de una decisión que tomamos hace mucho tiempo cuando decidimos transformar el Ecoparque. Hace unos años veíamos este hito como algo lejano, casi imposible. Trabajamos todos los días cumpliendo con todos los pedidos y las regulaciones legales. Un día nos sorprendió la pandemia, adaptamos el protocolo y hoy Mara camina en un ambiente natural por primera vez en su vida" aseguró, Eduardo Macchiavelli, secretario de Ambiente de la ciudad.
Mara, que entró en cuarentena sanitaria semanas antes de comenzar el aislamiento social y preventivo para evitar que contraiga enfermedades que podrían haber puesto en riesgo su partida, iba a ser trasladada a fin de marzo, pero la expansión del coronavirus puso en pausa el movimiento. Un equipo de veterinarios del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y del Ecoparque certificaron oficialmente que el animal estuviese libre de tuberculosis, fiebre aftosa y leptospirosis, entre otras enfermedades.
Toda su vida fue en cautiverio. Nació en la India y en 1970 fue comercializada en Alemania por la Institución Tierpark Hagenbeck de Hamburgo y trasladada a Montevideo para exhibirla en el Circo África. En junio de 1971 la elefanta llegó a la Argentina para integrar el Circo Sudamericano. Para concretar su traslado fueron varios los destinos que se analizaron antes de tomar la elección del santuario de Brasil en 2017, cuando se firmó un convenio con la Fundación Franz Weber y se inició el proceso de derivación.
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