Mar del Plata: el destino que cerró un año récord y se ilusiona con tener su mejor verano

MAR DEL PLATA.– Cientos de automóviles en doble fila que circulan por varios cientos de metros, e incluso, sobre la calzada, a paso de hombre hacia el sur del faro, en búsqueda de playas. Esa es una de las grandes postales que marcaron este arranque de mes que se llenó de turistas, que tarde pero seguro le dieron a la temporada el envión que se esperaba y que tardaba en llegar.

Balnearios casi a pleno, playas un poco menos por un viento incómodo que se hizo sentir ayer en los extremos con menos servicios, confirmaron entre la arena y el mar lo que se había visto unas pocas horas antes, en la noche de ese Día de Reyes siempre señalado como el gatillo de la temporada. Se vivió con restaurantes repletos, filas en teatros, bares con potenciales clientes sobre la calle. Un gran verano parece estar en marcha.

¿Mejor que el anterior? Si bien se perfila prometedor, no hay quien se anime afirmarlo hasta tener claro la dinámica de los visitantes. Sobre todo hasta el paso de este primer fin de semana puro, tras el anterior transcurrido de un calendario a otro.

La vara quedó alta con el excelente enero del año pasado, aun cuando una ola de coronavirus amenazó con complicar las cosas. Llegaron durante ese mes 1.327.732 turistas. Casi 50% más que en mismo período de 2021.

Ahora hay un dato que se destaca en la demanda. La hotelería, que reconoce una ocupación actual que se aproxima al 85%, tuvo una importante cantidad de nuevos huéspedes “por mostrador”. Es decir, pasajeros que llegaron sin reserva previa y decidieron su salida y destino a último momento. Un fenómeno que se ve mucho más en establecimientos de cuatro y cinco estrellas, afirman en el sector.

En el sector inmobiliario, otro tanto. El desarrollo del Mundial de fútbol había marcado una pausa en las consultas y concreciones de reservas. En vísperas de Navidad, también con el humor social a favor por la obtención de la Copa del Mundo, el negocio se reactivó y marcha a ritmo sostenido desde entonces.

Y en los balnearios, el tiempo como socio. Tanto sol derivó en más alquileres de sombra. Desde la administración de unidades de Punta Mogotes anticiparon que algunos de los paradores de ese complejo ya no tiene carpas disponibles para todo este mes.

Mar del Plata viene con el impulso de un 2022 récord en términos de arribos de viajeros. Estadísticas del Ente Municipal de Turismo (Emtur) confirman que entre enero y diciembre del año pasado llegaron casi nueve millones (8.853.246) de turistas, la cifra más alta en los 30 años que se realizan estos relevamientos oficiales.

La pandemia había resultado un tropiezo. El último verano dio un muy buen indicio de recuperación firme hace un año y el período de temporada baja tuvo momentos muy fuertes. Primero con los fines de semana largos, pero octubre y noviembre crecieron fuerte y marcaron diferencia.

“No había mucho para elegir, pero conseguimos más o menos lo que buscábamos: un departamento cómodo, no tan cerca del centro y en buen precio”, detalló Marisa y Santiago, de Rosario, que llegaron por diez días con sus hijos, Anabella y Guille. “Fue el regalo de Reyes que nos hicimos”, dijeron con los pies en el mar y una tarde con casi 30°C en esta ciudad.

Ola de arribos

Desde el sector turístico confirman a LA NACIÓN que el promedio de pedidos es por una semana aproximadamente. La intención entre los operadores es no fraccionar mucho más porque se les generan días “bache” hasta el ingreso de nuevos clientes, lo que les implica una pérdida de dinero.

Como en los dos últimos años, otra vez la zona sur próxima a la costa volvió a tener mucho crecimiento en la demanda. Desde Alfar hasta Chapadmalal, las casas y complejos de cabañas son de lo más buscado. En particular por los jóvenes, que se mueven en esa zona de playas, tanto de día como de noche.

Estos primeros movimientos dejan conformidad porque siempre se consideró a esta primera semana del año como la más floja del mes. Sus resultados son más que optimistas y todo indicaría que lo mejor está por venir.

La duda de algunos operadores estaba en cuánto de estos arribos tienen que ver con el fin de semana y cuánta de esos turistas permanecerán en la ciudad a partir del lunes. Recitales como el de Don Osvaldo y Nicki Nicole, fiestas electrónicas y otras en locales nocturnos acercaron una cuota importante de turistas de estadas breves.

Hernán Szkrohal, vicepresidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica, es de los que pide ver un poquito más el movimiento y comportamiento de los visitantes para arriesgar un pronóstico de lo que puede resultar esta temporada.

“Se ve movimiento de gente, sobre todo en el centro, pero está en ascenso”, dijo a la nacion y describió un perfil de viajero que “cuida lo que gasta”. Anticipó que lo que resulte de este fin de semana, que se advierte muy bueno, empezará a proyectar lo que pueda deparar el resto del mes y la temporada.

Valores

Los precios, se aclara, no espantan. Un cubierto básico con comidas rápidas (pizzas, empanadas, hamburguesas o papas fritas) ronda los 2000 pesos. Comer en un parador un plato elaborado y con bebida ronda los 3500 a los 4000 pesos y desde el doble en restaurantes de autor. De esos en los que hay desde una hasta casi tres semanas de espera para conseguir una reserva.

“Fuimos al teatro y nos tuvimos que conformar con comer en casa lo que quedó de la playa, porque era imposible encontrar lugar”, explicó Daniel Benítez, de Belgrano, que vino de vacaciones a esta ciudad con su mujer, dos hijos y su suegra.

Una franja que echa mano y mucho al bolsillo es la de los jóvenes. Es un segmento que se afianza en esta ciudad por la oferta de paradores, sus actividades posteriores –los afters se multiplican desde La Perla hasta Chapadmalal– y la abundancia de cervecerías, en las que hacen “la previa” y, luego, se dirigen a los locales nocturnos. De hecho, estos lugares explotan cada madrugada.

“Este es el verano de la noche y de los teatros”, reconoció el titular del Emtur, Bernardo Martín, frente a esta propuesta amplia y con tan buena respuesta que se genera tras la caída del sol.

Con respecto al teatro, que es un gran termómetro del verano, también se esperaban los números de este primer sábado del año con el que se completaría la primera semana.

“Tendencia revertida a favor de la temporada 2023 sobre las dos últimas, limitadas por el factor sanitario. Los primeros datos de asistencia de público fluctúan entre las temporadas 2019 y 2020, aún con un final abierto para definir una tendencia”, precisó el empresario teatral Carlos Rottemberg, que sabe y mucho de medir el pulso de cada verano.

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