Mar del Plata: el sol al fin brilló en el mejor fin de semana de la temporada
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LA NACIONDarío Palavecino
MAR DEL PLATA.– Tanto deseo, tanto rezo y tanta ilusión recibieron su premio, aunque sea por unas pocas horas. Un ratito antes del mediodía y otro de la tarde temprana tuvieron hoy esa cuota de sol que se negaba en este fin de semana extralargo, el más concurrido por cantidad de turistas en lo que va del verano, pero también el más tedioso y negado en términos de meteorología.
Esa ventana de luz y calor duró cuatro, quizás cinco horas, y tal vez sea el único premio que tengan los cientos de miles que apostaron a la costa atlántica para disfrutar estos feriados de Carnaval, que todavía prometen más nubes y lluvias.
Este domingo, que había iniciado con cielo gris plomizo e incluso con lloviznas, habilitó un rato de condiciones acordes para disfrutar de la playa. Y allá fueron todos, a darle uso a ese traje de baño que habían traído por las dudas, porque de antemano se sabía que las condiciones del tiempo serían pésimas de viernes a lunes y posiblemente también hasta el martes.
“Arrasaron con todo. Fue una avalancha de gente que nos dejó sin nada”, dijo a LA NACION un trabajador de las playas céntricas que durante la mañana alquiló todas las reposeras. “Bajaron todos temprano, apenas el sol asomó un rato”, remarcó.
Desde media mañana se vio en las calles una verdadera caravana de vehículos rumbo al mar. Sobre los techos cargaban tablas de surf, motos, cuatriciclos, motos de agua, reposeras. Todo lo que los chaparrones continuos habían impedido usar tuvo su momento de gloria el domingo.
Tal fue la reacción de los turistas ante la oportunidad que desde el municipio debieron disponer el cierre del acceso al sector público de costa conocido como Las Toscas, entre la rambla y el Torreón del Monje: la cantidad de gente ponía en riesgo el cumplimiento del distanciamiento social, algo que en pleno enero se dio de manera excepcional.
Es que, aun pese a la adversidad del tiempo, los resultados logrados fueron de los mejores en esta temporada tan sufrida, golpeada por la pandemia y también por la crisis económica. Este fin de semana, que sin dudas también anticipa el fin del período fuerte del verano, puede llegar a ser el de mayor rendimiento económico de este prim
er verano de convivencia con el coronavirus.
La hotelería, el rubro que peor sobrellevó estos últimos meses, alcanzó aquí picos promedio de ocupación por encima del 70%. Inéditos incluso en enero, el período fuerte que este año aportó casi nada al sector, que se debió acostumbrar a las habitaciones vacías.
Algo mejor se había vivido en otros distritos, como Pinamar, donde el arranque de año fue con alta demanda de alojamiento. “En estos feriados de Carnaval estamos al 100% desde el viernes”, dijo a LA NACION Hugo Tavelli, responsable de Marcin Hotel, en Cariló. Anticipó que febrero sigue con buenos rendimientos durante los fines de semana y cree que hasta podría terminar con un balance mejor que el de enero. “La gente elige Cariló, elige el aire libre y vivir más al aire libre”, remarcó.
Hasta anoche, toda la demanda se había concentrado en los espacios cubiertos. Los shoppings estaban completos y con largas filas en la puerta, con espera obligada para respetar y cumplir con los protocolos de Covid-19.
En el rubro gastronómico, que este verano apostó fuerte a la disposición de mesas y sillas al aire libre, la oferta quedó relegada en estos días dominados por lluvias, vientos y temperaturas muy otoñales. En Pinamar saben bien de qué se trata; el temporal del viernes último dejó a media ciudad bajo el agua, con calles anegadas y locales y cocheras inundados.
Este mejor fin de semana largo de la temporada, según coinciden los distintos sectores cuando miden afluencia turística, tendrá distinto impacto según el rubro. Hoy fue la única oportunidad para que los balnearios facturaran con alquileres diarios de sombrillas y carpas. Se aprovechó durante la mañana, porque después de las 15 otra vez fue todo aguacero, como habían sido ayer y anteayer.
El alto número de ingresos de turistas fue parejo en toda la franja de balnearios bonaerenses. El pico de movimiento en las rutas se dio el sábado a la mañana, con casi 2500 automóviles por hora en sentido a la costa.
Según anticipó el Ministerio de Turismo de la Nación, el Partido de la Costa figuraba a la cabeza de los destinos más elegidos entre aquellos que tramitaron el permiso exigido por el Gobierno para viajar en estos tiempos de distanciamiento social. Mar del Plata y Pinamar le seguían en preferencias.
El pronóstico meteorológico para las próximas horas no promete nada muy alentador para los feriados de lunes y martes. Hay más lluvias a la vista, así que vaya si se valoró ese ratito de sol que los visitantes pudieron disfrutar hoy. Quizás el único en un fin de semana grande al que, solo por cantidad de gente, le alcanzó para ser lo mejor de este verano tan particular.
Por Darío Palavecino
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