Maltrato animal: llega a juicio oral y público el brutal crimen de un perro que movilizó a Mar del Tuyú
Adrián Guillermo Rodríguez está acusado de haber arrastrado a Rubio por kilómetros con su camioneta; por el hecho, el imputado fue declarado persona no grata en la localidad; el debate comenzará el 13 próximo
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MAR DEL PLATA.- El 13 de abril próximo se realizará el juicio oral y público por el asesinato de Rubio, un perro callejero que durante años merodeó una estación de servicio de General Lavalle donde un cliente, molesto porque el animal habría intentado morderlo, lo atrapó, ató a su camioneta y lo arrastró por la ruta hasta matarlo.
El acusado se llama Adrián Guillermo Rodríguez, que por entonces tenía un comercio en esa localidad, donde poco después del hecho sufrió escraches por parte de vecinos y miembros de organizaciones defensores de los derechos de los animales. Su responsabilidad en el caso se resolverá en el Juzgado en lo Correccional N°2 de Dolores, a cargo de Jorge Agustín Martínez Mollard, y la acusación desde el Ministerio Público recayó en el fiscal Roberto Miglio, titular de la Fiscalía N°5.
El caso derivó además en una declaración de “persona no grata” para el imputado, resolución que tuvo unanimidad en el voto de los integrantes del Concejo Deliberante del Partido de la Costa, e incluso en pedidos de informes del hecho presentados en la Legislatura bonaerense.
Rodríguez llegará a esta audiencia, que se desarrollará en los tribunales de Dolores, acusado de cometer delitos previstos en la Ley 14.346 que contempla los casos de maltrato o actos de crueldad a los animales, con pena máxima de un año de prisión.
El caso
Según consta en la causa judicial, se denuncia que el 13 de agosto de 2019 entre las 20 y 21, en la estación de servicio que funciona a la altura del kilómetro 324 de la ruta 11, jurisdicción del partido de General Lavalle, Rodríguez llegó en su camioneta Amarok para cargar combustible. Allí se habría acercado a Rubio y encontró una reacción agresiva, por lo que lo persiguió hasta arrinconarlo para luego cargarlo en su vehículo con la excusa de llevarlo a dependencia de Zoonosis del municipio.
Luego, ya en el camino de ingreso al Partido de la Costa, sector más conocido como Triángulo del Tuyú, siempre atado con una eslinga o soga lo colocó en el piso y lo arrastró contra el asfalto “en forma zigzagueante” a buena velocidad por varios kilómetros.
Un vecino de la zona, que fue testigo parcial del caso, luego realizó el mismo recorrido que hizo Rodríguez para mostrar las manchas de sangre sobre el pavimento hasta el lugar donde quedaron los restos del animal, a la vera del camino.
Un informe de un profesional veterinario determinó que el perro presentaba fracturas de cráneo y extremidades, además de “lesiones compatibles con quemaduras por efecto de arrastre” que le provocaron la muerte.
“Desde mi punto de vista hay elementos firmes y suficientes como para probar la responsabilidad del acusado en el hecho que se le imputa”, afirmó a LA NACION el abogado Mauricio Trigo, que primero se presentó de manera particular en la causa como damnificado y luego en representación de empleadas de la estación de servicio, las dos que más se dedicaban allí a cuidar a Rubio.
Acusación
En principio se prevé que el juicio se extienda durante dos jornadas, aunque no se descarta que pueda demandar algún día más según la cantidad de testigos que se presenten a declarar, al igual que los peritos que participaron de distintos estudios para determinar lo ocurrido.
En el proceso judicial se lograron distintos elementos probatorios que, según la querella, podrían ser suficientes como para que el juez considere a Rodríguez culpable del hecho que se le imputa.
En esa búsqueda de evidencia se ordenó el secuestro de la camioneta de Rodríguez para ser sometida a peritajes, así como se dispusieron otros planimétricos en el tramo de la ruta por el que fue arrastrado el animal de una manera brutal.
Reacciones
A la espera de la instancia de juicio, que puede significarle una pena que por el tipo de delito no implicaría cumplimiento efectivo de prisión, Rodríguez ya sabe del peso de la condena social. Por este caso ha sufrido protestas frente a su domicilio y a su comercio. En una de ellas terminó aprehendido debido a sus reacciones frente a algunos de los manifestantes.
La magnitud de la trascendencia que tuvo este caso en Mar del Tuyú y todo el partido de la Costa quedó reflejada en la declaración de “persona no grata” que votaron todos los ediles que conforman el Concejo Deliberante del distrito.
Previo a este paso se había dado una intervención del municipio con la clausura de la habilitación que Rodríguez tenía para su comercio, donde se dedicaba a la venta de artículos de pesca. La querella, por su parte, también anticipó que al imputado se le quiten todos los permisos que tenga para conducir automotores y embarcaciones.
La causa de Rubio, abrazada por entidades defensoras de derechos de los animales, derivó en la realización de una estatua que lo recuerda, emplazada en un espacio verde céntrico de Mar del Tuyú.
Similar magnitud comenzaba a tomar el caso de Malevo, un perro asesinado hace poco más de un mes dentro de una unidad militar de Olavarría, hecho por el que estaba denunciado e imputado un oficial de esa fuerza. Cuando el proceso judicial avanzaba y desde el Ejército Argentino también adoptaban medidas administrativas, el acusado se suicidó en un sector de frondosa vegetación en un parque público de esa ciudad.