En Glasgow, Escocia, la obra del arquitecto y diseñador Charles Rennie Mackintosh propone una ruta que lleva a descubrir la variante local del art nouveau.
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Todas las ciudades tienen sus hijos dilectos. Charles Rennie Mackintosh es el favorito de Glasgow. Arquitecto, diseñador de interiores y acuarelista renovó la arquitectura escocesa de principios del siglo XX y también el modo de concebir la ambientación de los espacios. Este legado se hizo internacional y hoy se lo conoce como el Glasgow style. Sus edificios hilvanan una ruta por esta ciudad y localidades aledañas e invitan a viajar por su obra.
La estética Mackintosh es una fusión de art-nouveau, motivos escoceses y toques japoneses. Su obra es una respuesta al estilo victoriano, una propuesta más racional y modernista que se caracteriza por formas geométricas y superficies despojadas con un lenguaje que combina la ornamentación celta y la herencia oriental (japonesa).
Durante sus estudios universitarios, Mackintosh conoció a Herbert MacNair y a las hermanas Frances y Margaret Macdonald (con esta última se casaría más tarde). Juntos formaron Los cuatro de Glasgow, The Four, un grupo que inició la versión escosea del art nouveau.
En su obra, Mackintosh juega con los tonos de blanco combinados con colores delicados como marfil y violeta, aunque de tanto en tanto recurre al contraste con el negro. Son famosas sus figuras estilizadas y la singular rosa, un formato ornamental cuya imagen-disparador fue un repollo cortado al medio que lo sorprendió en la cocina de su hogar.
Mackintosh fue arquitecto pero también decorador, imaginó muebles, vajilla, textiles y todo tipo de objetos que proponían un estilo de vida nuevo.
Sus diseños se convirtieron en iconos y varios de ellos aparecen con frecuencia en las producciones de Hollywood, es el caso de la película Inception protagonizada por Leonardo Di Caprio y la archifamosa Blade Runner; sus muebles se adivinan también en algunas escenas de La familia Adams, Star Trek y la lista sigue.
El museo Kelvingrove, guarda una interesante colección de sus diseños y es un buen punto de partida para adentrase en su obra.
Después, habrá que desplegar el mapa de Glasgow y recorrer los edificios más lindos realizados por este arquitecto. Aquí va una ruta posible.
The Lighthouse
Ubicado en el corazón de Glasgow sobre Mitchell Street, este edificio fue el primer encargo público que asumió Mackintosh. Se construyó entre 1893 y 1895 para albergar la redacción del periódico The Glasgow Herald.
The Lighthouse es un edificio de piedra caliza roja con un faro que esconde un gran tanque de agua para usar en caso de incendio, una prestación clave a finales del siglo XIX.
Hoy el sitio alberga al Centro escocés de diseño y arquitectura y exhibe una interesante colección de la obra de Mackintosh. El faro está abierto y subir por la bella escalera caracol interior regala al final la mejor vista de la ciudad desde lo alto.
Cerca de allí, sobre Renfield Lane, se puede ver otro edifcio de su autoría donde funcionó el periódico Daily Record; es una construcción de piedra caliza roja y azulejos. Solo se puede ver por fuera.
Glasgow School of Art
Es la obra maestra del arquitecto escoses, pero luego de dos grandes incendios (2014-2018), el sitio quedó en ruinas. Hoy se encuentra en pleno proceso de restauración, cubierto de andamios.
El diseño original mixturaba elementos del movimiento arts and crafts con detalles japoneses y mucho de la arquitectura del baronial style escosés. La fachada de piedra tosca y austera estaba repleta de detalles: múltiples figuras de pájaros, árboles, insectos y campanas. Los amplios ventanales alargados dejaban pasar la luz a raudales para permitir del trabajo de los estudiantes. Para ver todo eso habrá que esperar la conclusión de las actuales obras, mientras tanto solo se puede espiar desde la vereda.
Mackintosh at The Willow
De los muchos Willow tearooms de Glasgow, este es el único diseñado por Mackintosh que sobrevive. Permaneció cerrado varios años y abrió sus puertas en 2018.
Mackintosh comenzó diseñado los interiores y los muebles de los primeros Willon Tearooms, propiedad de la empresaria Catherine Cranston. El plan de Cranston era ofrecer un espacio donde la gente se reuniera a charlar y compartir refrescos sin alcohol, una suerte de oasis urbano de sucesivas habitaciones en un mismo edificio.
Entre 1896 y 1917, Mackintosh diseñó y rediseñó los interiores de los cuatro salones de té, a menudo en colaboración con su esposa Margaret.
