Mar del Plata. Regresaron al mar 13 pingüinos que padecieron desnutrición, lastimaduras y ataques

MAR DEL PLATA.- Más de medio centenar de niños acompañados por otros tantos mayores oficiaron casi como guardia de honor, repartidos a un lado y otro del pasillo delimitado con cuerdas, para el desfile a paso redoblado de los 13 pingüinos que, tras casi dos meses de tratamiento y rehabilitación a puertas cerradas, volvieron a su hábitat natural.

Efectos de su pelaje alcanzado por petróleo, lastimaduras producidas entre propios o por ataques de terceros y evidencias de desnutrición son algunos de los cuadros de los que se recuperaron durante su permanencia y asistencia veterinaria en el Centro de Rehabilitación de Fauna Marina de Aquarium Mar del Plata, en cercanías del faro de Punta Mogotes.

De la jaula al mar fue cuestión de segundos. Asomaron, otearon el panorama y sin dudar apuraron el ritmo para chapotear en la orilla y, en seguida, zambullirse una y otra vez entre la espuma que dejaban las pequeñas olas.

“¡Chau, pingüinito, chau!”, se escucha gritar y saludar con mano en alto a un niño de unos cinco años que junto a sus padres permaneció en primera fila para no perderse detalle del recorrido que quedó bien marcado con las huellas de las patas sobre la arena húmeda.

Alejandro Saubidet, director científico de la institución, destacó que se trata de animales que fueron encontrados en estas costas entre el final de la temporada de verano y el mes de abril. “Siempre se intenta una rehabilitación rápida para que no pierdan sus hábitos al momento de volver a ambiente natural y proveerse de comida”, destacó.

En esta ocasión se trata de la especie pingüinos de Magallanes (Spheniscus magellanicus), que tiene presencia constante en esta época del año por la zona marplatense, pero aguas adentro. Lo probable, cuando se advierte a alguno de ellos en zona de playas, es que acarrean algún problema de salud.

Cuadros delicados

Los profesionales que se encargan de atenderlos y recuperarlos confirmaron que estos últimos se recibieron en el centro de rehabilitación con cuadros bastante delicados.

El tratamiento al que se los somete requiere en su mayoría de medicación y, por sobre todo buena alimentación, ya que cuando están lastimados o enfermos les cuesta mucho hacerse de comida en el mar y pierden mucho peso. “Se desnutre y también requieren una desparasitación completa para que no vuelvan a tener problemas”, explicaron a LA NACION.

Los pingüinos se perdieron bien rápido de vista. Siempre en grupo, tal como partieron desde la playa, siguieron mar adentro.

La especie tiene uno de sus puntos de encuentro algo más al sur, en cercanías de Puerto Madryn. En Punta Tombo hay una reserva con mayor presencia entre agosto y septiembre, período de apareamiento. Las crías recién aparecen por allí en vísperas del verano.

Las autoridades de Aquarium Mar del Plata destacan que en casi 30 años de funcionamiento en esta ciudad ya atendieron más de 4000 pingüinos que representan casi el 80% de los animales asistidos y rehabilitados en este establecimiento.