El Willow de la calle Sauchiehall fue el más importante ya que el arquitecto se ocupó también del tratamiento del edificio, un antiguo almacén. Hoy se visita y es todo un plan llegar a tomar de una taza de té con scons y mermelada para disfrutar el espíritu de época que se mantiene intacto con el mobiliario, las vidrieras y los paneles imaginados por genio escosés.
Scotland Street School Museum
Actualmente convertida en museo, esta lindísima escuela primaria fue construida entre 1903 y 1906. Por dentro recrea la historia de la educación escocesa durante el siglo XX.
En la Scotland Street School se observa el genial diseño de Mackintosh pero además otros estilos que datan de los momentos en que se reconstruyeron algunas aulas, básicamente las décadas del ’40, ’50 y ’60.
The Mackintosh House
Mackintosh y Macdonald construyeron la casa familiar en la ciudad que los hizo famosos. Actualmente la vivienda no existe pero puede verse una réplica en la Hunterian Art Gallery. Todos los muebles y la decoración interior proyectada por la célebre pareja se conservaron intactos y fueron ensamblados aquí.
El diseño original respondía a la idea de una flor: la planta baja era oscura como el ambiente de las raíces bajo la tierra, pero en el resto de los pisos la luz definía amplios espacios, diáfanos.
House For an Art Lover
La casa para un amante del arte , su traducción al español, está emplazada en los terrenos del Bellahouston Park en Glasgow y es una construcción relativamente moderna.
En 1901, la dupla Mackintosh & MacDonald presentó este diseño en el concurso organizado la revista alemana Zeitschrift für Innendekoration. La propuesta resultó descalificada por problemas técnicos –no la enviaron a tiempo–, sin embargo sorprendió a los organizadores por las innovaciones allí esbozadas. Después, cayó en el olvido.
Ocho décadas más tarde, un grupo de artistas y arquitectos locales se lanzaron a la tarea de rescatar los planos con la intención de hacer realidad aquella casa. Las obras terminaron en 1994 y hoy alberga un espacio dedicado a las artes y la arquitectura.
Queen Cross Church
Es la única iglesia diseñada por Mackintosh. Se edificó en 1896 a pedido de la iglesia libre de San Mateo. La construcción tiene mucho de castillo normando, una suerte de gótico moderno, pero sin la torre altísima que distingue a estos edificios. Las vidrieras de las ventanas responden al estilo decorativo del arquitecto y la cúpula es una bóveda de cañón revestida en madera.
El espíritu gótico de Queen Cross se revela en el increíble vitral en forma de corazón azul. Las vigas dobles y colgantes del interior muestran influencias japonesas.
The Glasgow Art Club
En el interior de este club privado para artistas, que de tanto en tanto abre sus puertas a los visitantes, se encuentra un fascinante friso diseñado Mackintosh a los 25 años. También pueden verse algunas chimeneas y detalles de su autoría. Tiene un lindo restó para prolongar la estadía.
Hill House
Ubicada en las colinas de Helensburgh a 30 km de Glasgow con vistas al estuario del río Clyde, la casa parece una torre escocesa tradicional aggiornada al siglo XX. Fue construida en cemento portland con un diseño de paredes encajonadas, techos de pizarra, ventanas con disposición asimétrica y ausencia total de decoración. Uniforme, austera y gris.
Una vez dentro la cosa cambia radicalmente, es el universo inverso: una ambientación que suma detalles, luz y calidez. Mackintosh y Margaret MacDonald, su mujer, trabajaron las diferentes estancias con temas orientales y elementos de art-nouveau y art-déco. Los muebles, la chimenea, la iluminación y los textiles, todo fue diseñado por el matrimonio especialmente para esta casa.
Construida en 1904 para el editor Walter Blackie y su familia, es uno de los proyectos clave de Mackintosh. Hill House se deterioró con rapidez como consecuencia de su carácter experimental y también debido a la importante humedad de la zona. Hoy, 117 años más tarde, la vivienda fue cubierta por una estructura transparente con esqueleto y malla de metal que permite un proceso de secado y reparación en el tiempo, mientras mantiene las puertas abiertas a los visitantes.
A dos kilómetros de allí está el Mackintosh Club , una obra que reconoce la autoría de Los cuatro de Glasgow. Recientemente incorporado a la Ruta de Mackintosh y cuenta con una exposición permanente que recrea la historia de este grupo de artistas.
Otras obras del genio escocés son Martyrs’ School, muy cerca de la catedral del Glasgow (Parson Street, Glasgow) ; el centro de reuniones de Ruchill Church (15/17 Shakespeare Street), cerrado al público, y Windy Hill en la localidad de Kilmacolm, que solo se puede ver por fuera.
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